CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Reunión familiar en la otra Habana

ALGUNAS TAREAS encomendadas por la dirección de nuestro diario, La Jornada, me han apartado un tanto de este grupo compacto que se forma entre el lector y quien ocupa este espacio, pero aquí estamos de nuevo para dar respuesta a las inquietudes del grupo petista, es decir, del Partido del Trabajo, un tanto para aclarar y otro para reafirmar lo escrito en Ciudad Perdida el lunes 14 de julio.

PUES BIEN, para ser sincero tengo que reconocer que no fue en La Habana, Cuba, donde se dio la reunión que se citó en la entrega del 14, y ya reconocido el error, vamos a la historia.

A CONVOCATORIA de Carlos Salinas se olvidaron los rencores, las rencillas viejas y todos, como en un rencuentro familiar, se sentaron en torno a la misma mesa. Un poco más dañados por el tiempo y la fama pública, pero al fin todos harina del mismo costal, sirviendo a su mismo jefe, atentos para "no hacerse bolas" y poder seguir al pie de la letra las instrucciones.

NO, NO fue en La Habana, Cuba, pero sí en la pequeña Habana de Miami, Estados Unidos, criadero de muchos complots, de muchos ataques contra la izquierda. Ningún lugar mejor.

ALLI ESTABAN el líder del PT, Alberto Anaya; el actual responsable de la coordinación de las organizaciones campesinas y dirigente de la CNC en tiempos del salinato, Hugo Andrés Araujo; el estratega de la contrainsurgencia en Chiapas, Adolfo Orive, y el ahora senador y creador del engendro al que se llamó reforma indígena, mismo que se encargó del Pronasol durante el periodo salinista, Carlos Rojas.

LA REUNION se efectuó en mayo y no se les puede olvidar a los petistas que salieron de allí con las alforjas cargadas, puerta de salida frente a una elección que seguramente les sería muy desfavorable y la consigna de formar una nueva izquierda, es decir, dividir y derrotar al PRD.

DIAS DESPUES, el 10 de julio, el diputado José Narro enfrentó a la prensa, luego de reunirse con el brazo derecho de Anaya, Ricardo Cantú, en el hotel Casablanca, para plantear que el PT estaría dispuesto a formar un bloque que impulsara la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas para el 2006.

LA HISTORIA parecía repetirse: el PT se formó después de 1988, como parte de la estrategia salinista para restarle fuerza al PRD, enemigo jurado del salinismo. Ahora, lo que resta del mismo salinismo ve en el PRD al enemigo a vencer para el 2006, por eso la reunión en la pequeña Habana.

SON MUCHOS los episodios en los que el PT, o cuando menos su dirigencia, ha servido para esos fines, porque, se quiera o no, los petistas de la cúpula son parte del grupo compacto que formó Salinas.

CLARO, PARA estos señores, como para todos los salinistas, la historia es lo de menos, no importa. El registro de los hechos tiene que ver con sus intereses y sus conveniencias. Nada más.

SEGURAMENTE SE puede probar que los petistas viajaron a Miami, pero Ƒcómo demostrar que se reunieron con Salinas y que recibieron de él, como siempre, el guión, el trazo de sus próximas acciones? Es difícil. Tampoco hemos logrado probar que Dios existe, pero no cejaremos en la intención de hacerlo.

EN ESPERA de su siguiente desplegado, quedo de ustedes atentamente.

Prevenir para no olvidar

CUENTAN QUE en la Asamblea Legislativa hay un grupo azul, y otro pintado de azul, que quieren hacer desaparecer la última acta de la Comisión de Gobierno de la primera Legislatura, es decir, la que terminó en el año 2000. Si quiere saber quiénes son los truhanes, no se pierda el próximo capítulo.

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