Prepara otras dos propuestas para sanear las finanzas públicas, que enviará a Gil Díaz

Poco significativa, la austeridad federal, afirma López Obrador

Exhibe copia de pagaré a Bancomer que hoy vale $55 mil millones Culpa a Salinas y a Zedillo

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, consideró poco significativo el programa de austeridad del gobierno federal, que redujo sólo 7.1 por ciento, en términos reales, los salarios de los funcionarios, como informó el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, al responder la carta que el Ejecutivo local le envió el 19 de agosto pasado con la propuesta de cuatro puntos para sanear las finanzas públicas.

El mandatario local recordó que los más de 170 mil pesos, con todo y bonos, que percibe el titular de Hacienda son más de lo que gana el secretario del Tesoro estadunidense.

Por ello anunció que elabora un par de documentos para Gil Díaz: uno sobre un plan de austeridad que permita al gobierno ahorrar hasta 10 mil millones de pesos, y otro para reducir el costo financiero del Fobaproa.

Como se comprometió la semana pasada, López Obrador mostró ayer la copia de un pagaré, sobre una hoja sin membretes ni sellos, que ampara el pago de más de 10 mil 848 millones de pesos a Bancomer, con fecha del 31 de diciembre de 1995, firmado por el Banco de México (BdeM), por medio de Angel Palomino Hasbach, ex director general de Análisis del Sistema Financiero del organismo, y Javier Arrigunaga Gómez del Campo, director del Fobaproa, en calidad de delegados fiduciarios, mientras que por el gobierno federal, mediante la Secretaría de Hacienda, lo suscribieron Martín Werner Wainfeld, entonces director general de Crédito Público, y Jonathan Davis, tesorero de la Federación.

"Todos ellos ocupan hoy altos cargos dentro de los bancos beneficiados y el mismo BdeM; cayeron para arriba", señaló, y leyó una tarjeta que traía preparada: "Palomino fue director general de Intermediarios Financieros del Banco de México; Arrigunaga es director de Operaciones de Banamex; Werner es director gerente de la correduría Goldman Sachs, mientras que Davis es presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores".

Este pagaré, señaló López Obrador, hoy vale unos 55 mil millones de pesos, pero el valor se incrementará hasta su fecha de vencimiento, en diciembre de 2005. Recordó que sólo el presupuesto del Gobierno del Distrito Federal para este año es de unos 78 mil millones de pesos.

Reconoció también que hay buena voluntad de Gil Díaz en su respuesta al señalar que Hacienda y el Instituto de Protección al Ahorro Bancario habrán de cuidar que se cumplan todas las disposiciones que marca la ley, y en su caso recuperar la mayor cantidad de recursos en favor del erario.

"Esto significa que acepta que hay créditos irregulares que no se pueden convertir en deuda pública, en deuda de todos, pero además las condiciones en que se pactó esa deuda son realmente leoninas y se tiene que buscar la manera de renegociar", sentenció.

La culpa, agregó, no sólo la tienen los citados funcionarios, "no les carguemos nada más la mano a ellos", y mencionó los nombres de los ex presidentes Ernesto Zedillo y Carlos Salinas, además de los entonces titulares del BdeM, Miguel Mancera Aguayo, y de Hacienda, Guillermo Ortiz Martínez.

El Tsuru acomplejado

Luego defendió la aplicación de su política de austeridad y negó que haya funcionarios de la administración capitalina que ganen sueldos elevados: "aquí el que más gana es el jefe de Gobierno y percibe 66 mil pesos", aclaró.

Como ejemplo de la austeridad se refirió al automóvil que utiliza, un Tsuru, al que comparó con los que utilizan los funcionarios del gobierno federal: "yo veo, por ejemplo, cuando hay reuniones o me toca ir a algún lugar, cómo se acompleja el Tsurito. Puro vehículo último modelo, del año y de las marcas más extravagantes, pero no sólo donde van los jefes, sino donde van los ayudantes y los guaruras".

Relató que una vez le tocó ver en un semáforo a un ex presidente, "un personaje innombrable de la política", que iba en un auto Mercedes Benz y detrás los escoltas, como con seis vehículos de la misma marca.

Incluso sacó a balcón a los consejeros del Instituto Electoral del Distrito Federal, organismo público descentralizado, quienes además de ganar más que él se acaban de comprar carros nuevos. "Se los paso al costo, unos carrazos."