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México D.F. Viernes 27 de junio de 2003
ECONOMIA MORAL
Julio Boltvinik
Incredulidad justificada
Sin ajuste, se ignora la evolución de la pobreza
Gradúan a semicalaveras
La economía moral es convocada a existir como resistencia
a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede
equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de
la gente
EL ANUNCIO GUBERNAMENTAL sosteniendo que la pobreza en
México disminuyó en los dos años que van desde mediados
de 2000 a mediados de 2002, ha causado una reacción de justificada
incredulidad. El rechazo ha sido generalizado. Particularmente agudos han
sido los caricaturistas, entre los que destaca Naranjo. En su caricatura
del pasado número de Proceso, dibuja a Fox con nariz de Pinocho
(cuando miente), explicando a un grupo de moribundos (caras mitad calaveras
y mitad vivos) que ya no son pobres extremos, sino solamente pobres. La
raíz de la aparente baja de la pobreza se encuentra cuando, al comparar
los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares de
2002 (ENIGH 2002) con su homóloga de 2000, se obtiene un sorprendente
aumento del ingreso por hogar entre los deciles (décimas partes
de los hogares ordenados de menor a mayor ingreso) del I al VIII y una
disminución, también sorprendente, de los ingresos en los
deciles IX y X. Son estos datos los que hay que evaluar.
SON DOS LOS ASUNTOS que hay que dilucidar. En primer lugar,
si los datos de las ENIGH son suficientes para concluir sobre la evolución
de los ingresos, y consecuentemente de la pobreza en el país. En
segundo lugar, si las encuestas de 2000 y de 2002 son comparables y qué
tan confiables son. Veamos qué dice sobre el primer asunto Enrique
Hernández Laos (EHL), estudioso de la distribución del ingreso
y la pobreza y miembro del Comité Técnico para la Medición
de la Pobreza de la Sedeso: "Ante la subestimación de las cifras
reportadas por las encuestas, surge la necesidad de establecer procedimientos
metodológicos adecuados para ajustar los datos de las encuestas
a los agregados macroeconómicos de las cuentas nacionales"1
El Comité Técnico fijó un procedimiento de cálculo
de la pobreza que no ajusta los datos de las ENIGH. Si este procedimiento
se aplica al periodo 1984-1989 se obtiene una disminución de la
pobreza, mientras EHL, la CEPAL, Lustig y Székely, el Banco Mundial,
y el que escribe, hemos concluido que la pobreza aumentó en dicho
periodo de estancamiento económico haciendo el ajuste a cuentas
nacionales.
EL AJUSTE se lleva a cabo, en general, por fuentes de
ingresos del hogar, ya que la subestimación de las encuestas es
más alta, por ejemplo, en intereses que en salarios. EHL obtuvo
que en 1984 había que multiplicar los ingresos de los hogares, en
promedio, por un coeficiente de 2.0 para hacer los datos compatibles con
cuentas nacionales, mientras que dicho factor bajó a 1.77 en 1989
y, en algunos casos, bajan bruscamente: en salarios, el factor de 1984
fue de 1.6, mientras que en 1989 fue de 1.05.2
LA EXPERIENCIA OBTENIDA por EHL y otros muestra que las
encuestas no son suficientes, por sí mismas, para conocer la evolución
del ingreso de los hogares y, por tanto, para conocer la evolución
de la pobreza.
EL CUADRO 1 MUESTRA los factores de corrección
que, por fuentes de ingresos de los hogares, he obtenido para las ENIGH
de 1996, 1998 y 2000. Por una parte, se aprecia que los factores de corrección
promedio han venido disminuyendo, pero en algunos rubros hay fuertes fluctuaciones.
Ilustremos con el ingreso total y con los salarios lo que podría
estar ocurriendo entre 2000 y 2002 (situación hipotética
que sería mucho más compatible con lo que sabemos pasó
en la economía). Es muy probable que la tendencia a captar una proporción
mayor del ingreso de los hogares en las ENIGH (entre 1996 y 2000 cada encuesta
subestimó menos que la anterior el ingreso de los hogares, como
lo muestra el cuadro 1) haya continuado en 2002. Si entre 2000 y 2002 hubiesen
ocurrido bajas similares en los factores de ajuste a las observadas entre
1998 y 2000, el factor de ajuste del ingreso corriente total estaría
en 1.88 y el de salarios en 1.18 en 2002. Los salarios por hogar del decil
2 nacional, que en la ENIGH2002 son 1.065 veces los del 2000, serían
multiplicados por 1.18, mientras los del 2000 serían multiplicados
por 1.34. Como resultado, los salarios en lugar
de haber crecido 6.5 por ciento, habrían decrecido
6 por ciento. Algo similar ocurriría con el ingreso corriente total
del decil 2 nacional, que entre las dos ENIGH mostró un crecimiento
de 6.9 por ciento, que sin embargo se vería ajustado con un factor
de 2.05, lo que daría un valor relativo de 2.19 contra 2.23 en el
año 2000. He ejemplificado con el decil 2 que es el que tuvo el
crecimiento más alto del ingreso en las ENIGH. Por tanto, la pobreza
lejos de disminuir, aumentaría.
AHORA ABORDEMOS la confiabilidad de la ENIGH. Para ello
llevaré a cabo dos tareas. En primer lugar, un análisis de
la evolución del ingreso por grupos de deciles a nivel nacional
por fuentes de ingresos agregadas tal como se derivan de los tabulados
de las ENIGH. En segundo lugar, en la entrega próxima de esta columna
analizaré en detalle esta evolución en el medio urbano y
rural por deciles basándome en el procesamiento de las bases de
datos de las ENIGH.
EL CUADRO 2 RESUME el cambio ocurrido, según el
procesamiento institucional de la ENIGH a nivel nacional por grupos de
deciles y fuentes de ingresos. Los tres primeros deciles habrían
visto aumentar su ingreso corriente total mensual promedio por hogar en
125.6 pesos mensuales, mientras el ingreso de los tres grupos de deciles
siguientes habrían aumentado entre 156.3 y 178.8 pesos al mes, y
en agudo contraste el de los dos deciles superiores habría bajado
en 1,878 pesos mensuales. Como resultado, el ingreso corriente total promedio
de los hogares habría bajado 254 pesos al mes.
PARA ILUSTRAR LAS DUDAS sobre la confiabilidad de la ENIGH,
ejemplifiquemos con la composición de los cambios en los tres primeros
deciles. En primer lugar, veamos el ingreso por trabajo (salarios más
renta empresarial o ingresos por negocios propios, que en estos deciles
es fundamentalmente trabajo por cuenta propia). En este grupo los salarios
aumentaron en 75 pesos al mes por hogar, pero disminuyeron los ingresos
derivados de negocios propios en 59.8 pesos, por lo cual el ingreso derivado
"del trabajo" (la suma de ambos rubros) aumentó solamente en 15.9
pesos al mes por hogar (algo así como 50 centavos al día).
Los ingresos provenientes de becas, donativos y regalos (donde se incluyen
regalos en efectivo de particulares, el Procampo, el Oportunidades y las
remesas) aumentaron en 37.8 pesos al mes. En este rubro, sin embargo, es
necesario, al igual que en los regalos en especie, como lo expliqué
en la entrega anterior de esta columna ("El espot mayor", Economía
Moral, 20/6/03), deducir los regalos que el hogar otorga de los que recibe,
por lo cual el rubro requiere recalcularse. Entre los rubros de ingreso
no monetario, los que aumentan más son los regalos, que por lo dicho
arriba requieren ajustarse y la renta imputada de la vivienda propia. Este
último es un rubro virtual y subjetivo. La propia población
encuestada evalúa cuánto tendría que pagar si tuviese
que rentar la vivienda en la que habita. Como en un periodo de dos años
casi todos siguen viviendo en la misma vivienda que en 2000, casi todas
sin cambios en sus características, el valor real de la vivienda
debería variar muy lentamente. La inconsistencia de esta variable
se pone de manifiesto cuando vemos la inexplicable baja en los deciles
IX y X (cuadro 2). Si el rubro virtual y los regalos en especie no se toman
en cuenta por lo dicho arriba, el ingreso medio de los tres primeros deciles
habría aumentado 60.9 pesos, dos pesos al día.
Imaginemos un hogar que tenía un ingreso
de 22.5 pesos (del año 2002) por persona y por día en 2000,
por debajo de la "línea de pobreza alimentaria" de la Sedeso, que
es de 22.80 en pesos de 2002 en el medio urbano y que aumentan igual que
el promedio de los tres primeros deciles, en 5.5 por ciento, contando dichos
rubros, llegando con ello a un ingreso de 23.74 pesos. El gobierno lo declara
no pobre alimentario, pues su ingreso es ahora mayor que el costo de la
canasta de alimentos crudos (la absurda línea de pobreza alimentaria
del gobierno). Pero como no puede dedicar todo su ingreso a la compra de
alimentos crudos porque se ve forzado a incurrir en otros gastos (combustible,
transporte, vestido y calzado, etcétera), dedica a alimentos sólo
la mitad de su ingreso, como lo muestran las ENIGH. Gasta, por tanto, 11.87
pesos en alimentos crudos (contra los 11.25 que gastaba en el 2000), con
lo cual adquiere 52.1 por ciento de la canasta normativa alimentaria (CNA),
contra 49.3 por ciento que adquiría en 2000. Ingieren, por tanto,
un poco más de la mitad de las calorías y proteínas
que sus cuerpos necesitan para funcionar. Son las semicalaveras de Naranjo,
que siguen siendo semicalaveras, que Fox decreta que han dejado de ser
pobres alimentarios.
1 Enrique Hernández Laos, "Evolución de
la distribución del ingreso de los hogares", capítulo 4 de
Julio Boltvinik y Enrique Hernández Laos, Pobreza y distribución
del ingreso en México, Siglo XXI editores, México, 1999,
p.164.
2 Ibid., cuadros 4.2 y 4.3, pp.174-175.
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