El autor de Cien años de soledad le entregará el galardón

El Premio Nuevo Periodismo, a José Salgar, con 70 años de trayectoria

AGENCIA TODOCULTURA

El ganador del Premio Nuevo Periodismo Cemex-FNPI 2002, con sede en Cartagena de Indias, Colombia, es el periodista autodidacta colombiano José Salgar, con 70 años de trayectoria. Los 30 mil dólares de que consta el galardón le serán entregados en una ceremonia por Gabriel García Márquez, presidente de la Fundación para un Nuevo Periodismo, y Lorenzo H. Zambrano, presidente de Cemex, quienes encabezan el consejo rector del galardón, el próximo 2 de septiembre en el Museo de Arte Contemporáneo, de Monterrey.

El reconocimiento fue instituido para "promover la calidad del periodismo en América Latina y el Caribe". En su primera versión fue entregado al mexicano Julio Scherer. En esta segunda convocatoria, en su modalidad de concurso, con una participación de 400 trabajos, ganaron en la categoría de Internet el equipo del Clarín.com, de Argentina; en radio, Vanesa Robles, Mario Mercuri y Gilberto Domínguez, de México, y en televisión, Jorge Enrique Botero, de Colombia, todos dotados de un premio de 25 mil dólares.

Director también por quince años de El Vespertino, diario de Bogotá de la misma casa editorial de El Espectador, donde escribió durante 35 años ininterrupidos la columna El hombre de la calle, José Salgar (1921, Bogotá) -reconocido como formador de periodistas y maestro- fue corrector, reportero, editor, jefe de redacción y columnista. Sin estudio alguno, se inició con una pequeña columna llamada Lo he visto con mis propios ojos. De ahí paulatinamente se "convirtió en productor de noticias".

Gabriel García Márquez, en su autobiografía, Vivir para contarla, apuntó:

"Mi relación inicial con José Salgar fue la más difícil, pero siempre creativa como ninguna otra. (...) Me parece que Salgar me puso el ojo como reportero, mientras los otros me lo habían puesto para el cine, los comentarios editoriales y los asuntos culturales, porque siempre había sido señalado como cuentista. Pero mi sueño era ser reportero desde los primeros pasos en la costa, y sabía que Salgar era el mejor maestro, pero me cerraba las puertas quizás con la esperanza de que yo las tumbara para entrar a la fuerza. Trabajábamos muy bien, cordiales y dinámicos, y cada vez que le pasaba un material, escrito de acuerdo con Guillermo Cano y aun con Eduardo Zalamea, él lo aprobaba sin reticencias, pero no perdonaba el ritual. Hacía el gesto arduo de descorchar una botella a la fuerza, y me decía más en serio de lo que él mismo parecía creer: 'Tuérzale el cuello al cisne'."

A su vez, Salgar escribió a propósito de García Márquez:

"Con lo de las memorias, Gabo me dijo: a estas horas estoy escribiendo con el cuello torcido. El vino a aprender periodismo en Bogotá y le dijeron que el mejor lugar era conmigo. Yo era el periodismo para él, pero él creó un género literario del periodismo. Ambos ganamos porque él nunca dejó de ser el periodista que fue conmigo."