México D.F. Domingo 6 de julio de 2003
Ambos prepararon verdaderos ejércitos de militantes para defender sus votos en 4,713 casillas
PAN y PRI se enfrentan hoy en NL, entre sospechas y quejas mutuas
En la recta final de campañas los candidatos impusieron la diatriba y el golpeteo, antes que la comprensión a sus proyectos de gobierno Persiste el temor al abstencionismo
ROSA E. VARGAS Y DAVID CARRIZALES ENVIADA Y CORRESPONSAL
Monterrey, NL, 5 de julio. Sin haber logrado, aun en la recta final de las campañas, imponer la difusión y comprensión de sus propuestas de gobierno sobre el recurso del golpeteo y la diatriba, los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), se enfrentan este domingo en un escenario de sospechas y acusaciones mutuas, e inclusive el temor de que, al haber llevado a límites reprobables la confrontación, se produzca un elevado abstencionismo.
La importancia de Nuevo León en el concierto económico y productivo nacional dice mucho de lo que está en juego para las fuerzas políticas. El estado representa apenas 3.93 por ciento de la población nacional, pero contribuye con 7.05 del producto interno bruto (PIB) del país. Aquí tienen su origen y asiento varias de las industrias más grandes de México e inclusive de América Latina. Por eso los capitanes de empresa de Nuevo León son tan poderosos e influyentes y sus preferencias políticas siempre son un referente importante para ciudadanos y una ansiada búsqueda de los partidos.
Mañana podrán votar 2 millones 677 mil ciudadanos. Solamente el PAN y el PRI (que va en alianza con el Partido Verde Ecologista de México, Fuerza Ciudadana y el Partido Liberal Mexicano), lograron postular candidatos a todos los puestos en disputa: gubernatura, 26 diputaciones locales de mayoría y 16 de representación proporcional, así como 51 ayuntamientos. Y cabe mencionar que en forma concurrente se elegirán 11 diputados federales.
El Partido del Trabajo y el PRD cubrieron poco más de 30 de los 51 municipios con candidatos propios, mientras Convergencia no presentó candidato a gobernador, sólo registró aspirantes para algunas alcaldías de la zona metropolitana y se enfocó en las candidaturas a diputados locales de la zona urbana. México Posible, Alianza Social y el Partido de la Sociedad Nacionalista tuvieron una representación de candidatos todavía menor.
El PRI y el PAN se prepararon con verdaderos ejércitos de militantes para cuidar y defender los votos que se depositen en las 4 mil 713 casillas que se instalarán en todo el territorio estatal, o en su caso presentar impugnaciones con cientos de abogados en caso de detectar irregularidades. El tricolor alistó a 95 mil personas, el albiazul a 60 mil.
Ultimo exhorto a la civilidad
Todavía este sábado, el presidente de la Comisión Estatal Electoral (CEE), José Roble Flores Fernández, llamó a partidos, candidatos y ciudadanos, a sumarse a la "fiesta cívica" para que los comicios se realicen en forma pacífica y con apego a la legalidad.
Al término de una sesión extraordinaria, donde tomó posesión como nuevo comisionado ciudadano, Jorge Arnoldo Salazar Rodríguez, en sustitución de Alberto Carrillo García, quien renunció desde hace dos años "por motivos personales", el presidente de la CEE conminó a los actores del proceso electoral a que "nos ajustemos al marco de la ley; la mejor manera de alcanzar un proceso transparente, seguro y confiable es que todos hagamos nuestra parte, apegándonos estrictamente al marco normativo".
Añadió que sería un "caso extremo" la sustitución de funcionarios electorales que fueron seleccionados mediante insaculación y posteriormente capacitados; de ese modo minimizó el riesgo de que surta efecto el operativo que denunció Acción Nacional, en el sentido de que el PRI instruyó a sus militantes a ser los primeros en las filas de votación, para que puedan ser designados funcionarios de las mesas directivas de casilla, en caso de que no acudan los titulares y suplentes de las mismas.
"No queremos hablar de ese tipo de situaciones, el mensaje que nosotros queremos enviar es que se trata de una fiesta organizada por ciudadanos para los ciudadanos". Pero acotó: "todos los partidos tienen el derecho de impugnar aquellas situaciones que consideren se apartan del marco de la ley".
Sin embargo, frente al optimismo de la autoridad electoral, en los cuarteles del PAN y del PRI denuncian y filtran los ardides que estarían preparando los contrarios.
Curiosamente, en ambos casos se habla de estrategias muy parecidas: compra o renta de credenciales, acarreo de votantes, demora deliberada en la apertura de casillas, impugnación apresurada de los resultados de la votación, inutilización de boletas, presión sobre votantes, pago a funcionarios de casillas para que no acudan a cumplir con su trabajo, empadronamiento masivo en algunas zonas rurales de ciudadanos de Tamaulipas, difusión temprana y masiva de "pruebas'' sobre irregularidades para inhibir la participación de sufragantes, etcétera.
Todos estas estratagemas de las que si bien ningún partido ha presentado evidencias contundentes, panistas y priístas explican con profusión como algo que está "hecho y armado'' para ser puesto en práctica recién se inicie la jornada electoral.
Una muestra del interés que ha despertado este proceso electoral está en la anunciada presencia del presidente de la Concanaco, Raúl Alejandro Padilla Orozco, en calidad de observador, y dará una conferencia de prensa junto con los dirigentes locales del organismo para informar sobre las incidencias del operativo de vigilancia Vota y reporta.
Alrededor de cien comunicadores están acreditados ante la CEE, cerca de 250 más ante los equipos partidistas, mismos que rentaron varios salones de dos céntricos hoteles para instalar sus respectivos centros de operaciones.
La guerra sucia, pantomima: investigador de la UANL
Esta contienda sorprendió a diversos analistas políticos, por el nivel de ataques, inclusive personales, que prevalecieron durante la campaña. Para el investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Raúl Rubio Cano, la guerra sucia entre los abanderados del PRI, José Natividad González Parás, y del PAN, Mauricio Fernández Garza, fue una verdadera acción de pantomima política que él ve como un intento por ocultar los verdaderos problemas del estado.
En otros periodos electorales, admitió, hubo enfrentamientos entre equipos de porros golpeadores, se organizó "alquimia'' e ingeniería electoral, "pero no se había manifestado con tanta beligerancia ese nivel de dimes y diretes entre los dirigentes y candidatos".
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