México D.F. Domingo 7 de septiembre de 2003
El proceso de restauración, casi concluido,
afirma
Niega el INAH que peligre el fuerte de San Juan de
Ulúa
ANGEL VARGAS ENVIADO
Veracruz, Ver., 6 de septiembre. El crecimiento
que vivió la ciudad de Veracruz durante el siglo XX propició
que la fortaleza de San Juan de Ulúa, considerada "la puerta de
entrada" a la historia del México posterior a la conquista, sufriera
la más severa de sus agresiones en sus casi 500 años de existencia.
De acuerdo con especialistas, la construcción del
puerto artificial de Veracruz durante el porfiriato, el descontrolado desarrollo
de la industria portuaria, la emisión de contaminantes de todo tipo
y un prolongado abandono y falta de mantenimiento, aunado a los estropicios
propios del transcurrir del tiempo y las inclemencias de la naturaleza,
han puesto en peligro de desaparecer a tan emblemática edificación
militar.
Así lo confirma su inclusión en tres ocasiones
diferentes (1996, 2000 y 2002) en el listado que emite anualmente el organismo
internacional World Monument Fund sobre los 100 monumentos del mundo que
corren ese riesgo.
Esa
preocupante situación, sin embargo, quedó ya en el pasado,
según afirman el director regional del Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH) en Veracruz, Daniel Goeritz, y el coordinador del proyecto
integral de restauración de San Juan de Ulúa, Gaspar Noriega,
no obstante de que aún son visibles grietas, cuarteaduras y fisuras,
así como profusa humedad en varios puntos de la construcción,
edificada, por cierto, con coral como principal materia prima (98 por ciento),
cal y piedra de la región de Córdoba.
De acuerdo con ambos investigadores, la fortaleza no sólo
ha superado ya todo riesgo de desaparecer, y por tal motivo se encuentra
fuera desde este 2003 de la mencionada lista, sino que en cinco años
más estará completamente restaurada, lista para ser reutilizada.
El cumplimiento de dicho plazo, empero, depende de disponer
de los 114 millones de pesos que requiere para llevar a su fin el proyecto,
precisan en entrevista.
A la fecha, a 10 años de comenzados los actuales
trabajos, se ha recibido menos de la quinta parte de aquella cantidad,
a razón de 1.5 y 2 millones de pesos por año, ante lo cual
se registra un avance de obras de sólo 26 por ciento.
Tal porcentaje, sin embargo, dará un salto cuantitativo
en febrero del año entrante y alcanzará 60 por ciento, gracias
a la colocación de una barrera metálica sumergida alrededor
de la fortaleza, con la cual se evitará que la base de arena sobre
la que fue erigida continúe deslizándose.
Así, una vez reparados todos los daños causados
por la anterior situación, cuyo origen se debe a la construcción
del puerto artificial durante el porfiriato, quedará garantizada
la cimentación de todo el conjunto y se protegerá de cualquier
problema externo por oleaje, marea o contaminación marina.
El costo de estas obras es de 40 millones de pesos y podrá
ser sufragado gracias a un acuerdo entre los gobierno federal y estatal
mediante el que se otorgan sendas partidas de 45 millones, que serán
distribuidos en el transcurso de los dos años siguientes.
De manera paralela a los estudios de mecánica de
suelo y de geofísica que se realizan para la colocación de
la mencionada barrera, los especialistas del INAH-Veracruz trabajan actualmente
en la restauración de los cimientos de una de las estructuras de
la fortaleza, el Revellín de San José.
La realización de esta obra ha sido posible gracias
un donativo de 100 mil dólares efectuado este año por American
Express, como parte de un programa emprendido de manera conjunta con World
Monument Fund, denominado Vigía (Watch, en inglés),
mediante el cual se apoya a 20 de los 100 monumentos que dicho organismo
internacional registra en peligro de desaparecer.
Esta es la segunda aportación consecutiva que la
firma estadunidense destina a San Juan de Ulúa, pues en 2002 otorgó
150 mil dólares para la reparación integral del baluarte
de Santa Catarina.
A decir del director del INAH-Veracruz la importancia
de la fortaleza de San Juan de Ulúa es invaluable desde los puntos
de vista histórico y arquitectónico, tanto por representar
"la puerta de entrada" a la historia de México y América
posterior a la conquista española, como por ser una de las más
grandes construcciones militares realizadas en el continente por los conquistadores,
con cinco hectáreas de extensión, entre otras razones
De allí que subraye la importancia de rescatarla
y preservarla, así como de destinarle un buen uso una vez restaurada.
Acerca de este último punto, señala que
el actual proyecto contempla convertir a la fortaleza en un centro de cultura
internacional, para así recuperar el "carácter histórico
que tiene como puerta de entrada al Nuevo Mundo".
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