El titular del instituto, autorizado también a restablecer 35 puestos de restauradores

Tras 10 años sin plazas nuevas para investigadores, el INAH instituirá 50

La ampliación de la plantilla, porque el organismo ha tenido un crecimiento vertiginoso

CESAR GÜEMES

Después de una década en la que no se generaron plazas de profesor-investigador dentro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), su titular, Sergio Raúl Arroyo, acaba de ser informado de la autorización de 50 nuevos puestos para esos especialistas, además del restablecimiento de 33 para restauradores, así como la promoción de 35 becas para estudiantes, con el asentimiento del Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (Pronabes), de las cuales 30 serán para la Escuela Nacional de Antropología e Historia y cinco para su equivalente académico en Chihuahua.

Las gestiones del INAH para ampliar su plantilla de investigadores comenzaron en 2001. Ahora que la institución ha obtenido respuesta favorable, los nuevos lugares serán ocupados en tanto concluyan los procesos de concurso por conducto de la subcomisión de admisión del instituto.

El destino mayoritario de las plazas será fuera de la ciudad de México, ya que, explica el etnólogo, "es ahí donde existe el mayor déficit". En cuanto a la relación entre las necesidades del INAH y sus posibilidades, apunta: "La institución ha tenido un crecimiento vertiginoso, no sólo en lo que se refiere a las áreas de trabajo, sino a la visión del patrimonio cultural. Por ello, uno de los mayores requerimientos del INAH era fortalecerse con plazas de refresco para la investigación".

La planta de investigadores crecerá aún más, ya que, explica Arroyo, "originalmente solicitamos 97 espacios, de los cuales obtuvimos 50. Y pensamos por eso que el trabajo en ese sentido no está concluido. Resulta complejo que el apoyo sea el ideal, porque bajo nuestro cargo están 112 museos, 172 zonas y tres escuelas".

-ƑQué lectura da a esta asignación de medio centenar de nuevas plazas?

-Me parece que la señal es mostrar el interés que existe sobre estas áreas a partir del fortalecimiento del cuerpo técnico del INAH, que por cierto es uno de los más sólidos en cuanto a la soberanía que ejerce. Por otra parte, pienso que también es un signo muy notable en nuestro favor dadas las condiciones financieras por las que atraviesa el país. En ese sentido, se ha abierto un diálogo serio con diferentes instancias del gobierno, particularmente con las secretarías de Hacienda y de Educación Pública, y creemos haber encontrado una puerta abierta para generar un programa importante de ocupación de plazas.

-ƑPodríamos decir que los investigadores del INAH son remunerados a satisfacción?

-En términos generales, sí, porque el sueldo está al nivel de instituciones similares que se norman por los principios que rigen todos los tabuladores a nivel federal. Aunque es posible que en este terreno haya discrepancias y alguien piense que es un trabajo insuficientemente pagado. Lo que nosotros hacemos es abrir todas las posibilidades de estímulos al desempeño de los trabajadores.

A propósito del impulso que requiere el área de turismo cultural en las zonas arqueológicas, explica Arroyo: "A lo largo de esta administración hemos hecho un trabajo conjunto con la Secretaría de Turismo, que nos ha permitido mejorar las condiciones de varios sitios importantes del país, particularmente las ciudades consideradas patrimonio mundial. Y por otro lado hemos abierto la posibilidad de que las comunidades, por medio de los servicios, participen de forma permanente en las zonas arqueológicas o en los museos de sitio".