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México D.F. Lunes 14 de julio de 2003
Iván Restrepo
En riesgo, un buen funcionario en Quintana Roo
Cuando lo común es que la población se queje de los malos servidores públicos, de la corrupción que los acompaña y de la ineficiencia con que desempeñan sus cargos, sorprende cuando a alguno se le reconoce porque cumple con su deber, para lo que se le paga con dinero público. Precisamente ahora diversas agrupaciones sociales, económicas y ambientales de Quintana Roo expresan su satisfacción por la labor que realiza el delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en dicha entidad, la que suma el mayor número de violaciones e irregularidades en el campo ambiental. Su nombre: José de Jesús Infante de Alba.
El citado funcionario apenas lleva unos meses en el cargo y su llegada no pudo ser más oportuna: el anterior delegado, José Antonio Arjona, y su gente de confianza habían sido destituidos. Aunque oficialmente nada se dijo de las causas que motivaron el cese, todo apunta a los numerosos casos de corrupción e ineficiencia en que se vieron envueltos, algunos de los cuales fueron inocultables por su magnitud. Por ejemplo, haber tolerado la construcción en Cancún de un gigantesco hotel, el Riu, perteneciente a una cadena española, no obstante que ésta no contaba con la evaluación de riesgo e impacto ambiental. Este monumento de concreto a la impunidad se levantó a la vista de miles de personas y con la evidente complicidad del anterior delegado y su personal de confianza. Luego vino el otorgamiento de licencias para construir una terminal marítima en Playa del Carmen, violando normas ambientales y afectando a la población, el turismo y los recursos marinos. Y la autorización para edificar un home port en el parque recreativo de Xcaret, que ni es ecológico ni "paraíso sagrado de la naturaleza" como propagan sus influyentes dueños. Sin faltar la concesión de diversas licencias para la construcción o ampliación de hoteles y casas situadas en plena zona marítima federal terrestre.
Aunque hubo evidencias de corrupción, complicidad y negligencia por parte de los ex funcionarios, las autoridades dejaron pasar la oportunidad de sentar un provechoso precedente y sancionar conforme a las leyes vigentes el mal desempeño de quienes debieron estar al servicio de la sociedad y no de particulares con poder económico. En el colmo, uno de los funcionarios cesados ahora se desempeña con notable éxito como gestor de intereses privados ante la Semarnat. Bien conoce al monstruo por dentro.
Tocó a Infante de Alba comenzar a borrar la mala imagen dejada por su antecesor, rompiendo cotos de poder y disminuyendo el espacio que ocupaban las mafias en una entidad donde la infraestructura turística crece anárquica y aceleradamente y a la cual los capitales locales e internacionales (algunos de sospechoso origen) llegan en abundancia. Además, abrió canales de comunicación y gestión, atendiendo las demandas ciudadanas con la idea de resolver los numerosos y agudos problemas que se presentan en el área de su competencia. Esto en medio de la desconfianza hacia el actuar oficial, la corrupción y el influyentismo que aún no terminan y reinan en otras instancias locales, estatales y federales.
En la carta que acaban de enviar al secretario Víctor Lichtinger, solicitando la ratificación del ingeniero Infante de Alba como delegado en Quintana Roo, las organizaciones ciudadanas expresan que así como han sido críticas del quehacer de ciertos servidores públicos, también reconocen aciertos y el buen desempeño, como el que mencionamos. De paso, piden la remoción del delegado de la Procuraduría Federal de Protección del Ambiente, Fernando Hoil Escamilla, envuelto en más de un huracán por negligencia y sospecha de corrupción.
En el fondo la carta busca evitar que Infante de Alba sea removido como delegado. Existe el rumor de que en su lugar quedaría alguien que trabajó en un despacho ligado a la empresa consultora que manejaba Lichtinger antes de que el presidente Fox lo designara secretario de Estado.
Esa es la lectura que dan en la localidad a la posible remoción de Infante de Alba. De ser cierta, esta muestra de amiguismo en nada ayudaría al titular de Semarnat, quien tienen suficientes enemigos dentro del gabinete, así como en los estados donde ha actuado para hacer cumplir la ley, como en el caso de las playas contaminadas. Si se trata de un rumor más en su contra, bien haría en aclararlo públicamente.
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