México D.F. Viernes 27 de junio de 2003
RUMBO AL 6 DE JULIO
Madrazo trata de limar asperezas, mientras militantes priístas critican a Sandoval Iñiguez
Improcedentes, todas las denuncias contra obispos y curas
JOSE ANTONIO ROMAN Y ENRIQUE MENDEZ
Ninguna de las 14 denuncias en contra de obispos y sacerdotes católicos acusados de violar las leyes en asuntos electorales puede proceder, debido a la ausencia de un marco legal adecuado para imponer una sanción ni administrativa ni penal. Con esta tranquilidad, a 10 días de las elecciones federales, la jerarquía eclesiástica incrementa su campaña de ''promoción del voto''.
Además, diversas versiones episcopales que están al tanto de la defensa legal de los religiosos, señalan que en el caso ''extraordinariamente remoto'' de que se estableciera alguna sanción, los obispos y ministros de culto tienen el recurso del amparo, el cual ''ningún juez les podría negar'' por su obviedad.
Por otra parte, mientras el presidente del PRI, Roberto Madrazo, buscó reconciliarse el sábado pasado con el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, en cuya arquidiócesis se distribuyó el misal que llamaba a los católicos a no votar por el ''partido del diablo'', ayer dirigentes priístas y masones afirmaron que el prelado forma parte de una estrategia del gobierno foxista para detener al tricolor y restaurar un ''pasado oscuro que costó sangre''.
El 21 de junio, cuatro días después de que desde León exigió a la Secretaría de Gobernación que ''se faje bien los pantalones'' para detener a los jerarcas católicos, ''porque van a dividir a la Iglesia, donde hay creyentes de todos los partidos'', Madrazo Pintado aprovechó una gira por Guadalajara para entrevistarse con Sandoval Iñiguez, revelaron fuentes del Comité Ejecutivo Nacional.
Al igual que como ocurrió con el obispo de Aguascalientes, Ramón Godínez, con quien se entrevistó a finales de mayo, dijeron los informantes, Madrazo trató con Sandoval la controversia por la intervención de sacerdotes en temas electorales, insistió en que la actividad religiosa no debe mezclarse con temas políticos e intentó cerrar la discusión con la jerarquía católica.
No obstante, ayer la Fundación Colosio convocó a una conferencia de prensa para criticar a los curas y el presidente de esa agrupación, el diputado Rodolfo Echeverría Ruiz, calificó de ''provocación que a estas alturas todavía haya quienes eleven su voz, invocando razones y argumentos del remoto pasado del país".
Sobre el contenido del misal, expuso: ''Es un lenguaje pedestre, fuera de la sintaxis de alguien que se supone conoce las raíces del latín. Es una declaración rencorosa y revanchista''.
A su vez, el presidente de la Comisión de Registro Partidario y de la asociación Avanzada Liberal Mexicana, Manuel Jiménez Guzmán, dijo que harán una consulta al área jurídica del partido para determinar si es posible presentar una queja ante Gobernación contra los obispos. De Sandoval Iñiguez dijo que es ''un personaje que no es único, se reproduce y es parte de una estrategia para levantar al gobierno, por lo nervioso que está de perder las elecciones. Forma parte de una alianza entre las fuerzas más oscuras: la Iglesia, el imperio y el gobierno de derecha''.
Alertó que los prelados deben mantenerse ajenos a la política para que prevalezca el respeto al Estado laico. ''No le quitemos la espoleta a la granada, o como decía Jesús Reyes Heroles: no hay que despertar al México bronco'', concluyó.
Por otro lado, en una acción que se puede calificar sólo de trámite, la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos de Gobernación, y la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales de la Procuraduría General de la República, integran las averiguaciones que cada instancia tiene respecto a la denuncia en contra de los ministros católicos. Pero los procesos durarán varias semanas más, por lo que resulta casi imposible que los dictámenes correspondientes estén antes del próximo 6 de julio, día de las elecciones federales.
El Episcopado Mexicano estima que todo el escándalo generado por las denuncias interpuestas por los partidos México Posible y Liberal Mexicano quedará, cuando mucho, en una ''simple recomendación'' o un ''exhorto'' a los religiosos involucrados. Hay que recordar que seis de los 14 denunciados por inducir el voto son obispos: Mario de Gasperín, de Querétaro; Florencio Olvera, de Cuernavaca; Luis Gabriel Cuara, de Veracruz; Ramón Godínez, de Aguascalientes; Felipe Aguirre, de Acapulco, y el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez. Todos ellos están tranquilos, no sólo porque desde su punto de vista no violaron la ley, sino más porque no hay un marco legal que establezca las sanciones.
Y es que a casi 11 años de la promulgación de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, el gobierno federal ha sido incapaz, inclusive, de emitir el reglamento correspondiente, el cual debe incluir la conformación de un órgano sancionador en los casos de controversia o violación de la ley por parte de los ministros o las iglesias.
Al interior de la Iglesia católica hay varias opiniones que coinciden en que la Secretaría de Gobernación ha actuado con ''suficiente prudencia'' para impedir que este asunto termine en un conflicto mayor, pero además, que los partidos denunciantes, los que ante la ciudadanía presumen de tolerantes, en los hechos han demostrado ser intolerantes. Pero también dicen que algunos obispos han sido ''tercos y sumamente dogmáticos'', y en una visión estricta de la ley, ésta sí ha sido violada en varios casos.
Por otra parte, el director general de la Sociedad Bíblica de México, Abner López Pérez, dijo que el gobierno federal no debe dejar pasar por alto las presuntas violaciones a la legislación por parte de los obispos y sacerdotes que han pretendido inducir el voto, pues no imponer una sanción ahora podría tener repercusiones mayores en un futuro.
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