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México D.F. Martes 1 de julio de 2003
REPORTAJE /ELECCIONES EN
MORELOS
Podrían perder 40% de sufragios y el PRD recuperar
terreno
Amenaza "voto de castigo" a candidatos blanquiazules
La "criminalidad de la política", como la denomina
el investigadir Morgan Quero, ha sido la constante en la gestión
de Estrada Cajigal. Tanto el PRI como el PRD le apuestan al desgaste del
gobernador
ANDREA BECERRIL Y LA JORNADA MORELOS /I ENVIADA
En 2000, la ola azul y el efecto Fox llevaron al
Partido Acción Nacional a ganar con más de 60 por ciento
de los votos en Morelos. Arrasó y, por primera vez en la historia
de la entidad, obtuvo la gubernatura, la mayoría de los municipios
y distritos en Morelos. Tres años después, el panorama que
se vislumbra es muy distinto y puede haber, inclusive, un voto de castigo
para los blanquiazules.
La
contienda en este proceso intermedio ha sido muy cerrada y virulenta entre
las tres principales fuerzas políticas, y si el PAN logra ganar
de nueva cuenta al PRI y al PRD el próximo domingo, no será
con amplio margen. Frente a las expectativas de carro completo de
la dirigencia estatal se alza el desencanto de los morelenses, cuyas expectativas
hacia el gobierno de Sergio Estrada Cajigal se han visto frustradas.
Sin embargo, la división creciente en las filas
del PRI, que estuvo a punto de dejarlo sin participar en la elección
en cinco municipios, le impide capitalizar del todo la desilusión
ciudadana, y el tricolor corre el riesgo de bajar al tercer lugar,
sobre todo por el repunte del PRD y las posibilidades que tiene de ganar
la alcaldía de Cuernavaca con su candidato Fernando Martínez
Cué, diputado federal con licencia expulsado del blanquiazul
por haber criticado a los gobiernos de Fox y al estatal, y que ahora
contiende con las banderas del perredismo.
Tan conscientes están los panistas de una posible
derrota, que hasta el presidente Fox aprovechó una reunión
de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, realizada
en Cuernavaca, para promocionar lo que, dijo, son logros de su gobierno
a escala nacional y de Estrada Cajigal en Morelos. A su vez, el controvertido
gobernador también entró de lleno a la campaña para
levantar a los candidatos panistas. El pasado día 23 inauguró
el puente Cuernavaca y continuó con sus espots de promoción
del voto, pese a las protestas opositoras.
Los panistas se ven preocupados y no les faltan razones.
Por ejemplo, el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias
(CRIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
reconocido por la seriedad de sus encuestas, dio a conocer hace dos semanas
un estudio que apunta a un virtual "empate técnico" entre PAN, PRD
y PRI en Cuernavaca y los principales municipios conurbados.
Morgan
Quero, investigador del CRIM, advirtió que más allá
de la "criminalización de la política" que se ha dado en
Morelos -donde la oposición acusa al gobierno estatal de estar involucrado
con la delincuencia organizada y Estrada Cajigal responde con procesos
penales por difamación contra el dirigente del PRD, Graco Ramírez,
y otros candidatos perredistas-, el proceso democratizador que se ha vivido
en la entidad se seguirá traduciendo en un pluripartidismo a nivel
municipal.
En un estado donde el PRI mantuvo su hegemonía
hasta 2000, "no son poca cosa" la serie de transformaciones que se han
dado desde 1997, con niveles de participación electoral superiores
a 50 por ciento y nuevas formas de hacer política en los municipios,
donde se opta por diversos partidos, con alto nivel de tolerancia, lo que
contrasta con el fuerte "encono y conflictividad a nivel estatal", expuso
el investigador.
El presidente del Instituto Estatal Electoral, Teodoro
Lavín León, ha realizado un amplio trabajo en favor de que
se repita la gran participación ciudadana de 2000, año en
que sufragó 67 por ciento de los morelenses con credencial. La lista
nominal esta vez es de un millón 68 mil 881 electores. Inclusive,
uno de ellos recurrió a juicio sobre sus derechos políticos,
toda vez que no había hecho el trámite a tiempo, pero quiere
votar.
La "criminalidad de la política", como la denomina
Morgan Quero, ha sido la constante en la gestión de Estrada Cajigal.
Tanto el PRI como el PRD le apuestan al desgaste del gobernador. El líder
perredista, Graco Ramírez, aseguró que después de
Jorge Carrillo Olea no ha habido peor gobernante. "Dilapidó el bono
electoral con que llegó en 2000. Entonces su calificación
andaba por las nubes. Ahora apenas pasaría de panzazo", agregó,
y aseguró que Estrada Cajigal no ejerce el mando, sino su secretario
de Gobierno, Eduardo Becerra, y el director de la Policía Judicial,
José Agustín Montiel. Con ellos ha instaurado un Estado policiaco
"que tiene amenazado a todo mundo".
Tanto Graco Ramírez como otros perredistas -entre
ellos el candidato a diputado federal, José Luis Urióstegui,
procurador en el primer año de Estrada Cajigal- tienen denuncias
penales por difamación, además de que están bajo proceso
17 ecologistas, artistas, maestros y otros ciudadanos que participan en
el movimiento del Casino de la Selva.
"Se les acusa de motín, asociación delictuosa,
asonada, que son delitos típicos de la época autoritaria
de México", indicó Graco Ramírez, quien interpuso
en la Procuraduría General de la República una denuncia que
motivó se abriera una investigación contra Estrada Cajigal,
toda vez que un individuo apodado El Jarocho (ahora preso en el
penal de alta seguridad de La Palma, en Almoloya, ya que resultó
ser un delincuente peligroso) lo buscó para advertirle que el gobernador
lo había mandado ejecutar.
Graco Ramírez sostuvo igualmente que el actual
procurador de Justicia de Morelos, Guillermo Tenorio Avila, es un ex priísta
que tiene recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos,
ya que durante la gestión del fallecido José Francisco Ruiz
Massieu "torturó" a presos. El perredista dijo que además
de los "escándalos" en su vida privada, de los viajes de placer
constantes a Miami y Las Vegas, Estrada Cajigal muestra nulos resultados
en materia económica, pues se han perdido empleos y no hay inversión,
a lo que agrega irregularidades en el gasto público, como los ya
famosos Sergiobonos, que otorgó a los integrantes de su gabinete
a finales de año.
Según el perredista, el PAN perderá 45 por
ciento de sus votos de 2000 y el PRD recuperará terreno. Recordó
que en 1997 se colocaron como la principal fuerza política de Morelos,
al ganar tres de los cuatro distritos electorales y la mayoría de
los municipios importantes. En la actualidad esperan triunfos en 15 de
los 33 municipios, entre ellos Yautepec, Cuautla, Ayala, Jiutepec y Mazatepec
(en los dos últimos gobiernan) y Cuernavaca, "que es la joya de
la corona". Ese optimismo se sustenta en los votos de priístas que
han decidido pasar al PRD y en los desilusionados de los gobiernos panistas,
que "en lugar de abstenerse opten por quienes realmente luchan por el cambio".
Sin embargo, el PRD enfrenta también los efectos
de una división interna, no de la magnitud que vive el PRI, pero
que llevó a Raúl Iragorri, candidato perredista en 2000,
a salir de las filas del partido este año, al no lograr la candidatura
a la presidencia municipal de Cuernavaca. Se pasó al Verde Ecologista,
donde sí logró contender por la capital morelense.
El
PRI, en tanto, vive una severa fractura. De acuerdo con el investigador
universitario Morgan Quero, en el tricolor se enfrentan por lo menos
dos grupos: los que están en favor de los pactos con el gobierno
estatal, pensando que es la mejor forma de mantener una serie de privilegios,
y los que ejercen una oposición frontal, incluso violenta, a Estrada
Cajigal.
En el primer grupo estarían Juan Salgado Brito
y Víctor Hugo Manzo, además de la mayoría de sus diputados
locales. Los legisladores, agregó, son los más conciliadores
con el gobierno. En el segundo grupo figura la dirigente estatal del tricolor,
Marisela Sánchez, que en principio tenía el apoyo del ex
gobernador Antonio Riva Palacio.
La dirigente se ha confrontado de manera directa con el
gobernador y lo acusó recientemente de pretender una negociación
a "oscuras" con el PRI. Sánchez se vio envuelta en serios problemas
cuando la división en su partido ocasionó que se quedaran
sin registro los candidatos a cinco presidencias municipales, las de Jiutepec,
Xochitepec, Mazatepec, Tlalnepantla y Zacualpan de Amilpas.
El caso de Jiutepec fue el que provocó mayor expectación,
dado que es el segundo municipio más poblado e industrializado de
Morelos. Las versiones de panistas y perredistas, inclusive de autoridades
electorales, es que presentaron la documentación después
del vencimiento del plazo legal.
"El último día del registro, a las 7 de
la noche, el candidato del PRI renunció porque la directiva le quería
imponer una planilla de regidores; después lo convencieron de regresar,
pero ya no les dio tiempo de presentar la documentación. Posteriormente
pretendieron echarle la culpa a las autoridades electorales", aseguró
el presidente estatal del PAN, Sergio Hernández Benítez.
Habría sido una catástrofe para el PRI no
contender en esos cinco municipios. La dirigente Marisela Sánchez
había amenazado con impedir ahí la elección el 6 de
julio. Las autoridades estatales rechazaron los recursos interpuestos por
los candidatos de los cinco municipios, pero finalmente el pasado 23 de
junio el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
ordenó el registro de los candidatos, que al otro día comenzaron
sus campañas.
Previo a esa resolución se especuló con
la responsabilidad de Marisela Sánchez. El panista Hernández
Benítez consideró que fue una maniobra planeada por la propia
dirigente, con el objetivo de bajar la votación de su partido y
lograr que el empresario con quien tiene deuda ?y en estos momentos está
en desgracia?, Jorge Rodríguez Marié, mejor conocido como
El Capi, pudiera pasar al Congreso local.
El Capi Rodríguez ocupa
la cuarta posición en la lista plurinominal del PRI ?la primera,
por supuesto, corresponde a Marisela Sánchez? y está en riesgo
de perder su empresa Aerolíneas Internacionales, embargada hace
unos días por el Instituto Mexicano del Seguro Social, misma que
opera con un permiso cancelado por las autoridades de Comunicaciones y
Transportes. Aunado a ello, también puede perder la diputación.
El dirigente estatal del PAN rechazó la posibilidad
de que haya voto de castigo para el PAN. "Vamos a mantener los 11 municipios
que ganamos en 2000 y a ganar más; tendremos 22 alcaldías;
lograremos 45 por ciento de la votación en el estado y mayoría
en el Congreso". En Cuernavaca, aseguró, su candidato Adrián
Rivera obtendrá el triunfo, con 19 puntos, sobre el aspirante priísta.
A su vez, el candidato perredista a la alcaldía
de Cuernavaca, el diputado federal con licencia Fernando Martínez
Cué, ha logrado que se sumen a su proyecto sectores de la sociedad
que antes veían con recelo al perredismo. Hace unos días
un grupo de priístas, encabezados por Jorge Meade, anunció
que votarán por él.
Con base en ello, Martínez Cué considera
que tiene fuertes probabilidades de ganar, pese "al uso electorero de programas
sociales y al empleo de recursos del ayuntamiento de Cuernavaca" en favor
de su contrincante panista.
A su vez, el aspirante del PRI a gobernar la capital morelense,
Manuel Martínez Garrigós, es un joven de 25 años con
militancia en el tricolor. El también pone en duda las cifras
de los panistas. "Si tuvieran ventaja de 19 puntos, por qué tanto
miedo, por qué se enojaron tanto cuando Morgan Quero, del Centro
Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), dijo que hay un
empate técnico. Hace tres años, cuando el CRIM adelantó
la derrota de Juan Salgado a la gubernatura, con 30 puntos de diferencia,
entonces sí lo celebraron", concluyó.
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