El sector está muerto, reprocha la CNC a Usabiaga

Amenazan campesinos con cambiar ganado por rifles

Madrazo saluda reconciliación con la directiva cenecista

MATILDE PEREZ ENVIADA

Gomez Palacio, Dgo., 26 de agosto. El congreso nacional extraordinario de la priísta Confederación Nacional Campesina (CNC) comenzó con la advertencia para "esos de oídos sordos" de que si no escuchan pronto las demandas de los agricultores, éstos cambiarán "ganado por rifles".

Ante "la desesperación por el avance de la pobreza" y "las pérdidas económicas", varios de los participantes espetaron en presencia de Javier Usabiaga, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa): "El campo ya falleció".

En esta Comarca Lagunera, donde la historia del reparto agrario sigue presente, algunos cenecistas incluso renegaron de su militancia en el tricolor y también se enfrascaron en un tête-à-tête con el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Lichtinger, y hasta con el presidente de la organización agraria, Heladio Ramírez López.

A los secretarios, en todos los tonos, les volvieron a reclamar la falta de una política agropecuaria y su incapacidad para resolver los problemas hidráulicos, incluida la disputa por el agua del río Bravo con Estados Unidos. Al líder, el desvío del método de organización con el que presentarían sus reclamos al titular de la Sagarpa, que derivó en exposiciones menos fuertes de las planeadas por integrantes de varias ligas.

Antes, durante la inauguración, Ramírez López subrayó que la paciencia campesina no es infinita porque "la resignación no calza con las necesidades y el desarrollo", pero tampoco, dijo, se confunda institucionalidad con incondicionalidad.

"Los cenecistas -abundó- ya no estamos dispuestos a seguir recorriendo pasivamente el camino de las estadísticas que explican y miden qué tan pobres somos, ni tampoco a seguir siendo objeto del voluntarismo que sólo promete rescatarnos de nuestra miseria, ineficiencia y rezagos, pero todo queda en fantasía."

Ante los cerca de 5 mil campesinos reunidos en la Expo Feria de Gómez Palacio y el dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo, el presidente de la CNC aseguró que no cederán en su lucha por participar en la elaboración de proyectos, para no seguir siendo "víctimas de fuerzas que planean desde lejos y atropellan" sus más profundos valores como pueblo.

Volvió a exigir al gobierno una actitud nacionalista, firme y digna, que exija igualdad de condiciones (en referencia a las asimetrías entre los productores de Estados Unidos y Canadá con los de México en el contexto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte). A Madrazo le demandó sostener la alianza histórica con los campesinos y encabezar los cambios correspondientes.

"Los cenecistas estamos muy atentos para que el PRI no desvíe el rumbo ideológico ni el compromiso revolucionario que sustenta nuestra alianza. Perdimos demasiado por caer en la complacencia y en la disciplina ciega (...) este es el momento de reconstruir y trabajar por la unidad, de sepultar lacras y viejos hábitos, de renovar en el partido las venas de su combatividad y su apego al pueblo, para rescatar nuestro proyecto nacional atropellado por el pragmatismo del neoliberalismo y de un gobierno sin rumbo", asentó.

Para dar por concluida la rispidez que durante meses mantuvieron Ramírez López y Madrazo debido al respaldo que éste otorgó a Nabor Ojeda en la disputa por las siglas e instalaciones de la CNC, el dirigente nacional del PRI afirmó que este congreso es "el rencuentro de la unidad".

Luego se sumó a las voces de advertencia de que la crisis en el campo pone en riesgo la gobernabilidad del país, pues el gasto público para ese sector -desde la firma del TLCAN- se ha reducido casi 50 por ciento. "El neoliberalismo redujo el presupuesto para el campo de 9 a 3.5 por ciento; los gobiernos han renunciado al fomento agropecuario y sometido a la nación a la dependencia alimentaria, además de la constante caída de los precios de granos y oleaginosas", expuso.

Por ello, dijo, el PRI reconoce la alianza social con los campesinos, y se comprometió a que los legisladores de ese partido impulsarán un cambio para el agro. "Seguiremos jugándonosla con ustedes, no permitiremos que siga deteriorándose la calidad de vida de los productores ni que la mayoría gane 80 veces menos que los asalariados de las zonas urbanas".

Por la tarde, en el encuentro con el titular de la Sagarpa, Julián Luzanilla, de la Liga de Comunidades Agrarias de Sonora, resumió las exigencias y propuestas de la CNC, entre ellas que el texto del Plan Nacional de Desarrollo no siga desapareciendo la organización social y privada y que las ideas no continúen alejadas de los hechos.

Después cedió la palabra a Alfredo Gómez Magaña, del municipio de Almería, quien dijo a Usabiaga y a la dirigencia de la CNC: "Ustedes ya saben cuál es la problemática, lo que hay que hacer es actuar". Luego el comisariado ejidal de Cañada del Tabaco, Nayarit, pidió al titular de la Sagarpa que le prestara atención: "Usabiaga, quiero decirte que el campo está muerto". El funcionario ni pestañeó.

El diálogo subía de tono cuando el dirigente de la CNC se sumó al presídium y cambió la dinámica. Bajo el argumento de que los campesinos querían exponer sus problemas porque se trataba de una audiencia, instruyó a los asistentes a que entregaran sus escritos a Usabiaga o bien formaran un círculo a su alrededor para presentar sus inquietudes.

Eso derivó en un caos; varios de ellos subieron al presídium; otros, apuntados para ser escuchados, se quedaron con el micrófono en la mano, lo que provocó que Julián Nazar utilizara ese medio para llamar al orden, incluyendo al presidente de la CNC y al secretario de Agricultura. "Esos compañeros que tienen de rehén a Usabiaga, déjenlo. Todos tenemos derecho a ser escuchados", decía. Minutos después logró su objetivo, pero también un intercambio duro con Ramírez López. El titular de la Sagarpa, en tanto, respondió con frases lacónicas: "te espero el viernes"; "si no te hacen caso me avisas"; "haremos cosas más inteligentes..."

Horas después, los campesinos confrontaron a Lichtinger, quien para evitar rechiflas dijo: "Los campesinos sí entienden el problema de la degradación ambiental".