México D.F. Viernes 25 de julio de 2003
En foro contra el Plan Puebla-Panamá exponen también su oposición al ALCA
Grupos de 15 países llaman al EZLN a sumarse al rechazo a cumbre de la OMC
ROSA ROJAS
A propuesta de la delegación mexicana, alrededor de mil 600 representantes de organizaciones sociales de 15 países de Mesoamérica, el Caribe, Africa y Europa, reunidos en el cuarto Foro Mesoamericano por la Autodeterminación y la Resistencia de los Pueblos y contra el Plan Puebla-Panamá, realizado en Tegucigalpa, Honduras, invitaron ayer al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para que se sume a las jornadas mundiales de movilización contra la quinta reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), a celebrarse en Cancún, Quintana Roo, del 9 al 14 de septiembre próximo, informó la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni).
La invitación, dirigida al Comité Clandestino Revolucionario Indígena Comandancia General del EZLN y al subcomandante Marcos, apunta que los tratados de libre comercio, el Plan Puebla-Panamá (PPP), el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y la OMC se oponen y contradicen los derechos y culturas indígenas, así como los derechos de todos los pueblos.
"Su lucha es nuestra y la nuestra es de ustedes, por manifestarnos contra el sistema neoliberal", dice la invitación al EZLN, que enumera las coincidencias entre los participantes en el foro y los zapatistas, entre ellas: "que juntos trabajamos por construir nuestra utopía, un mundo mejor con justicia y dignidad para todos y todas, un mundo en el que quepan muchos mundos; que luchamos por conseguir democracia, libertad y justicia; que estamos declarados en resistencia contra todo aquello que atente contra los intereses y necesidades de los pueblos de Mesoamérica y del mundo entero".
La declaración final del foro afirma que "la apuesta del gobierno estadunidense por impulsar los tratados y acuerdos de libre comercio constituye una pieza fundamental de la nueva estrategia de seguridad nacional". La Casa Blanca, se añade, "utiliza el chantaje de los emigrantes ilegales como un arma para la obtención de sus objetivos estratégicos militares y comerciales".
Plantea, asimismo, la necesidad de establecer regulaciones al capital y ya no ceder más poderes a las trasnacionales. "Buscamos impedir que en la reunión de la OMC en Cancún se inicien nuevas negociaciones que multilateralicen las inversiones; propugnamos dejar fuera de la OMC la agricultura, la inversión, los aspectos de la propiedad intelectual, los servicios públicos y las reglas que limiten el papel del Estado y sus responsabilidades con los pueblos en la definición e impulso de los proyectos nacionales de desarrollo", se indica.
Los servicios públicos "constituyen derechos humanos fundamentales", por lo que rechazan categóricamente que sean considerados como mercancías sujetas a las leyes del mercado.
Se argumenta que los tratados comerciales, el PPP y el ALCA promueven un esquema de inversión extranjera directa basada en la producción maquiladora, la cual tiene como principal incentivo la flexibilización laboral y la sobrexplotación de los trabajadores -principalmente mujeres-. Frente a este modelo maquilador, se pronuncian por que la fuente de competitividad de las empresas "deje de ser la reducción de los costes laborales basados en la precarización de las condiciones de trabajo; y (por) reivindicar el cumplimiento de los derechos laborales y la definición de políticas nacionales de empleo que propendan a la creación de trabajos dignos".
Rechazan también el aprovechamiento del marco de los derechos de propiedad intelectual y las inversiones para legitimar los procesos de biopiratería en Mesoamérica, así como la represión contra las comunidades indígenas y afrodescendientes, que son objeto directo de los proyectos del PPP y de los tratados comerciales, "para ser despojados de sus tierras que ancestralmente les corresponden y que hoy los gobiernos promueven mediante privatizaciones, construcción de presas y represas, así como el trazado de carreteras que generan importantes impactos en esos sectores de la población".
Se manifiestan, en cambio, por la potenciación de un proyecto nacional fundamentado en principios democráticos, de sustentabilidad y que reduzca las profundas brechas de desigualdad -genérica, étnica, social y geográfica-, y por la construcción de un sistema de economía solidaria que satisfaga las necesidades humanas, basada en redes de producción y comercialización de productos y servicios comunitarios, que descansen en la organización comunitaria y en el empoderamiento de la población. Propugnan por un proyecto nacional de desarrollo que genere oportunidades para toda la población y que contribuya a la contención de los flujos migratorios nacionales e internacionales.
"Consideramos que la suscripción de acuerdos comerciales y el ALCA no es la única ni mucho menos la mejor vía que garantice una adecuada inserción económica externa para nuestros países. Rechazamos enérgicamente la suscripción del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y el proyecto del ALCA, que constituyen instrumentos para beneficiar los procesos de acumulación de capital de las empresas trasnacionales, cuya lógica violenta los más elementales derechos humanos. Nos pronunciamos por empujar un auténtico proceso de integración de los pueblos fundado en acuerdos de cooperación económica, social, ambiental, cultural, técnica y energética", señala el documento final del foro.
Asimismo se manifiestan por la desmilitarización y por el retiro inmediato de las bases militares estadunidenses. Exigen la no instalación de complejos de adiestramiento militar en la región, "la eliminación inmediata de los presupuestos militares y de los ejércitos, de manera que sus fondos sean transferidos a las áreas de desarrollo social".
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