México D.F. Martes 24 de junio de 2003
Partidos se disputan aquí más de 20 por ciento de votos del padrón del DF
Iztapalapa: una delegación conflictiva, pero también presa fácil de políticos
En su territorio de contrastes confluye todo, desde zonas bien hasta pobreza extrema
AGUSTIN SALGADO RICAÑO
En Iztapalapa confluye todo.
Para algunos resulta un "mosaico rico en expresiones", para otros no deja de ser la delegación más conflictiva del Distrito Federal.
Lo cierto es que su alta densidad poblacional, su elevado nivel de pobreza y la consecuente carencia de servicios públicos, convierten a sus habitantes en presa fácil de políticos, que en busca de votos fijan sus respectivas zonas de influencia con base en lo que ellos mismos denominan "gestoría social".
Promoción de vivienda, subdivisión de terrenos en zona de reserva ecológica, reparto de agua con pipas e incluso trámites ante las autoridades para la poda de árboles son realizadas por organizaciones ligadas a partidos políticos.
Cada organización, con intereses propios y "corrientes ideológicas diferentes", se disputan día con día un millón 268 mil 615 electores, que significan más de 20 por ciento del padrón del Distrito Federal.
Los otros
Deshuesaderos de automóviles; niveles de inseguridad tan altos que ni siquiera la presencia del Ejército ha podido reducir; asentamientos irregulares y ausencia de centros deportivos y culturales, son algunos de los problemas que tendrá que enfrentar el próximo jefe delegacional.
En la parte poniente de la demarcación se encuentran las colonias de clase media, pequeñas tanto en extensión como en población, pero no resultan atractivas para los partidos políticos.
"En ocasiones ni siquiera nos enteramos de quién o quiénes son nuestros candidatos; cada elección pegan propaganda y muy rara vez reparten algunos volantes. Pero yo llevo 20 años viviendo aquí y no he notado ninguna diferencia cuando la administración es priísta o perredista", asegura Leonor Segura, vecina de la colonia Ampliación Sinatel.
Pero conforme se transita hacia el oriente, el panorama se transforma y la infraestructura urbana decrece en calidad.
De acuerdo con un informe de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Iztapalapa, con su millón 773 mil 343 pobladores (Censo de 2000), es la segunda demarcación en la que se presenta mayor índice delictivo, únicamente por debajo de Cuauhtémoc.
Puntos de distribución de drogas, venta de autopartes robadas y presencia de bandas organizadas dedicadas al robo de transeúntes fueron detectadas por las autoridades capitalinas. Tan sólo en marzo de este año fueron denunciados ante la PGJDF 90 delitos diarios en la colonia Juan Escutia.
El tráfico de armas en la delegación es de todos sabido. Se asegura que en la zona conocida como Frente 7 se logra conseguir cualquier tipo de revólver.
En mayo de 2001, un adolescente de 15 años se suicidó frente a su novia.
Con ayuda de una pistola calibre 22, Orlando aprovechó el receso de clases en su secundaria para encerrarse con su novia en el salón, despedirse de ella y realizar un certero disparo en su sien derecha.
"Ha estado en dos ocasiones el Ejército, han realizado infinidad de operativos. Candidato tras candidato ha prometido bajar los niveles de delincuencia. La delegación ha promovido el programa Mochila Segura y todavía algunos estudiantes, igual que hace dos años, siguen portando todo tipo de armas", explica Socorro Sánchez, madre de una estudiante de tercero de secundaria, quien asegura que en la escuela se evita a toda costa comentar el caso de Orlando.
Asentamientos irregulares
En la parte oriente de la demarcación se encuentra la sierra de Santa Catarina, lugar que anteriormente era considerado reserva natural, ahora se encuentra poblada y únicamente se logró conservar un parque ecológico a la altura del kilómetro 18 de la autopista México-Puebla.
Los asentamientos irregulares en esta zona han sido continuos y colonias como San Miguel Teotongo, Las Mercedes y otras, que en su nombre tienen la herencia de anteriores administraciones priístas, como Miguel de la Madrid y Carlos Hank, han hecho crecer la mancha urbana.
Primero fueron poblados los terrenos ubicados en las laderas cercanas a la calzada Ermita-Iztapalapa, después el crecimiento se extendió hasta la altura de la autopista y hoy en día las viviendas han llegado hasta la línea divisoria entre el Distrito Federal y el estado de México.
Las demandas de los pobladores en esta zona, que van desde la creación de rutas de transporte colectivo que lleguen a los nuevos asentamientos hasta la instalación de drenaje y luz eléctrica, han sido utilizadas por los cuadros políticos para establecer su "base social".
Para los vecinos más antiguos de la sierra de Santa Catarina no existe diferencia entre partidos políticos y mucho menos en "corrientes ideológicas".
La lectura que ellos hacen a partir de su experiencia se refiere más a prácticas clientelares que ha búsqueda del bien común, actividades desinteresadas de "gestoría social" o acercamiento de políticos con sus representados.
"ƑPor qué crees que muchas colonias de aquí tienen nombre de priístas? Pues porque fueron ellos los que nos trajeron aquí." Ahora ya no son priístas, sino perredistas los que se supone que nos ayudan, pero es lo mismo. Unos y otros nos llevan a manifestaciones, nos trasladan de un lado a otro y cuando menos te das cuenta ya estás en marchas de maestros o apoyando a un candidato que ni siquiera conoces", asegura don Javier Sánchez, barrendero y vecino de la colonia Campestre Potrero desde finales de los 80.
Analfabetismo funcional
Pero no es únicamente el problema del crecimiento irregular el que se tendrá que resolver en Iztapalapa. En las 11 mil 506 hectáreas que conforman la superficie total de la demarcación, de acuerdo con un oficio elaborado por las autoridades delegacionales, fechado en junio de 2001, el total del equipamiento urbano de carácter cultural que existe es de tan sólo 118 centros, lo que al compararse con el total de su población, le corresponde a cada uno atender a 15 mil 28.3 personas.
Este contexto, aunado a la baja escolaridad y al analfabetismo funcional que en muchas ocasiones se registra, facilita el trabajo de los líderes políticos.
Incluso uno de los cuadros perredistas que tienen presencia en la demarcación, Alfredo Hernández Raigosa, asegura que "Iztapalapa es un caldo de cultivo apropiado para crecer políticamente". Es tan rentable que las confrontaciones entre las organizaciones se dan no únicamente entre organizaciones políticas, sino entre diversas corrientes de un mismo partido.
Estos enfrentamientos no pasan desapercibidos para los habitantes. Paulina Márquez, vecina de la colonia Ampliación Apolocalco, establece: "se acercan a nosotros líderes y diputados del PRD, nos ayudan con el tandeo de agua y en algunas colonias, como la Miguel de la Madrid II, en la cual la capilla no cuenta todavía con las escrituras del terreno, prometen conseguirlas, pero lo chistoso es que cuando vamos a la delegación para tramitar papeles, los mismos funcionarios, que también son perredistas, nos aseguran que los diputados que nos visitan están para hacerles los mandados."
Más evidente son las prácticas corporativistas que persisten en la delegación: tianguistas y ambulantes se ven en la necesidad de cambiar de filiación partidista de acuerdo con los tiempos y resultados electorales.
Ejemplo de ello son las agrupaciones de comerciantes que se ubican a un costado del edificio delegacional y algunos sobre calzada Ermita-Iztapalapa: antes de 2000 pertenecían al Revolucionario Institucional, a partir de esa fecha engrosaron las filas del sol azteca.
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