México D.F. Domingo 6 de julio de 2003
Cada día, unas mil personas de provincia lo visitan en busca de atención barata y eficiente
Enfermos pobres, los más afectados por las carencias en el Hospital Juárez
El desabasto obliga a que las personas internadas compren de su bolsillo los medicamentos
ANGELES CRUZ
Carlos tiene seis años de edad y desde hace 10 días está internado en el Hospital Juárez de México a causa del asma bronquial que padece. Ayer su padre recorría la sala de espera en busca de ayuda. No tenía un centavo en la bolsa y necesitaba 136 pesos para comprar un medicamento que ayudaría a su hijo a mejorar su respiración.
El hombre, muy delgado y de baja estatura, trabaja de acomodador de coches en un bar de la Zona Rosa, pero "gano muy poco. No alcanza para nada y luego con el niño aquí, menos", lamenta mientras mueve los papeles del diagnóstico y la receta médica del niño.
Dice que los doctores han tratado bien a su hijo. "Son muy buenos y me han ayudado, pero esto (la medicina) necesito traerlo. Me dijeron que ellos no tienen". Lo anterior ocurre a pesar de que según el director del hospital, Heriberto Pérez Terrazas, a los pacientes internados se les proporcionan todas las medicinas que necesitan.
Alrededor de mil enfermos provenientes de diversas entidades del país llegan a diario al Hospital Juárez de México en busca de aliviar sus males. Noemí es una de ellas. Durante el último año se le ha sometido a diálisis todos los días. Es candidata a trasplante de riñón y llegó a esta unidad médica porque en el estado de México, donde vive, ningún médico ni institución le ofreció alguna alternativa para salvar su vida.
Sufre insuficiencia renal a causa de complicaciones durante un embarazo. Tuvo la presión arterial alta e inclusive por esa misma causa su parto se adelantó. Noemí tiene 24 años y casi no puede hacer nada porque está muy débil. "Casi siempre se siente mal y tampoco puede cuidar a su niña", relata su madre mientras la espera a que salga de consulta.
"Venimos aquí -dice- porque allá en Tenango del Valle ya no le hacían nada, ni en Toluca. Sólo la dializaban y yo cada vez la veía peor". Cada viaje al Juárez de México les cuesta alrededor de 400 pesos entre pasajes, consultas y estudios de laboratorio, que "con mucho esfuerzo conseguimos, porque si no ni modo que la dejemos que se muera, así nomás", señala la señora.
La pobreza es el común denominador de los pacientes que acuden al Hospital Juárez. Esa misma carencia de recursos se convierte en muchas ocasiones en el obstáculo que les impide recobrar su salud. La familia de Noemí, por ejemplo, necesita tener "en reserva" 40 mil pesos para que si el riñón de su esposo resulta compatible con el organismo de ella, se pueda realizar el trasplante.
Hasta ahora desconocen cuánto costará la operación, pero los médicos les han advertido que para evitar el rechazo del órgano, en adelante Noemí deberá tomar un medicamento cuyo costo es muy elevado. El dinero también les sería de utilidad si ocurre alguna complicación en la cirugía o después de la misma.
En el aire se queda la pregunta sobre cómo conseguirán los 40 mil pesos. La única respuesta de la señora fue el silencio y un movimiento de los hombros hacia arriba.
Durante el recorrido que realizó La Jornada por las diversas áreas de consulta externa del hospital se pudo constatar el deterioro del inmueble por la falta de mantenimiento.
El Hospital Juárez de México presta servicio para las diversas especialidades médicas desde la atención del parto hasta tratamientos para cáncer y trasplante de órganos. Las consultas cuestan 35 pesos, mismos que los pacientes deben sufragar antes de pasar a revisión.
Sin embargo, ese gasto dejará de existir a partir de este lunes, debido a que los médicos de base -en una situación que no se veía en más de 30 años- se encuentran desde el pasado jueves en asamblea permanente. Decidieron no cobrar los servicios que presta el nosocomio, como una manera de respaldar las demandas de los médicos residentes e impedir su reubicación a otras instituciones del sector salud. Los becarios cumplen hoy 19 días en asamblea permanente. Demandan mejores condiciones para su enseñanza y el desarrollo de sus actividades, en particular denunciaron la carencia de equipos como la tomografía axial computariza, la resonancia magnética y la continua falla que presenta el resto de los instrumentos de diagnóstico clínico.
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