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México D.F. Domingo 10 de agosto de 2003
REPUBLICA DE PANTALLA
Jenaro Villamil
Suicidio y jóvenes mediatizados
La tristeza y el decaimiento en una generación
El resurgimiento del EZLN
EMILE DURKHEIM DEMOSTRO hace más de un siglo
que el suicidio no era un simple acto individual de desesperación
o locura, sino un reflejo de las sociedades en que se produce. "Hoy, es
un viento de tristeza y decaimiento el que sopla sobre la sociedad; mañana,
por el contrario, un impulso de alegre confianza vendrá a levantar
los corazones", estableció el sociólogo francés al
hablar del espíritu de su época y su relación con
el suicidio.
TRAS ANALIZAR LOS factores sicopáticos,
la herencia, los "elementos cósmicos", como la creencia de que el
cambio de temperatura incide en el mayor número de suicidios, y
hasta la imitación, Durkheim revela que la determinación
de quitarse la vida se enmarca en un contexto social de presiones y expectativas
particulares frustradas. "Existe, pues, para cada pueblo, una fuerza colectiva,
una energía determinada, que impulsa a los hombres a matarse. Los
actos que el paciente lleva a cabo y que, a primera vista, parecen expresar
tan sólo un temperamento personal, son, en realidad, la consecuencia
y la prolongación de un estado social que ellos manifiestan exteriormente",
escribió el sociólogo en su célebre libro El suicidio.
RESULTA INCREIBLE QUE, a pesar de esta visión
transformadora y humanista de Durkheim, un siglo después un funcionario
mexicano, como el titular de la Secretaría de Educación Pública
(SEP), Reyes Tamez Guerra, insista en atribuir razones personales a la
determinación de tres jóvenes de quitarse la vida, después
de no aprobar el examen de admisión en instituciones de enseñanza
superior.
LOS
TRES CASOS han conmocionado a la opinión pública, no
porque alguien pretenda responsabilizar a la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), a la SEP o a los bachilleratos de ser los "únicos
responsables" de estos suicidios, sino porque constituyen un testimonio
terrible del espíritu de esta época, de la falta de expectativas
para una generación que ha sido bombardeada mediáticamente
con los valores de la competencia feroz, como único leitmotiv
de la vida, de un narcisismo absoluto que se desmorona ante una realidad
académica plena de justificaciones burocráticas (la generación
del "primero yo" que se enfrenta ante el discurso presidencial y gubernamental
del "autoempleo" y del "yo por qué") y las imágenes tan difundidas
desde la clase política hasta las estrellas prefabricadas por la
televisión de que si no eres un "triunfador" no eres nadie.
DE LAS AUTORIDADES educativas no se espera un mea
culpa sino una mínima reflexión sobre lo que está
sucediendo en esta ola de "tristeza y decaimiento" de toda una generación
atrapada entre el sin sentido y la presión mediática permanente
que les ordena ser bellos, famosos, "salir en la tele" para ser
alguien.
LOS INDICADORES ESTADISTICOS hablan de una creciente
depresión anímica que conduce a los jóvenes mexicanos
al suicidio. En la década reciente, el suicidio se incrementó,
según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía
e Informática, 60 por ciento entre jóvenes de 15 a 19 años,
al grado de convertirse en la segunda causa de muerte entre ese segmento
(La Jornada, 8-08-03, p. 46). Tan sólo en 2001, según
la misma fuente, 3 mil 89 muertes fueron registradas por suicidio, y de
este total, 43 por ciento eran menores de 30 años.
MAS SORPRENDENTE AUN es que esta discusión
no haya llegado a los medios masivos. En estos días, un mínimo
debate se produjo sólo en algunos medios impresos y en programas
de radio, sin ir más allá de la anécdota de los tres
casos recientes de jóvenes "normales" que optaron por quitarse la
vida.
EN LA TELEVISION privada 60 por ciento de la programación
está orientada para el público infantil y juvenil. Un somero
análisis de contenido de estos productos culturales refuerza la
hipótesis de que la sociedad mediatizada es el caldo de cultivo
que alienta el sin sentido generacional:
1. LA INFANTILIZACION DEL mundo tele-juvenil hace
gala de la incapacidad para enfrentar los problemas cotidianos de la vida.
Todo se reduce a la diversión egocéntrica, a la idea de que
conocer, informarse o debatir es aburrido y que los espacios de diálogo
se reducen a monosílabos, a repeticiones constantes de frases insulsas
que nos darán identidad y nos convertirán en "modernos" ("no
seas güey", "todo está padrísimo", "otro rollo,
¿eh?", etcétera). Son los jóvenes de El chavo del
ocho perpetuo, que se niega a crecer o que simplemente no tiene por
qué desarrollarse.
2. EN EL DISCURSO mediático, los jóvenes
no tienen derechos, sino "oportunidades", y para eso tienen que concursar,
confiar en el facilismo que en algún momento los hará acreedores
de belleza y estatus. Se refuerza así el individualismo a toda cosa.
Para tener "oportunidades" es necesario aparentar una imagen, simular en
el espejo roto lo que no seremos, pero aspiramos a ser. Para tener "oportunidades"
hay que imitar, borrar la individualidad y la autenticidad para, al mismo
tiempo, identificarnos sólo con un modelo a seguir.
3. NO ES LA "ausencia de valores morales" lo que
existe en la sociedad mediática, sino la prevalencia sólo
de un código de valores virtuales y mercantiles que "venden" ordenanzas
morales, homogéneas y uniformes. La bondad o la maldad se transforman
en mercancías para explotar el sentimentalismo con rating,
como sucede en los talk shows o en los programas de "consejos" juveniles.
El respeto a la diferencia es sólo un agregado a la puesta en escena.
La diversidad se subordina a las necesidades del casting.
4. LA PROPUESTA MEDIATICA para los jóvenes
no es la liberación, sino nuevos modelos de sumisión, de
uniformización, de vigilancia, premios y castigos, tal y como si
Michel Foucault se convirtiera en guionista involuntario de la telebasura.
No por nada, la ironía y la denuncia que existía en el Big
Brother de George Orwell se ha transformado en un programa insustancial,
de jóvenes domesticados, dóciles ante la producción,
donde la seducción es parte de una manipulación telegénica
y no de una liberación humana.
5. EN LOS PRODUCTOS mediáticos, el arte
reniega de sí mismo. Y para que el "arte joven" alcance la pantalla
tiene que vaciarse de creatividad, volverse efímero, simulador,
publicitariamente correcto o convertirse en una fábrica de imágenes
tan profusa y saturada que ya no hay nada que ver (como en los videoclips).
En el arte virtual ya no hay ilusión ni secretos, sino un mundo
hiperrealista sin posibilidad de expresiones nuevas, de comunicación.
EN FIN, LA vida humana se vuelve un medio y no
un fin en sí mismo. Por eso no es de extrañar que, como en
España o Estados Unidos, un televidente mexicano antes de finalizar
la enseñanza primaria haya visto un promedio de 8 mil asesinatos
y antes de alcanzar la mayoría de edad haya "disfrutado" de 200
mil episodios de violencia extrema en la pantalla de la televisión
o la Internet. Y al hablar de violencia televisiva, los distintos especialistas
y estudiosos no se refieren a la real que se transmite en reportajes o
noticias de los telediarios, sino en la violencia virtual, ficticia que,
paradójicamente, es mucho mayor.
EN EL FINAL de su obra, Durkheim recuerda que después
de cada suicidio "la sociedad queda herida, porque el sentimiento sobre
que reposan hoy día sus máximas morales más respetadas
y que sirve casi de único lazo entre sus miembros ha sido ofendido
y se consumiría si esta ofensa pudiese producirse con toda libertad.
¿Cómo podría conservar la menor autoridad si al ser
violado, no protestase la conciencia moral?"
EZLN: nacen los Caracoles
DESPUES DE MAS de dos años de silencio mediático,
el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha vuelto
a ser el centro de la atención de la prensa nacional e internacional
con el nacimiento de los Caracoles en el territorio donde surgieron
los Aguascalientes.
EN LOS PROXIMOS días veremos la profusión
de imágenes y de mensajes que recuperarán a este actor del
imaginario político que sigue siendo el EZLN. Sin embargo, las batallas
mediáticas ganadas en la multitudinaria marcha zapatista por la
dignidad y la reforma indígenas, en febrero y marzo de 2001, se
enfrentarán ahora a un contexto distinto: el desencanto y la derrota
de la promesa de los famosos "15 minutos" foxistas; el cerco informativo
que vivió el propio EZLN después de la aprobación
de la Ley de Derechos y Cultura Indígenas, muy distinta a las propuestas
de los zapatistas y de los acuerdos de San Andrés; la separación
cada vez mayor entre los interlocutores de la clase política tradicional
mexicana y los rebeldes de los 30 municipios chiapanecos; el propio repliegue
del subcomandante Marcos, que concentró en su voz la discusión
posterior, no exenta de polémicas desgastantes como las ocurridas
con el juez español Baltasar Garzón, quien "casualmente"
visita como "turista" los alrededores de Oventic.
POR LO PRONTO, la fascinación y el interés
de los medios internacionales por el EZLN, si bien aminorado por el largo
silencio, ha resurgido. Antes del encuentro, medios como CNN, BBC, Tv Española
y las grandes agencias de noticias han colocado otra vez al zapatismo en
el territorio mediático internacional. Quizá esperen un espectacular
rencuentro con el subcomandante y con los integrantes del movimiento
que, a punto de cumplir 10 años de su surgimiento en 1994, tiene
frente a sí otro gran desafío: lograr que la causa de la
dignidad y la autonomía indígenas se descontaminen de estos
tiempos de desesperanza y escepticismo, posteriores a la invasión
a Irak y a las elecciones del 6 de julio.
LA PRIMERA LECCION comunicativa del EZLN ha sido
dada: no se requieren de multimillonarios recursos o empresas de marketing
-como las contratadas por los partidos en los comicios federales pasados-
para colocarse en la agenda de los medios masivos como actor informativo
importante con un mensaje claro y atrayente.
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