El Ejército acordó entregar material de construcción

Liberan a 35 militares retenidos en Chenalhó

ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL

San Cristobal de Las Casas, Chis., 6 de septiembre. Los 35 militares que la noche del viernes fueron retenidos por indígenas tzotziles del municipio de Chenalhó fueron liberados esta madrugada luego de una negociación de varias horas, informaron funcionarios del gobierno estatal.

Explicaron que la liberación de los integrantes del Ejército Mexicano se concretó después de que los militares se comprometieron a proporcionar material para arreglar la carretera de terracería que comunica a las comunidades de Santa Martha y Saclum, en Chenalhó.

Los 35 militares fueron retenidos a las 19 horas del viernes por mil habitantes de Santa Martha y Saclum, cuando regresaban a su base después de realizar patrullajes de rutina por la zona, donde se han detectado plantíos de mariguana. Hace tres meses el Ejército destruyó por ese rumbo 200 plantaciones de la droga.

Los indígenas atravesaron dos camiones y se pusieron sobre la carretera para impedir el paso del vehículo que transportaba a los soldados, a quienes exigían el pago de 15 mil pesos para arreglar la carretera, ya que, argumentaban, ésta se ha deteriorado por el paso de unidades pesadas de las fuerzas armadas.

Las negociaciones entre militares e indígenas comenzaron a las 22 horas del viernes, luego de que el capitán Arturo González Rodríguez autorizó a un teniente que iba al frente del convoy, dialogar con los inconformes.

Casi a las cuatro de la madrugada las partes llegaron al acuerdo de que el Ejército proporcionará cemento, grava y arena, por un monto de hasta 15 mil pesos, para arreglar la carretera. No se determinó la fecha para entregar el material.

Hoy a las 10 horas en las oficinas de la Subprocuraduría de Justicia Indígena, con sede en esta ciudad, se realizó una reunión de seguimiento. Ahí se informó que la tranquilidad ya retornó a Santa Martha y Saclum, y que no hubo lesionados.

Los funcionarios consultados consideraron que el fondo de la inconformidad de los indígenas no es la supuesta destrucción de la carretera, sino que quieren evitar que los militares patrullen la zona para impedir que la droga sea destruida.