México D.F. Lunes 21 de julio de 2003
ENTREVISTA /SAMUEL
DEL VILLAR, PRESIDENTE DE LA COMISION PARA LA LEGALIDAD Y TRANSPARENCIA
La partidocracia salinista se enquistó en
el PRD
CONSTITUIDAS EN FORMA FRAUDULENTA, 40% DE LAS DIRECCIONES
ESTATALES
MIGUEL ANGEL VELAZQUEZ
La revolución democrática provocada en 1988
por el fraude electoral se ha visto confundida, pervertida, contagiada
por un sistema partidocrático instaurado durante el salinismo
que se infiltró, ''golpeó y dañó severamente''
los valores de la legalidad que inspiraron la creación del Partido
de la Revolución Democrática con los antivalores de la corrupción
(al grado que 40 por ciento de las direcciones estatales se constituyeron
en forma fraudulenta).
Samuel del Villar, presidente de la Comisión para
la Legalidad y la Transparencia del PRD, desentraña los vicios y
la corruptela electoral de los comicios internos de su partido y asegura
que los fraudes cometidos en aquellas elecciones tienen una estrecha relación
con la escasa votación obtenida por el sol azteca en 20 estados.
Hombre de leyes a quien disgustan las especulaciones,
Del Villar empieza por recordar que en octubre del año pasado se
presentó ante el consejo nacional perredista el informe final de
las elecciones internas que efectuó esa organización política
en marzo de 2002, donde se comprobó que el proceso interno estuvo
''plagado'' de fraudes, con los términos usados por el propio congreso
nacional del partido al instituir la comisión.
''El fraude electoral que inspiró la lucha del
PRD por instaurar la democracia en México, el cáncer del
fraude ha llegado a la base misma del partido y no puede ser compatible
con el desarrollo del mismo y con las posibilidades, incluso, de que el
perredismo auténtico subsista en la negación de la razón
de ser del partido.''
Desde aquel octubre, y no obstante el diagnóstico
y las advertencias claras a que daba lugar la investigación, la
dirección nacional de ese partido decidió ignorar, cuando
menos hasta la fecha -ocho meses después-, la urgencia de recomposición
a que llamaba el informe.
''Fueron elecciones fraudulentas, una decena: Chiapas,
San Luis Potosí, Michoacán, Aguascalientes, Tamaulipas, Campeche,
Chihuahua, una elección de secretaría general en Zacatecas
y algunas de Baja California, estado de México, en Jalisco... y
a esto se añadieron las elecciones que el propio comité ejecutivo
del partido declaró desiertas por fraudulentas en Veracruz, Oaxaca,
Hidalgo y Puebla.
''Sin
especulaciones, con los datos claros, se puede decir que al menos 40 por
ciento de las direcciones estatales del partido están constituidas
sobre bases de fraude, y lo que recomendó la comisión es
que se procediera a que se restableciese la legalidad de acuerdo con los
propios estatutos, para que el PRD pudiese entrar a las siguientes elecciones
de acuerdo con la solidez de sus principios democráticos, con la
autoridad moral que le dan esos principios y de ahí que el consejo
nacional, de acuerdo con el mandato que tenía, no debiera haber
reconocido las posiciones políticas fundadas en el fraude.''
Pero no fue así, aunque el congreso nacional ordenaba
al consejo que tomara las medidas necesarias para resarcir los daños
políticos causados a los militantes defraudados, este último
no asumió su responsabilidad y remitió el asunto a la Comisión
Nacional de Garantías y Vigilancia, pero esa instancia no podía
remediar los ''daños tan profundos'' causados por el fraude.
-¿Esto cambió de alguna manera el rumbo,
el rostro del PRD?
-Pues sí, yo creo que los resultados tienen dos
formas; es decir, la base del partido sigue estando en el millón
de personas que fue a votar. La militancia está fundada en los valores
que llevaron a 654 compañeros a perder la vida por esos mismos valores.
Creo que eso sigue vigente y están en lo expresado por Cárdenas
y López Obrador, en la idea fundamental de servicio a la población.
''Por otro lado, está la tendencia exactamente
opuesta, es decir, vamos a utilizar el fraude electoral, vamos a utilizar
la violación a la ley, vamos a la partidocracia instituida
por Salinas para que los partidos políticos utilicen a la población
a su servicio, en lugar de servir a la población.
''Esto es muy importante: el PRD se distinguió
durante todo el salinato por ser el único partido que era realmente
democrático. Salinas viene instituyendo reformas políticas
sucesivas, substituye el autoritarismo y la arbitrariedad con base en la
Presidencia de la República, por un régimen partidocrático
que confundiese la democracia. Entonces, el PRD se distinguió, con
los liderazgos de Cárdenas y López Obrador, por no aceptar
esa simulación de la democracia. El sistema de valores nacionales
está en crisis por ese régimen de confusión de partidocracia
con democracia.
''En el PRD entraron los vicios de los otros partidos
y los vicios que deliberadamente, en la llamada transición salinista,
deformaron la democracia y subordinaron los intereses y los valores de
la población a esa partidocracia, y cuando se corrompe esa legalidad
protectora de los derechos de la población se pierde el rumbo.
''Quizá la forma más grave de este fenómeno
es que ahora vemos que las personas más íntimas, más
cercanas a Salinas, (entre ellas) la que le entregó la banda presidencial,
quien pretendió legitimar lo ilegitimable, el fraude electoral en
1988, que hundió al país, el gran fraude electoral que determinó
la revolución democrática encabezada por el PRD, ahora esos
grandes defraudadores están en el partido.
''Cada uno de ellos tomó el curso que quiso, pero
ciertamente no tomaron el curso de la revolución democrática
y en ningún momento han acreditado su convicción por ella
y por la legalidad, que es la esencia del Partido de la Revolución
Democrática, sino todo lo contrario.''
-¿Y cómo hay que entender la partidocracia?
-La partidocracia es la perversión de esa
representación del pueblo. Son los intereses de partido independientes
de los de la gente, los que se representan en el Poder Legislativo, en
el Ejecutivo, y bajo ese régimen los segmentos de la población
que tienen la representación son los hombres más ricos, los
más poderosos, las corporaciones, los que tienen mayor capacidad
de corromper el proceso político, mientras que la representación
de la gente se pierde. Eso es lo que hemos vivido en México y no
es arbitrario que con este régimen partidocrático,
consolidado por Salinas, establecido y diseñado por él para
evitar la representación democrática, se marque el estancamiento
económico, la defraudación del voto. Es decir, la nación
está para servir a los intereses de los partidos y no los partidos
para servir a las naciones, esa es la perversión esencial.
-Y frente a todo ello, en el PRD no parece pasar nada.
¿Qué es lo que se tiene enfrente?
-Lo primero es limpiar la plaga de los fraudes electorales
cometidos en las elecciones internas; después, el congreso se debe
abocar a volver a los valores del partido y crear una institución.
Tenemos una crisis institucional en México; si el PRD no se puede
organizar institucionalmente para hacer valer los derechos de la gente
y se convierte en un partido más del régimen partidocrático
de Salinas, se acaba.
''Entonces, el gran dilema del organismo es cumplir con
las aspiraciones de los militantes, de la historia del partido, cumplir
con la herencia, con el compromiso adquirido con los 654 muertos que lucharon
por la democracia; unir sólidamente los liderazgos morales, unirse
y crear la institución del partido democrático.
''Cuando al pueblo de México se le cumple, se le
responde, el pueblo ratifica, como ha sucedido con los gobiernos perredistas
en el Distrito Federal. No se puede seguir por el camino de Salinas, quien
hizo seis reformas políticas para tapar un régimen fraudulento.
El PRD ya hizo una reforma que no resolvió nada y no debe utilizar
ese concepto para tapar una avería. Hay que enfrentar la realidad,
cumplir con lo que dicen los estatutos y no usar la retórica de
las reformas como una tapadera del problema.''
-Además de lo ya dicho, ¿se hallaron en
la investigación datos concretos que llevaran a probar que hubo
relación entre los fraudes en la elección interna y la pérdida
de votos en varios estados?
-Totalmente. Lo anticipó la comisión (para
la Legalidad y la Transparencia). En la investigación quedó
en claro que en varias entidades el membrete del partido era parte del
grupo político de los gobernadores para seguir engañando
a la gente.
-¿Se refiere usted a los gobernadores perredistas?
-No, básicamente se encontró que era hacia
los gobernadores priístas.
-¿Es decir, los órganos de dirección
estatales servían o sirven a intereses del PRI?
-Se encontró y está documentado. Algunos
fueron de Campeche, Tamaulipas, y otros con intereses antidemocráticos,
como Jalisco, pero todo viene en el informe.
-¿Usted considera que aún hay salvación
para el PRD?
-Primero se necesita hacer caso al llamado ético,
al cumplimiento de la ley, y después, como ya dije, unir los dos
liderazgos del partido: Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés
Manuel López Obrador; si existe esa cohesión ética,
sí, sí hay salvamento.
-Pero dentro del partido hay quienes aseguran que el camino
de la legalidad, el de las alianzas bien cuidadas, o incluso el de hacer
valer los estatutos, pretenden un partido imposible, puro.
-Son los corruptos de siempre que tratan de encubrir la
podredumbre propia, y lo grave es que a los llamados a cumplir con la ley
se les trate de confundir con formas de pureza. Ahora resulta que un antivalor
pesa más que la historia del partido.
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