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México D.F. Domingo 10 de agosto de 2003
A LA MITAD DEL FORO
León García Soler
Visado de tránsito
Imperativo territorial del imperio
MIENTRAS LOS MEXICANOS contamos los dólares
que envían desde el otro lado del Bravo nuestros compatriotas de
la doble nacionalidad (ilegales con y sin identificación consular
válida), los guardianes del Destino Manifiesto anuncian urbi
et orbi que los pasajeros en tránsito hacia otros destinos necesitan
visa para pisar los aeropuertos de la Unión Americana. En la era
nómada, en la hora del libre flujo de capitales, se impone la lógica
pospolítica de Osama Bin Laden. Y el imperativo territorial se hace
presente en las respuestas de George W. Bush. El terrorismo ha impuesto
sus condiciones y el imperio comparte la visión esquizoide que privatiza
la guerra y la hace permanente, sin fronteras: global, porque Al Qaeda
"no tiene hogar", no lo representa Estado alguno.
CONTRADICCION COMPARTIDA POR los opuestos. Los
del TLC-ALCA y la Unión Europea postulan el desmantelamiento del
Estado-nación a nombre del libre mercado; el terrorismo lo hace
desde el otro lado del espejo. Los mexicanos quedamos a merced de la irracionalidad.
A la mitad del río, a la deriva. A nombre de la democracia sinónimo
del capitalismo abrimos nuestras fronteras al libre flujo de las cosas.
Acatamos el dictado imperial del vecino. El mismo que erige muros para
cancelar el paso de personas a su territorio. El mismo que ahora exige
visado de tránsito a los pobladores del nuevo orden mundial. "La
soberanía reside en aquel que puede dictar el estado de excepción".
Unicamente míster Bush y sus procónsules. Septiembre 11 y
la ocupación de los fundos petroleros de Irak ponen en jaque a los
pregoneros de privatización a ultranza: "el terrorismo es la privatización
de la guerra".
GEORGE W. BUSH y su aliado Tony Blair han acudido
a la memoria histórica, invocan a Munich y la indecisión
de Chamberlain frente al führer Adolfo Hitler. No podemos cerrar
los ojos ante las amenazas de un tirano, dicen. En los años oscuros
del régimen hitleriano, la escritora Anna Seghers publicó
una formidable novela, fiel reflejo de la desesperanza de quienes buscaban
escapar del totalitarismo, de la muerte en los campos de concentración,
de la violencia guerrera desatada por la locura nazi: Visado de tránsito.
Sin ese documento no los recibía el Portugal fascista de Oliveira
Salazar; no encontraban puerto de abrigo para zarpar con rumbo a América,
para volar hacia cualquier país que les brindara asilo, oportunidad
de trabajar, de integrarse, de vivir. Al filo del tercer milenio, hay resonancias
de farsa trágica en la exigencia de visado de tránsito a
quienes tengan que pasar por la tierra en la que Thomas Paine publicó
Sentido común y derechos del hombre.
LAS
EFEMERIDES SON pesadilla del eterno retorno. Hace 58 años: el
infierno nuclear de Hiroshima y Nagasaki. Más de medio siglo bajo
la amenaza de destrucción de la vida en nuestro planeta; guerra
fría entre las potencias, incesante matanza en el resto de la
Tierra, pero no ha vuelto el hombre a utilizar las armas nucleares: la
destrucción mutuamente asegurada contuvo la furia apocalíptica.
Pero el terrorismo impone su lógica al imperio y el gobierno de
Bush anuncia la producción de "mininukes". Mininucleares, bautiza
el negro humor mediático a bombas de 5 megatones. Las que dejaron
caer sobre las ciudades japonesas eran de 15 megatones. Las "mininukes"
ignoran la no proliferación, violentan los acuerdos del desarme
signados por Rusia y Estados Unidos de América. No serán
armas "estratégicas", sino para combatir al eje del mal,
dice el Pentágono.
TADATOSHI AKIBA, ALCALDE de Hiroshima, habló
en la ceremonia conmemorativa de las víctimas del bombardeo. Invitó
a George W. Bush a visitar Hiroshima y Nagasaki: "no se le ha dado a América
el derecho a imponer la pax americana y a decidir el destino del
mundo. En cambio, nosotros, los pueblos de la Tierra, tenemos el derecho
a insistir en que no les hemos dado a ustedes la autoridad para destruir
el mundo", dijo Tadatoshi Akiba. Y urgió al presidente Bush a visitar
Hiroshima y Nagasaki "para que él mismo vea lo que las armas nucleares
hacen al género humano (...) Tal como la frase 'la historia se repite',
la amenaza y posibilidad de guerras nucleares y el uso de armas nucleares
crecen al empezar a borrarse el recuerdo de Hiroshima".
EL DISCURSO EN EL PARQUE de la Paz de la ciudad
devastada dio voz al desaliento que cunde por la Tierra. En la nuestra
rige el desánimo. El tejido social se desgarra y el estado de derecho
es tema para evasión ética de los que llegaron al poder en
nombre de la legalidad y reclamaron la legitimidad que otorga el sufragio
efectivo. En el llano y la montaña se multiplican los conflictos
violentos por la posesión de la tierra, por problemas de linderos,
por intolerancia religiosa, por la absoluta desconfianza en la autoridad
y el desprecio a las instituciones del poder constituido. No sólo
entre ejidatarios, comuneros, colonos, fraccionadores, madereros y explotadores
de los usos y costumbres. No, los conflictos son también entre municipios
y entre entidades de la Federación. Hemos relegado el imperio de
la ley al papel de la mujer de Lot. La impunidad fue ayer: hoy todo cambió.
EL SUBSECRETARIO DE GOBERNACION, Francisco José
Paoli Bolio, sostuvo en charla televisada que se ha establecido la sacrosanta
gobernabilidad en nombre del orden y respeto; que los medios ven únicamente
violencia y sangre, el ámbito sórdido de lo penal: en lo
civil todo es miel sobre hojuelas y, en última instancia, el estado
de derecho consiste en la cooperación de autoridades y de ciudadanos,
dijo al diputado José Elías Romero Apis y al abogado José
Luis Soberanes, quien preside la CNDH. Adiós a Sodoma. Gobernación
dice que Atenco, Xalatlaco, Tultitlán, los linchamientos, las violaciones,
asustan a las gentes decentes, pero los medios no difunden el fluido devenir
en lo administrativo, en lo laboral, en lo civil.
SEGUN EL OMBUDSMAN,
el lamentable estado del estado de derecho nos convierte en sociedad esquizofrénica.
José Luis Soberanes concluyó su participación con
el anuncio de la próxima quiebra del sistema de seguridad nacional:
grave violación de los derechos humanos; antesala del caos anarquizante
para un país con 50 millones de habitantes en la pobreza extrema.
Y de la charla televisada a la evaluación del sistema de salud a
cargo de Vicente Fox y el doctor Julio Frenk. Y de la oferta de ilusorios
servicios médicos para todos, para los no derechohabientes del IMSS
o del ISSSTE, al choque con la terca realidad: millones de mexicanos tienen
que hacer gastos enormes por los "males catastróficos". Los que
tienen algo que gastar, algo que perder. Para el resto: el "seguro popular",
juego de espejos, engaño.
Y SANTIAGO LEVY RATIFICA, confirma, que el Instituto
Mexicano del Seguro Social no tiene recursos para hacer frente a la demanda
de servicios, para el pago a sus pensionados. Y nuestro sistema plural
vuelve a recetar paños calientes para aliviarnos el cáncer
del Fobaproa. Y el macabeo abajeño anuncia que los bancos ya van
a dar crédito a la pequeña y mediana industria; exige a los
incrédulos tomarle la palabra a los banqueros y aprovechar la generosa
oferta. Es tiempo para los acuerdos. Pálido y titubeante, Luis Felipe
Bravo Mena habla de unas elecciones en las que el PAN no fue derrotado.
Roberto Madrazo llega a la misma hora a Los Pinos a cosechar lo ganado
por el PRI en esas mismas elecciones federales. Estuvimos en diferentes
ámbitos, dijo Bravo Mena. Yo no hago antesalas, replicó el
tabasqueño.
HAY METODO EN LA esquizofrenia del sistema plural.
Declara Madrazo: "el (PRI) no hace una lectura equivocada de los resultados
electorales; tenemos la responsabilidad de ir hacia adelante y hemos (plural
mayestático, digo yo) conversado largamente con el mandatario sobre
nuestra visión para combatir la pobreza, la desigualdad social y
encontrar el crecimiento que necesita nuestro país". El PRI ya era
un laberinto de nichos plurales cuando era hegemónico. En Coahuila
se hizo el milagro del pasmo que detuvo por un instante a Fox el verbomotor:
quisiera quedarme callado y nada añadir a lo dicho por el gobernador
Enrique Martínez. Hágase la reforma energética, hágase
la luz que nos libre de la parálisis, señor Presidente. Y
es del PRI. Y está en la lista de aspirantes madrugadores a la sucesión
del que los sacó de Los Pinos.
DE LOS QUE YA PIDEN visado de tránsito.
En vísperas del combate con el narco en las calles de Nuevo
Laredo, Tomás Yarrington, gobernador de Tamaulipas, convocó
al mismo Enrique Martínez y a Natividad González Parás,
gobernador electo de Nuevo León, a reunión fronteriza con
el gobernador de Texas. En busca del tiempo perdido, de una economía
regional. A horcajadas entre el desarrollo y la pobreza endémica:
no es lo mismo atrás que en ancas. Luego se haría plural
la cabalgata. En Ciudad Juárez se reunirían Patricio Martínez,
de Chihuahua; Armando López Nogales, de Sonora; Enrique Martínez,
de Coahuila; Tomás Yarrington, de Tamaulipas; Fernando Elizondo,
de Nuevo León, y Eugenio Elorduy, de Baja California. Panistas los
dos últimos. Lo plural es epidérmico: en Tijuana construyen
plantas generadoras de energía eléctrica para el consumo
de la California de allá de aquel lado.
LAS MUERTAS DE Ciudad Juárez esperan visado
de tránsito expedido por la FBI. Y fluye libremente el combustible
de El Paso Gas que Pemex importa a precios de oro, mientras nos debatimos
en la muy explicable desconfianza. No en dudas existenciales del pluralismo
sino de la soberanía nacional y en quién reside. Hay que
cambiar el régimen fiscal y dar autonomía de gestión
a Pemex, dijo Raúl Muñoz Leos. Cumplan con la ley; vamos
a acabar ante los tribunales, respondió Manuel Bartlett. Traducción:
"necesitamos capital de inversión". "Quieren privatizar Pemex."
ANTES DEL TRAGICO 11 de septiembre, el amigo de
Fox ya le había dicho que toda nación tiene que defender
sus fronteras. Jorge G. Castañeda escuchó al oráculo:
no habrá acuerdo migratorio. Dejó la torre de Tlatelolco
para ser "agitador social". No hubo quien le avisara a Vicente Fox que
iba a necesitar visado de tránsito para arribar con bien al final
de su mandato. Que no es de tres años. Seis años dura un
sexenio, dice Perogrullo. Y lo confirma el filósofo de Güemes
desde la frontera nómada que para los obsecuentes agentes de Migración
está en el Suchiate, en tránsito a Panamá.
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