México D.F. Domingo 31 de agosto de 2003
A LA MITAD DEL FORO
León García Soler
Tríptico gótico
Alfonso Reyes y Gustave Flaubert en San Lázaro
NO HAY LETRERO de advertencia a la mitad del camino.
Desde Los Pinos las imágenes que se reproducen en el ágora
electrónica irradian optimismo. Aunque el parloteo de la Presidencia
pasmada atribuya al Congreso la parálisis gubernamental; aunque
en las cabañitas aliente la tentación autoritaria y se recurra
al veto y las campañas de desprestigio para apuntalar el cambio
al tiempo en que se abandonan las "iniciativas vinculadas con la reforma
del Estado"; aunque los Amigos de Fox culpen al PAN y expidan certificados
de buena conducta a los antiguos aliados del Verde Ecologista; aunque las
conversaciones de sus amigas se transcriban en libelos que comprueban el
triste estado de nuestra cosa pública, la locura del poder mediático
espectacular y la fascinación de las masas con el escándalo.
A LA MITAD del camino concluye el pasmo. El fenómeno
Fox fue flor de un día. Yo no perdí porque yo no estuve en
la contienda, diría el Macabeo abajeño al hacerse el recuento
de la reducción de medio centenar de diputaciones federales en la
bancada del PAN. Mañana, el recuento de logros y pendientes, dicen.
San Lázaro es tríptico gótico en el que el infantilismo
asambleísta que multiplica los Atencos y desquicia a cúpulas
empresariales y capelos cardenalicios pareciera reflejar la amarga visión
de Gustave Flaubert: "El anhelo absoluto de la democracia es llevar al
proletariado hasta el nivel de la imbecilidad burguesa". Pero en ese jardín
de las delicias persiste el Estado-nación y resiste la República
los embates del pensamiento único y la ética de mercaderes
que se empeñó en desmantelar las instituciones que nos dimos
a lo largo del proceso histórico.
NADIE
PUEDE BORRAR la historia. Entre las brumas del vuelco, Vicente Fox
acudió a El Colegio Nacional. Ahí Miguel León Portilla
habló de lo que somos y del origen de la institución y los
valores que reúne. Entre otros muchos, cada uno tan valioso como
el que más, tres premios Nobel. Y ahí se volvieron a escuchar
las palabras de Alfonso Reyes en la voz de José Emilio Pacheco:
le preguntaron a Alfonso Reyes para qué servían todas esas
actividades que por conducto de las instituciones del Estado pagaba el
pueblo de México. Esta fue su respuesta: "Para que el porvenir no
quede librado a la desesperación ni la violencia". Al filo del tercer
milenio, persisten la vigencia y el vigor de las instituciones erigidas
por los poderes constituidos de nuestro Estado-nación.
TRES PODERES Y otras tantas visiones de la transición
en presente continuo. Eso emergió con el vuelco y se reafirmó
al darse la alternancia: los poderes constituidos son tres y tres son los
niveles de gobierno. Ahí están, a pesar de que la pluralidad
de nuestro sistema de partidos confluye en fuga hacia el centro inane.
Aferrados al cordón umbilical del parto de los montes, los alternantes
reclaman nuevo régimen en el momento mismo en que se manifiesta
vital y vigorosa la división de poderes y el Espíritu de
las Leyes de Montesquieu aparece al final del laberinto del presidencialismo
a la mexicana. Es la hora de los acuerdos, dice el presidente Fox camino
a su tercer Informe de gobierno. Es la hora del gobierno compartido, responde
la voz de Beatriz Paredes desde el Congreso vilipendiado, desestimado,
calumniado por la sicofancia.
VALE LA PENA citar algo de lo dicho por la tlaxcalteca
en la última sesión de la legislatura pasada. En la 58 Legislatura
nadie albergó ilusiones golpistas, ni hubo quienes emularan la ilusoria
propuesta de trasladar el poder de Los Pinos a San Lázaro. Lejos
de paralizar la Presidencia del hombre providencial del cambio, aprobaron
por unanimidad sus presupuestos y no hubo asomo de afanes desestabilizadores.
Si acaso, hubo excesos del asambleísmo, de la retórica contestataria
de personajes en busca de autor. Diría Beatriz Paredes en el Senado
de la República: creo que el diferendo se debió a que "no
se comprende que el viejo modelo presidencialista está agotado,
que es disfuncional (...) demandaba, entre otros elementos, dos irrepetibles:
la jefatura vertical del Presidente sobre un partido político que
tenía mayoría calificada o simple en las cámaras,
con márgenes de maniobra mínimos o relativos, en relación
con los dictados del Ejecutivo".
Y LO QUE PERSISTE en el tránsito empedrado
con buenas intenciones: "el verticalismo como método y la asunción
acrítica del mismo". De ahí que acierte Beatriz Paredes al
reivindicar el quehacer legislativo, a pesar de las distorsiones derivadas
de las disputas facciosas y propiciadas por la costosa campaña mediática
de desprestigio emprendida por los consejeros áulicos del poder
presidencial: en la 58 Legislatura era imposible aplicar la fórmula,
aunque se hubiese deseado... por el peso de las bancadas sobre sus coordinadores,
"habida cuenta de que eran producto de una elección interna, (éstos)
eran mandatarios de su grupo parlamentario más que mandantes". Y
advierte el peligro de que se pretenda refuncionalizar el autoritarismo,
porque "la Cámara de Diputados sí se democratizó,
en consecuencia, con la transición. El Poder Ejecutivo continuó
con su tradicional modus operandi".
EL PESO DE LAS bancadas se hizo sentir en la instalación
de la 59 Legislatura. El jefe Diego se refugió en las últimas
filas de escaños en espera de noticias de San Lázaro. El
abogado Fernández de Cevallos preservó su cargo y preside
la Junta de Coordinación Política: nada coordina, diría
Javier Corral; sus compañeros de partido dejaron al queretano en
la estacada. Lo salvó, paradójicamente, el ingenuo intento
de Jesús Ortega, quien pensó verse favorecido por los reflejos
de la ronda del reparto tripartita que Pablo Gómez postulaba en
San Lázaro: "dictadura de la minoría", como para exhibir
el oximorón de la "dictadura de la mayoría" que en tiempos
de Ronald Reagan denunciaba Jeanne Kirkpatrick en la ONU. Y Enrique Jackson
capitalizó el momento en que se desmandaron los mandantes. Repite
el de Sonora en Xicoténcatl.
EN SAN LAZARO, Elba Ester Gordillo tendrá
que hacer caso a sus propios consejos: es demasiado tarde para sumarse
a los afanes de los Potemkin de la era foxiana. Pero es muy temprano para
soñarse líder moral del despotismo ilustrado, zarina en lugar
de "Hoffa con faldas" y esperanza última de que se legisle para
hacer posibles las reformas estructurales del gobierno gerencial que preside
Vicente Fox. Es mandataria y no mandante. Dilemas de la transición
en presente continuo. Juan de Dios Castro dejó el cargo de abogado
del señor Fox en Los Pinos y será el diputado que responda
al tercer Informe de gobierno. El panista se emocionó hasta las
lágrimas. Pero Carlos Medina Plascencia se hizo presente entre curules.
La línea es que no hay línea, decían
burlonamente los del priato tardío. Hágase la voluntad del
Señor, parecen decir los panistas de la alternancia.
TRES PODERES Y una sola República federal,
laica, democrática y representativa. El Poder Judicial sobrevivió
a la arbitraria jubilación dictada por el doctor Zedillo; retomó
el aura de dignidad empañada por décadas de sumisión
que vieron a ministros de la Corte convertirse en mendicantes, en candidatos
del partido en el poder a una curul, a un escaño senatorial, a gobernadores
de alguna isla barataria. El Juárez defenestrado de Los Pinos preside
los plenos de la Suprema Corte: el infantilismo democrático no ha
contagiado a los togados y las controversias constitucionales se resuelven
conforme a derecho. No basta, pero ahí están los cimientos
del imperio de la ley. En mala hora y en aras del multilateralismo que
no defendió en el Consejo de Seguridad de la ONU, el Ejecutivo anuncia
que presentará una iniciativa para "acotar" el fuero del Legislativo:
"la respuesta es no", dijo el senador Enrique Jackson.
NO PROSPERARA LA trasnochada iniciativa que se
montó en la indignación ciudadana con la impunidad y los
escandalosos cargos de corrupción a trochemoche, filtrados
al poder mediático espectacular para que ahí se dictaran
sentencias irremisibles. A la mitad del camino la corrupción se
anuncia en Internet y el diputado Francisco Barrio declara que la dependencia
oidora y filtradora no podía ver todo lo que se hace en el presente:
tienen los ojos en la nuca los inquisidores de petate. Es la hora de los
acuerdos, clama y proclama el presidente Fox. Y de su cancillería
sale la iniciativa que prejuzga corrupto a todo aquel que goce de fuero
por su condición de legislador. Legisladores de PRI, PRD, PVEM,
PT y PAN repudiaron el golpe de mano de la presunta ingenuidad puritana.
EL FUERO NO ES carta blanca, licencia de corsario,
permiso para robar, tapadera de corruptos. El mismo Poder Legislativo ha
de juzgar si procede o no el desafuero de un diputado o senador. La inmunidad
no es inamovible, irrebatible, incontestable. El poder que lo otorga puede
retirarlo. Hace seis décadas que la Suprema Corte dictó una
sentencia en la que afirma que la protección del fuero no desaparece
al pedir licencia el legislador. Dicen los autores de la iniciativa que
se acota el fuero únicamente en casos de notoria corrupción.
¿Quién juzga? ¿Quién ha de dictaminar si se
trata de actos de corrupción incuestionable o estamos ante la intención
de acallar a un adversario o aplicar un escarmiento a quien se oponga a
las decisiones del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión? O peor aún,
a decisiones del poder mediático, de la clerigalla, del poder que
pone el dinero para poner a los del poder político.
ES LA HORA DE los acuerdos, proclama el Macabeo
abajeño. Y Luis Felipe Bravo Mena designa a Francisco Barrio coordinador
de los diputados del PAN, al que encendió la hoguera de las vanidades
para quemar peces gordos del pasado y dejó un rastro de fuegos fatuos
que impedía ver "todo" lo que hacen los del presente. Acuerdos parlamentarios
a cargo de quien se erigió juez y verdugo de aquellos con quienes
tendrán que acordar los del partido en el gobierno si quieren que
se apruebe cualquiera de sus iniciativas, sin excluir las malhadadas reformas
estructurales que no han sido porque nadie ha sido capaz de negociar y
los de la retórica publicitaria dan palos de ciego sobre el mismo
yunque del desdén aldeano que desestima la función de los
operadores políticos, o la ignora.
VICENTE FOX DICE que el informe de mañana
será "un tiro". Ojalá dé en el blanco. No está
en juego la alternancia episódica. Soplan vientos de fronda y en
el llano cunden violencia y desaliento. Está en juego la República.
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