CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Sobre los espacios del magistrado Terrazas

COMO LAS preferencias literarias del magistrado del Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF), Rodolfo Terrazas, se dan por el lado de la novela, a la que le concede algo de su muy valioso tiempo, nada más por llevarle la contraria les cuento otra historia real, donde el mismo hombre (perdón por la procacidad), el caballero Terrazas, que tanto se queja de la misoginia que según él se despliega en este espacio, es el actor principal.

"...EN EL Tribunal Electoral del Distrito Federal, por parte de algunos magistrados existe un ambiente de discriminación hacia las mujeres que raya en Misoginia (con mayúscula, como en el original), lo que puede constatarse al ver que soy la única mujer que cuenta con un puesto directivo, siendo únicamente hombres los que desempeñan el resto de los cargos de responsabilidad. En virtud de dicha situación, varios de los magistrados me han dado un trato que raya en lo despótico, al degradarme al grado de considerarme casi como su servidumbre, en virtud de encomendarme asuntos incluso de índole personal de los magistrados, que nada tiene que ver con la función que desempeño, por lo que una vez más se ha vulnerado mi derecho humano a ser tratada de forma digna y a no ser discriminada por razones de sexo o nivel, lo que ha acontecido varias veces por los integrantes del mencionado Pleno del Tribunal".

EL ENTRECOMILLADO anterior forma parte de la denuncia que presentó ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal la entonces secretaria administrativa del Tribunal Electoral del Distrito Federal, Adriana Rodríguez Servín, el 6 de marzo de este año.

Y USTED, lector, se preguntará: ¿qué demonios tiene que ver el inmaculado y puro magistrado con la cita? Pues bien, la señora Rodríguez Servín, quien habla del trato despótico al que fue sometida por "algunos" de los magistrados, señala a uno que, según cuenta la hoy ex funcionaria del tribunal, fue quien la acusó de haber cometido una serie de errores administrativos. Falsamente, según explica Rodríguez Servín en su denuncia ante la CDHDF.

SI, USTED ya lo adivinó, se trata ni más ni menos que del magistrado Terrazas, quien, según se asienta en la denuncia, llevó a Adriana Rodríguez a un "proceso inquisitorial".

AUNQUE NO precisa quiénes, la ex funcionaria también habla de una revancha política en contra del ex presidente del mismo organismo, Raciel Garrido, quien curiosamente fue el único magistrado que votó en contra de la resolución que dejó impune al Partido Acción Nacional por el multicitado asunto de la venta de candidaturas.

LA ACUSACION dice así: "Cabe señalar que también se me ha coaccionado por varios magistrados con el fin de involucrar en este penoso asunto al anterior presidente del Tribunal, magistrado Raciel Garrido Maldonado, quien me invitó a colaborar con él a inicio de su gestión. De lo anterior se desprende que este procedimiento, que se ha incoado en mi contra, es una revancha política de los integrantes del tribunal en contra del anterior presidente".

ES NECESARIO señalar que esta cita cabe sólo para apoyar la denuncia de la señora Rodríguez en el sentido del ambiente de abuso al que hace alusión y no para señalar a Terrazas como el autor de tal grilla.

Y PARA finalizar ahí les va otra: "...Es evidente que existe un abuso de poder por parte de algunos integrantes del Pleno del Tribunal Electoral del Distrito Federal, como son el Lic. Rodolfo Terrazas, Juan Martínez Veloz y Herminio Herrejón Silva, actual presidente, al utilizar sus atribuciones y facultades a su antojo y sin respetar en lo más mínimo no sólo mis garantías individuales, sino mis más elementales derechos humanos al cometerse un atropello, al instaurar un proceso inquisitorial en el que sin importar la verdad del caso sólo se pretende hacer un linchamiento de mi persona".

BIENVENIDO AL club de la misoginia, señor magistrado.

POR CIERTO, esperamos que esta columna no sea censurada por el magistrado Martínez Veloz de la síntesis informativa del TEDF.
 

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