México D.F. Miércoles 16 de julio de 2003
El país avanzará al ritmo impuesto por el equilibrio de poderes, sostiene
No variarán modelo de desarrollo ni propuestas de reformas, advierte Fox
En foro de The Economist el Presidente reitera su llamado a construir consensos
JUAN MANUEL VENEGAS
En el balance y nueva defensa que hizo ayer de la primera etapa de su gestión, el presidente Vicente Fox Quesada dejó en claro que no variará en nada su modelo de desarrollo ni sus propuestas de reformas; para él, todo marcha conforme a lo planeado y ahora sólo faltan los acuerdos para construir "mayorías responsables" que hagan más eficaz la democracia. "Soy depositario del poder Ejecutivo, no su propietario", subrayó, por lo que el país avanzará "al ritmo impuesto por el equilibrio de poderes".
En tal sentido, pidió de los otros poderes y del resto de las fuerzas políticas, "no su apoyo incondicional ni la aprobación gratuita", sino "el balance objetivo que sitúe en su justa dimensión lo que ha venido ocurriendo en el primer gobierno de la alternancia" y el reconocimiento de que "hay pendientes que saldar" para que México se consolide como una democracia más justa y una economía más equitativa, donde haya generación de empleos y superación de la pobreza.
De vuelta a su convocatoria a los consensos -que ha sido una constante desde que se dieron a conocer los resultados de los comicios del 6 de julio-, apuntó: "estas son las propuestas de un gobierno democrático y consciente del histórico papel que le corresponde (...) somos el aval de una transición ordenada y pacífica; estamos conscientes de que hay todavía muchas inercias que vencer, de que sobre la mesa hay cuestiones que debemos atender".
Pero el camino ya está andado, consideró Fox, pues "después de sentar las bases estos dos primeros años, hoy tenemos la experiencia y hoy todas las fuerzas políticas han expresado su voluntad de construir acuerdos por el bien de México".
De país de trabajadores, México será nación de emprendedores, dice
Con una "conferencia magistral", el Presidente inauguró este martes la 13 Mesa redonda con el gobierno de México, de la revista The Economist y TvAzteca. Empresarios, ejecutivos de empresas, académicos y analistas escucharon en un hotel capitalino lo que pareció un informe de la administración foxista.
De entrada, planteó el mandatario: "no es tiempo de dudar ni de dar marcha atrás; tenemos un proyecto de largo aliento que guía nuestra acción". Y expuso las tres líneas estratégicas que han guiado su "modelo de desarrollo": crecimiento económico con calidad, combate a la pobreza e inclusión de los grupos más marginados en el país; desarrollo humano y social con formación de capital humano, y gobernabilidad democrática basada en la seguridad, la tranquilidad y la paz social.
Todo con el propósito principal de hacer que la democracia en México "sea un instrumento eficaz en las nuevas condiciones de pluralidad política en las que vivimos".
En materia económica, enfatizó que mantendrá la rigidez en el control de las variables macroeconómicas. "Hemos orientado nuestros esfuerzos a consolidar la estabilidad, protegiendo los fundamentos de la economía y, sobre todo, protegiendo el patrimonio de cada familia en el país, evitando que se deteriore y pierda su valor (...) ante los acontecimientos adversos del escenario externo, hemos reaccionado con oportunidad y con disciplina, y ello nos ha permitido sortear las dificultades mejor que otras economías emergentes y mantener las condiciones para relanzar el crecimiento".
Puntualizó: "la estabilidad económica es la piedra angular de cualquier proyecto con visión de futuro. Toda política de crecimiento que ponga en riesgo la estabilidad es, necesariamente, efímera, y a la larga termina con resultados contrarios a los que originalmente se propuso". Bajo esta premisa, según Fox, los logros hasta ahora "son importantes", pues la inflación, las tasas de interés y el riesgo-país han disminuido a niveles históricos, al tiempo que "disponemos de las reservas internacionales más altas de la historia nacional".
Y con ello manifestó su absoluto "rechazo a la salida fácil de hipotecar nuevamente el futuro del país. Este es un gobierno responsable, que está decidido a hacer crecer al país sobre bases sólidas y con financiamiento sano".
A nivel doméstico enumeró otros logros, ya que si bien uno de los "grandes pendientes" es la generación de empleo, "estamos activamente avanzando de un país de trabajadores a un país de emprendedores (...) así lo demuestra un millón de ciudadanos que se han sumado, en los pasados dos años, a la población económicamente activa".
De igual forma, se "consolida el mercado interno" con inversiones este año de alrededor de 40 mil millones de dólares en vivienda, energía e infraestructura, en tanto que la banca comercial dispuso "de poco más de 17 mil millones de dólares" para financiar créditos a todos los mexicanos, así como a pequeñas y medianas empresas.
No más confrontaciones, pide
Mencionó otros "logros" a dos años de la alternancia: la modernización de la Procuraduría General de la República con la creación de la Agencia Federal de Investigación; el establecimiento de la Secretaría de Seguridad Pública; la aprobación de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental; el impulso al federalismo y el respeto a la soberanía estatal y municipal; la firma del Acuerdo Nacional para el Campo y la reordenación del sistema financiero rural, así como las "inversiones" que han permitido la disminución de la pobreza...
Con esto, manifestó Fox, se "han sentado las bases", por lo que ahora la sociedad exige "entendimiento y acuerdo entre los distintos actores políticos, económicos y sociales".
A esos actores demandó, finalmente, "unidad en torno al interés nacional, por la gobernabilidad democrática, por la seguridad y por la vigencia del estado de derecho. šNo es momento para más confrontaciones!", concluyó el mandatario.
Por la noche, un último mensaje en entrevista televisiva: "Que nadie piense que este gobierno está débil."
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