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México D.F. Miércoles 23 de julio de 2003
Hasta las viejitas venden grapas, dice un cuidacoches
En Tepito la actividad clandestina comienza cuando se retira la policía
JOSEFINA QUINTERO MORALES
A partir de las seis de la tarde, cuando salen las células policiacas de Tepito, el cuerpo de seguridad que vigila al último el barrio, se inicia el verdadero mercado negro en la zona: venta de drogas, distribución de piratería y tarjetas clonadas.
Juan Hernández, comerciante de Tepito, refiere que "no es en la zona comercial donde se llevan a cabo los ilícitos. En la tarde-noche empieza a aparecer mucha gente, en su mayoría chavos que vienen de la Morelos para hacer sus negocios". Aquí esas cosas no son nuevas, comenta el hombre, de 32 años; "siempre ha habido muertes, y los polis lo saben y saben dónde están los delincuentes. Es más, hay judiciales de la agencia 51 del Misterio Público involucrados". Los peores, agrega, son los integrantes de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), porque "ahora, con el operativo de la procuraduría, se han aprovechado para agarrar a la gente. A uno de mis cuates lo amenazaron: si no soltaba 50 mil pesos le sembraban la droga".
Molesta, Verónica Vázquez, quien vive en la colonia Ampliación Morelos, delegación Cuauhtémoc, comenta que con los operativos "sólo se arman desmadres. ƑPor qué no agarran a los fuertes, que están en la calle Tenochtitlán 40, en Jesús Carranza y en Mineros?" Los matones son muy conocidos; ellos tienen el control de los carritos de papas, donde se distribuye la droga en el día. Comenta la mujer, vendedora de discos compactos, que por un lugar en la calle Jesús Carranza empezó "la bronca con El Johnny, el líder recientemente asesinado.
Un joven conocido como El Lucas, que cuida coches en el límite de las delegaciones Venustiano Carranza y Cuauhtémoc, explicó que en la noche las cosas cambian y "todos le entran, hasta las viejitas. Las ves sentaditas en sus puestos de dulces, pero debajo de la falda traen las grapas. Son vendedoras al menudeo y sacan su buena lana". En el barrio bravo todos se conocen y saben lo que pasa, pero pocos quieren hablar. No creen en la autoridad, conocen una forma de vivir en la que los asaltos y las muertes ya no les sorprenden, pero una cosa sí la saben hacer muy bien: "cuidarse a uno mismo".
Por su parte, Alma Castro, líder de comerciantes de la zona, manifestó que la presencia de la policía ha favorecido el combate a la inseguridad, pero es necesario hacer presencia las 24 horas. Agregó que ahora que las cosas están cambiado se debe aprovechar. "Porque, Ƒcuándo se habían visto policías caminando por las calles sin que protestáramos?" Afirma que deben permanecer más tiempo las células pie-tierra que desde mayo desplegó la Secretaría de Seguridad Pública para vigilar en la zona. "Las bandas de delincuentes no son gente de Tepito, sino que vienen de otras zonas para delinquir. Por ello es importante que haya policías, porque muchos de nuestros empleados y nosotros mismos como comerciantes hemos sido asaltados".
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