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México D.F. Viernes 25 de julio de 2003
ECONOMIA MORAL
Julio Boltvinik
La economía moral es convocada a existir como
resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio
del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve
el hambre de la gente
Estratificación social y elecciones 2003
El PRI gana donde predominan indigentes, pero el PAN
mantiene distritos menos pobres
COMO RESULTADO DEL análisis de las elecciones municipales
del Edomex en 2000 y en 2003 (Economía Moral, La Jornada,
7 y 14 de marzo de 2003) derivé la hipótesis del predominio
de las preferencias electorales por el PAN entre la población no
pobre, por el PRI entre los indigentes y por el PRD entre los pobres no
indigentes (pobres cuyas carencias no son tan intensas y generalizadas
como las de los indigentes). Las elecciones federales de 2003 constituyen
una evidencia nacional para poner a prueba dicha hipótesis.
EN EL CUADRO 1 se presentan los resultados de las elecciones
de diputados de representación proporcional y la estratificación
social (indigentes, pobres no indigentes y no pobres) por entidad federativa.
Estas han sido ordenadas según el porcentaje de indigentes. Los
indigentes son quienes tienen una brecha de pobreza mayor a 0.5, lo que
significa, intuitivamente, que cumplen menos de la mitad de la norma para
no ser pobre. Los pobres no indigentes cumplen la mitad o más de
ésta, pero sin llegar a la totalidad. Los no pobres cumplen plenamente
las normas o las rebasan.
EL PRI GANO las elecciones en los siete estados con mayor
pobreza y lo hizo acumulando una votación (considerando sólo
la votación obtenida por los tres partidos principales, que es como
se calculan los porcentajes en ambos cuadros) igual o cercana al 50 por
ciento, excepto Veracruz, donde obtuvo 44.2 por ciento (véase columna
2 del cuadro 1). En estos siete estados la proporción que la población
indigente representa de la total era en el año 2000 entre poco más
de 60 por ciento y 79 por ciento. Como segunda fuerza se sitúa en
cuatro casos el PRD y en tres el PAN. En los tres grupos intermedios que
incluyen 18 estados (que tienen porcentajes de indigentes entre 30 y 59.9
por ciento), el PRI gana 10, el PAN 6 y el PRD 2 entidades federativas.
En estos casos el PRI gana con porcentajes de la votación que tienen
fuertes variaciones, desde sólo 37.8 por ciento en el estado de
México a 62.7 por ciento en Durango. Por último, de las siete
entidades federativas con menor pobreza, el PRI gana 4, el PRD 2 y el PAN
sólo 1. En comparación con el primer grupo de entidades,
en los dos siguientes la proporción de entidades federativas ganadas
por el PRI es mucho menor: 100 por ciento en el primer caso y 55.5 por
ciento y 57.1 por ciento en los otros dos. Esto tendería a confirmar
la hipótesis que al PRI le va mejor entre los indigentes. Sin embargo,
al PAN le va mejor en el grupo intermedio (donde gana una tercera parte
de las entidades) que en el menos pobre (donde gana una de siete), por
lo cual la hipótesis de que la votación por el PAN se presenta
sobre todo entre los no pobres no parecería sostenerse. Igualmente,
la alta concentración de las entidades ganadas por el PRD en el
grupo menos pobre (donde gana 2 de 4) no parece confirmar la tesis que
a este partido lo favorecen los pobres no indigentes.
NOTESE QUE EN LAS tres primeras bandas de renglones del
cuadro, el grupo social más numeroso es el de los indigentes, que
representan más de la mitad de la población, seguidos de
los pobres no indigentes. A la mitad de la cuarta banda, el peso de los
indigentes y los no indigentestiende a igualarse y ya en el estado de México
los no indigentes son un porcentaje sustancialmente mayor de la población
que los indigentes. Entre Querétaro y Baja California Sur los tres
estratos sociales en orden de importancia numérica son: pobres no
indigentes, indigentes y no pobres. Pero en las últimas tres entidades
federativas los no pobres superan a los indigentes, por lo que la ordenación
pasa a ser pobres no indigentes, no pobres, indigentes. Por lo que hace
a los indigentes, que son el grupo más numeroso en los 18 primeros
estados del cuadro, se ha consumado en Distrito Federal, Baja California
y Nuevo León el giro de 180 grados, ya que han pasado a ser el grupo
menos numeroso en ellos. De casi 80 por ciento en Chiapas, son menos de
15 por ciento en Nuevo León.
PERO CONVIENE BAJAR a distrito electoral para observar,
al interior de cada entidad federativa, si las áreas ganadas por
cada partido corresponden o no a las hipótesis formuladas originalmente
y que ahora se ven parcialmente maltrechas. A ese fin identifiqué
los distritos electorales ganados por cada uno de los tres partidos en
entidades federativas dominadas por otro de ellos. Con eso podemos ver
si, en el contraste, se desvanecen o se fortalecen las hipótesis.
EN PRIMER LUGAR es necesario mencionar que cada uno de
los tres partidos ganaron todos los distritos de uno o más estados
dejando a los otros dos sin ningún distrito. El PRI ganó
de esta forma Durango, Hidalgo, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo y Tabasco;
el PAN ganó los cinco distritos de Baja California; y el PRD ganó
todos los de Baja California Sur y Zacatecas. En las otras 22 entidades
federativas uno o más partidos no dominantes ganaron uno o más
distritos. En estados ganados por el PRI, el PAN ganó distritos
muy importantes, entre ellos los que tienen cabecera en: Tuxtla Gutiérrez;
uno de los dos de la ciudad de Chihuahua; 3 de los 6 distritos de Guadalajara
y el de Zapopan, ganando o disputando muy de cerca la zona metropolitana
de Guadalajara; municipios urbanos prósperos del estado de México,
incluyendo los 2 de Toluca, los 3 de Naucalpan, los 3 de Tlalnepantla,
Atizapán, Cuautitlán Izcalli, entre otros; 1 de los 2 de
San Nicolás de los Garza; los 4 de la ciudad de Puebla; los dos
de Hermosillo; en Veracruz ganó el puerto y la capital, pero ahí,
excepcionalmente, gana además varios distritos mucho más
pobres; ganó Reynosa y Tampico en Tamaulipas; por último,
gana los dos de Mérida. El PRD, por su parte, ganó en estados
dominados por el PRI, cuatro distritos en Guerrero, incluyendo los dos
de Acapulco, y en el estado de México los 5 de Netzahualcóyotl.
EN EL CUADRO 2 se presentan los resultados sintéticos
de todos los cruces posibles. Al analizar la estructura social de los municipios
asociados a los distritos electorales1 en que se dieron estos
triunfos cruzados, podemos concluir que: 1) El PAN gana distritos
en estados dominados por el PRI que tienen una estructura social en la
cual la presencia de los indigentes es mucho menor que a nivel nacional
(29.4 por ciento versus 46.6 por ciento), mientras los no pobres
representan un grupo social casi tan grande como los indigentes (20.2 por
ciento contra 13.3 por ciento a nivel nacional) y los pobres no indigentes
son la mitad de la población (contra 40.1 por ciento a nivel nacional).
2) En agudo contraste, el PRI gana distritos en estados dominados
por el PAN en los cuales los indigentes tienen un peso mayor que a nivel
nacional (49.8 por ciento vs. 46.6), y los no pobres un peso menor
(9.7 por ciento vs. 13.3). 3) Los distritos que gana el PRD
en estados dominados por el PRI tienen una sobrerrepresentación
de los pobres no indigentes. 4) Por último, el PAN gana distritos
sumamente bien situados en los estados dominados por el PRD. En ellos hay
menos del 20 por ciento de indigentes y los no pobres llegan a la tercera
parte de la población (Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Alvaro
Obregón en el Distrito Federal, y Morelia Sur y Zamora en Michoacán).
ESTOS HALLAZGOS REFUERZAN las hipótesis anunciadas
al principio. Su comprobación plena requiere, sin embargo, de la
posibilidad de construir la base de datos electoral por municipios para
2003. Aunque el IFE ha publicado bases similares para el periodo 1991-2000,
que sí permiten el cálculo municipal, en la elección
de 2000 se presenta la dificultad de separar los votos de los diferentes
partidos políticos que constituyeron la Alianza por México
y la Alianza por el Cambio, separación que no está hecha
en las bases de datos ni en las publicaciones del IFE. En 2003, en los
cuadros presentados, ya hice la separación de los votos de la Alianza
para Todos entre PRI y PVEM a nivel distrital.
1 Hay algunos problemas al hacer esta asociación
sin contar, todavía, con la base de datos del IFE en la cual se
identifica la localización municipal de cada casilla, de tal manera
que es perfectamente posible llevar a cabo los cálculos de resultados
electorales por municipio. Del año 2003 sólo cuento con una
base de datos que no identifica los municipios. En las ciudades grandes
la asociación es muy clara, porque los distritos completos forman
parte del municipio, por ejemplo en el caso de Guadalajara. El problema
es más bien en las cabeceras distritales pequeñas en las
cuales el distrito incluye otros municipios que no he logrado identificar.
Los cálculos llevan esta imprecisión que, sin embargo, no
altera el sentido general de las conclusiones.
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