México D.F. Miércoles 9 de julio de 2003
Nuevo realismo y posvanguardia en las Américas,
nuevo libro de la crítica de arte
La cultura se erige en contrapeso de la globalización,
asevera Raquel Tibol
Las artes plásticas viven un momento multidireccional,
como la música, la poesía o la literatura, señala
Hacen falta ''provocaciones profundas y no juegos livianos''
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Las artes plásticas viven un momento plural, como
ocurre en música, poesía o literatura. Es un momento multidireccional,
señala la crítica de arte Raquel Tibol, quien la próxima
semana presentará su libro Nuevo realismo y posvanguardia en
las Américas, en el que recopila 26 textos de su archivo personal,
reserva documental que este año cumplió 50 décadas.
Tibol llama a hacer una reflexión acerca de la
situación del arte posconceptual ante el fracaso de la Bienal de
Venecia, el cual atribuyó -en entrevista con La Jornada-
''a la sobrevaloración de la importancia de ciertas corrientes.
''En un mundo tan trágico como el que nos ha tocado
al inicio de este milenio, desesperanzado, amargo, estamos requiriendo
no sólo de algo que compense, sino que despierte el espíritu,
que alimente esperanzas. Eso le corresponde a todos los aspectos de la
producción estética, sea ópera, sea concierto o artes
plásticas. Hacen falta críticas profundas, provocaciones
profundas y no juegos livianos", explica.
Las corrientes actuales heredaron su ansia de provocación
de artistas como Deschamps o Dalí, pero ''mientras algunas provocaciones
tienen una fuerte significación -como por ejemplo las de Brecht
en teatro- ahora ocurre todo lo contrario. Se busca la 'no significación'".
La provocación ''es cuando uno logra rascar en
lo más profundo de una situación más o menos generalizada.
No es sinónimo de escándalo. Hacer un chispazo no es una
provocación. Una provocación cala más adentro, deja
huella, abre puertas. Es otra cosa".
Orden poco ortodoxo
Para su nuevo libro, Raquel Tibol (Argentina, 1923) revisó
su archivo, eligió los textos bajo un mismo tema y rescribió
algunos. ''No tengo miedo a escribirlos de nuevo porque no los condimento
con ideas de este momento. No me parece honesto. En algunos casos hay una
relaboración pero ello no significa volver a pensar el tema porque
eso sería falsificar el enfoque que tuve cuando lo escribí.
Lo que hay es un trabajo literario y no un trabajo de ideas".
Al revisar ese archivo, cuyo orden ''es poco ortodoxo",
la crítica de arte se dio cuenta de que poco fue el material que
envejeció. ''Sostengo que la crítica de arte es un género
literario y siento que mis escritos no han envejecido", agrega quien entre
sus facetas tiene la de haber escrito numerosos artículos políticos
en la revista Política, en la que trabajó de secretaria
de redacción. ''Algún día tendré que recolectar
mis artículos de carácter político."
En su libro Tibol busca de nuevo romper la tesis de la
existencia de arte de países centrales y países marginales.
''Nunca me he sentido, como crítica de arte, que estoy escribiendo
sobre un arte de país marginal, ni me he puesto a cotejar si soy
marginal o central. Esta etapa de globalización corresponde a la
cuestión financiera, económica, técnica, armamentista
o imperialista, pero no a la cultura. La cultura está haciendo contrapeso.
Entonces no hay culturas mayores o menores."
Nuevo realismo y posvanguardia en las Américas
(Plaza & Janés) se presentará el día 16 a
las 19 horas en el museo Tamayo (Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec).
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