REPUBLICA DE PANTALLA

Jenaro Villamil

Elecciones intermedias

Canal 40, descontento laboral
Canal 22, diez años de una mirada

LLEGAMOS HOY al momento culminante de una campaña electoral larga, excesiva en propaganda y candidatos (6 mil 400 personajes para mil 246 puestos en disputa, entre los 500 diputados federales y los comicios municipales y estatales), pero muy escasa de debate sobre el futuro legislativo del país.

MAS ALLA DE los resultados, esta campaña contó con tres ingredientes preocupantes. El primero fue el de la interlocución: los partidos convirtieron a los medios, en especial a los electrónicos, en sus fines e interlocutores fundamentales, como si la medición de las pautas de espots y el tiempo-aire ganado a la programación fueran el puerto final de la comunicación política. El segundo elemento fue el lenguaje y el quehacer político: ambos se redujeron a la competencia imagológica cercana al narcisismo compulsivo (desde el primer mandatario hasta los candidatos a diputados y líderes partidistas que creen que su rostro o su sonrisa pueden ser la síntesis de las plataformas). El tercer ingrediente fue la dispersión que, lejos de representar diversificación de ofertas y personalidades, derivó en saturación mediática y desinterés ciudadano, como han confirmado encuestas y estudios de opinión.

EN SINTESIS, EL monólogo virtual, la ego-publicidad sin información y la saturación propagandística, verdadera contaminación simbólica, son tres ingredientes de estas elecciones intermedias en la República que se convierte cada vez más en pantalla. Por si existía duda bastó ver la pasarela de invitados del nuevo centro de información de Televisa que demostró el poder de convocatoria del rating y el encantamiento de la clase política, incluyendo la nada velada campaña de restablecimiento de imagen del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

ADEMAS DE ESTOS ingredientes -presentes desde los comicios de 1997 y de 2000, pero potenciados ahora-, hubo al menos cuatro características mediáticas particulares en la actual campaña:

1. LOS FOXISPOTS contra el PAN. Para nadie es secreto que la publicidad y la eficacia propagandística de Vicente Fox como candidato presidencial permitió el ascenso de su partido en 2000. Sin embargo, la ecuación de hace tres años se transformó en 2003: el exceso de publicidad televisiva de Fox presidente ha afectado al PAN como partido gobernante. Tan sólo durante mayo, Vicente Fox apareció en 3 mil 567 mensajes de la campaña "México pregunta, Fox responde" y en ese lapso, según encuestas, Acción Nacional disminuyó entre 5 y 8 puntos sus preferencias electorales. La Secretaría de Gobernación confirmó el exceso: en los seis meses de este año, la administración federal transmitió 1 millón 874 mil promocionales en radio y televisión, equivalentes a 15 mil 620 horas. Los imagólogos foxistas creyeron que se trataba de llevar a Fox a la Presidencia o de hacernos creer que realmente hay logros de gobierno y el efecto conseguido fue que su partido concentrara la percepción negativa de tres años del país maravilloso y virtual de Los Pinos, donde no se ha cometido "ningún error" y hasta tenemos 3.5 millones menos de pobres.

2. PUBLICIDAD E información: senderos que se bifurcan. Durante la campaña se produjo una especie de esquizofrenia mediática: mientras los partidos destinaron entre 70 y 80 por ciento de sus recursos provenientes del erario a anunciarse en televisión y radio, apenas 20 o 30 por ciento de la información de estos medios se relacionó con las campañas o las propuestas electorales. Curiosamente, los telenoticiarios de menor rating fueron los que mayor tiempo destinaron a una cobertura amplia y diversificada de las campañas, como fue el caso del Canal 11. Según el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), los espacios noticiosos de este canal público cubrieron 57 por ciento de los tiempos totales que la televisión dedicó a las campañas.

UN EJEMPLO CLARO de esta bifurcación se observó el miércoles 2 de julio, último día de publicidad de los partidos en la pantalla. Un seguimiento de los dos noticiarios estelares de Canal 2 y Canal 13, contabilizó en menos de una hora 35 espots de todos los partidos. Mientras la transmisión se saturaba de anuncios sobre los partidos, las notas informativas principales de Hechos y de El Noticiero no tenían relación con las elecciones: la historia de un joven rechazado en la Policía Federal Preventiva por usar tatuajes, el sistema para integrarse a las administradoras de fondos para el retiro, el festejo por los tres años del triunfo foxista, crónicas de nota roja, etcétera. El único ángulo interesante ocurrió cuando el programa de Canal 13, Elecciones 2003, entrevistaba a Jorge G. Castañeda en su papel de "agitador ciudadano del cambio". Al mismo tiempo, Canal 2 reproducía declaraciones del ex canciller negando las acusaciones de Ricardo Pascoe Pierce sobre el presunto financiamiento cubano-americano en la campaña foxista. Es decir, las cadenas televisivas se miran a sí mismas y compiten entre sí. La publicidad de las campañas les da recursos, no información.

3. ESCANDALOS Y espectáculo. La forma más clara de "ganar espacio" en los noticiarios de los medios electrónicos fue por conducto de los escándalos o de espectacularizar la noticia. Y en esta campaña tanto el Pemexgate como el caso Amigos de Fox ocuparon un lugar central en los informativos, incluyendo los medios impresos, al igual que la pugna por el exceso de espots de la Presidencia de la República que se transformó en el debate más prolongado y ácido de la campaña entre los partidos y el gobierno federal. La Presidencia de la República tuvo que recular dos veces, aun cuando el secretario de Gobernación, Santiago Creel, insistía en que no se violaba la ley. En efecto, el problema no es legal, sino de ética política y de despilfarro de recursos públicos en la pantalla.

EL ESPECTACULO SE dio por añadidura: vía publicidad los partidos compitieron por estar presentes en el Big brother II, los partidos de futbol o La academia; los candidatos-actores retroalimentaron más la pantalla que los políticos profesionales. Aquellos programas especiales con líderes partidistas, futuros coordinadores parlamentarios o candidatos identificados se transmitieron en los horarios de menor audiencia.

4. SECULARIZACION, DEBATE inesperado. El otro debate álgido en la opinión pública que trascendió por su difusión en los medios masivos fue producto de una iniciativa de los obispos católicos. Sus cartas, proclamas, sermones y admoniciones contra los partidos que apoyaran la homosexualidad, el aborto, el divorcio o el uso de anticonceptivos se convirtió, en forma inesperada, en el tema de buena parte de la campaña electoral. La derrota en términos de opinión pública para los jerarcas católicos volvió a documentarse: 80 por ciento de mil 48 personas que profesan la religión católica se opone a que la Iglesia se entrometa en u opine sobre política y elecciones, y 60 por ciento rechazó la posibilidad de que la religión forme parte del plan de estudios de las escuelas públicas. La encuesta fue dada a conocer el 3 de julio por la organización no gubernamental Católicas por el Derecho a Decidir.

Maltrato laboral en Canal 40

PARADOJA TERRIBLE DE un canal que pudo vencer a la segunda cadena televisiva más grande del país: después de que la mayoría de sus 400 trabajadores cerró filas para defender su empresa del ostentoso asalto al cerro del Chiquihuite, protagonizado por Televisión Azteca, ahora la dirección de CNI Canal 40 parece no saber o no querer retribuir esa muestra de solidaridad y aplica el mismo menosprecio frente a las condiciones laborales y salariales de quienes han logrado mantener ese espacio televisivo.

INFORMACION PROVENIENTE DEL propio canal revela que existe un profundo descontento entre, por lo menos, 280 trabajadores (incluyendo a camarógrafos, conductores, productores y reporteros) a quienes se adeudan salarios y se les niegan derechos laborales mínimos. En una carta firmada por los Trabajadores Unidos de CNI denuncian que mientras algunos directivos se aumentaron "discrecionalmente" salarios en 60 por ciento, al resto de los trabajadores se les adeudan hasta cuatro quincenas. Subrayan que hace cuatro años no ha habido incremento general de salarios y que frente a esta situación algunos conductores han decidido irse, como es el caso de la conductora Elisa Alanís, a quien se le debía un año de salario.

LA SITUACION, REVELAN LOS trabajadores, es desesperante y se augura la salida del conductor y vicepresidente de Noticias, Ciro Gómez Leyva, así como de 18 reporteros y camarógrafos, quienes emplazaron a Javier Moreno Valle a que si este 6 de julio no se resuelve su situación salarial abandonarán la empresa. El desdén del dueño del canal ha generado mayor descontento. Una carta enviada por los 18 trabajadores a Moreno Valle obtuvo como única respuesta: "Está bien, no trabajen".

"SI MORENO VALLE -subraya el boletín de los trabajadores- no puede vender parte de la empresa para rescatarla, si no puede cumplir con sus trabajadores, que nos haga socios para que al menos sea una inversión el sacrificio a que nos ha sometido, que valga la pena el jineteo que se ha hecho con nuestro dinero. Ya lo salvamos una vez, no vamos a volver a hacerlo. Hoy, lo menos que podemos exigir es que él nos corresponda."

Décimo aniversario de un canal cultural

EL CANAL 22 anda de fiesta. El 23 de junio cumplió sus 10 años de creación y el viernes 4 de julio celebró con un baile en el Salón México. Esta estación, forjada en sus primeros años por José María Pérez Gay y un nutrido grupo de intelectuales y artistas que le demandaron al gobierno federal un espacio de este tipo en la pantalla, anuncia ahora una "nueva proyección" bajo el nombre de Canal 22 Internacional, que llegará a nueve estados con fuerte presencia latinoamericana en Estados Unidos. Este es uno de los proyectos más ambiciosos del canal dirigido por Enrique Strauss.

EL BALANCE DE 10 años de vida de esta emisora está por hacerse. Si bien ha logrado permanecer y renovar su producción -desde noticiarios de información general, ágiles y críticos, como los producidos sobre la invasión a Irak, hasta debates políticos y transmisión de partidos de futbol durante el Mundial de 2002, que le acarrearon críticas-, Canal 22 posee aún la virtud de ser de los pocos espacios donde se observan series por las que ningún canal comercial apuesta. Dos de esos programas fueron los documentales Señorita extraviada, de Lourdes Portillo, sobre el feminicidio en Ciudad Juárez, y el de Fronteras, de Carlos Bolado, sobre la realidad en la frontera norte de la República.

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