México D.F. Viernes 18 de julio de 2003
Igualar lo ganado en Mar del Plata, idealista;
superar Winnipeg, realista: Vargas
La delegación panamericana viaja con las esperanzas
de los mexicanos: Fox
La velocista Ana Guevara, por segunda vez abanderada
en el presente ciclo olímpico
La ceremonia, breve, se realizó en el Campo Marte
con un tercio de los deportistas participantes
ABRIL DEL RIO
El presidente Vicente Fox alentó a los deportistas
mexicanos a "luchar hasta el límite de sus capacidades" en los Juegos
Panamericanos de Santo Domingo 2003, y los responsabilizó de ser
"depositarios de los anhelos y las esperanzas de millones de personas en
nuestro país".
El mandatario encabezó la breve ceremonia de abanderamiento
de la delegación en el Campo Marte, donde unos 150 deportistas,
menos de la tercera parte de los 422 atletas -la representación
más amplia en la historia del deporte mexicano en una justa continental-,
escucharon el mensaje del Presidente, quien elogió los logros de
algunos integrantes del contingente que destacan por los sitios de honor
en sus disciplinas.
Son la prueba de que México forja campeones:
Fox
"Son
la cara fuerte del deporte nacional, son la prueba indiscutible de que
en México se está forjando una nueva generación de
campeones", dijo, y resaltó que "tienen todo para alcanzar el éxito
en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo. Llegó la hora de dejar
constancia de la calidad y el carácter de las y los deportistas
mexicanos", expresó en parte del discurso de cara a la justa a realizarse
del primero al 17 de agosto, en la que los vencedores "serán nuestra
más firme promesa" rumbo a los Olímpicos de Atenas 2004.
La velocista Ana Guevara, quien inició el ciclo
olímpico como abanderada de la delegación, recibió
el lábaro patrio, y tras el juramento, el acto se dio por terminado
sin concluir con el protocolo usual de honores para despedir a la bandera.
No obstante su nutrida agenda de actividades, Fox y su
esposa Marta Sahagún, acompañados por Santiago Creel, secretario
de Gobernación, habían hecho esa parada en la instalación
militar y se dieron tiempo para saludar de entrada a algunos deportistas,
en cuyo estrado figuraron también Reyes Tamez, secretario de Educación;
Nelson Vargas, titular de la Comisión de Cultura Física y
Deporte; Felipe Muñoz, del Comité Olímpico Mexicano,
y Mario Vázquez Raña, de la Organización Deportiva
Panamericana.
Muñoz Kapamas, primero en tomar el micrófono,
agradeció el apoyo gubernamental, pero sobre todo al "esfuerzo de
los deportistas", a quienes más tarde ofrecería un banquete
en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano, a manera de convivio.
Vargas Basáñez inició su discurso
reconociendo que si bien México ganó los Juegos Centroamericanos
y del Caribe, no puede considerarse líder regional, pues ante la
ausencia de Cuba en aquel certamen, el parámetro no es el real rumbo
a Santo Domingo 2003.
Señaló en su discurso que "lo deseable"
sería superar las 23 medallas de oro obtenidas en Mar del Plata
95, aunque más tarde admitiría que ese es el deseo "idealista",
y que el "realista" es obtener más de las 57 preseas, con sólo
11 doradas, además de 16 de plata y 30 de bronce, que los deportistas
mexicanos ganaron en la edición anterior de Winnipeg 99.
"Lo posible, dijo Vargas, será mejorar lo hecho
hace cuatro años (Winnipeg). El reto interno se reflejará
en un mayor número de finalistas y también en la explosividad
y la pasión que llevará a estos deportistas a mejorar sus
propias marcas y resultados", afirmó el dirigente.
Los deportistas, unos más que otros acostumbrados
a los discursos, lucían relajados y a la vez entusiastas de frente
al objetivo. Más allá de las frases hechas, el taekwondoin
Víctor Estrada, uno de los hombres de experiencia en la delegación,
mencionó que "para mí son dos sentimientos encontrados porque
serán mis últimos Panamericanos, así que hay nostalgia,
pero también el doble de ganas de esforzarme para hacer un buen
cierre en mi carrera deportiva".
El primer contingente de deportistas viajará al
país caribeño el próximo día 30.
|