México D.F. Viernes 12 de septiembre de 2003
Nadie me puede echar, sostiene desde Ramallah
el líder palestino; marchas en su apoyo
Aprueba el gabinete israelí la expulsión
de Yasser Arafat
El ejército está autorizado a ejecutar
la deportación en cuanto el Parlamento lo acepte
EU reitera su rechazo a la decisión; Qureia suspendería
la formación de un nuevo gobierno
AFP, DPA Y REUTERS
Ramallah, 11 de septiembre. El gabinete israelí
dio este jueves por la noche su acuerdo de principio a la expulsión
del presidente palestino, Yasser Arafat, fuera de los territorios palestinos.
Reunido tras los dos atentados suicidas del martes que
costaron la vida a 17 israelíes, el gabinete de seguridad anunció
en un comunicado que "los sucesos de los recientes días han vuelto
a demostrar que Yasser Arafat es un obstáculo absoluto a toda tentativa
de reconciliación entre israelíes y palestinos. Israel se
esforzará en eliminar este obstáculo de una manera y en un
momento que se decidirán más tarde", precisó el comunicado.
Fuentes oficiales dijeron que por el momento no se cumplirá
el exilio de Arafat debido a las presiones en contrario de Estados Unidos,
pero ya se ha aprobado la deportación y se ha ordenado al ejército
diseñar un plan para ejecutarla.
Despliegue militar
Esta
declaración significa que el ejército israelí tiene
permiso para expulsar al líder palestino en el momento que considere
oportuno, en cuanto el Parlamento lo apruebe expresamente tras decidir
hacia dónde será trasladado. Por lo pronto, soldados israelíes
tomaron posiciones desde el jueves por la mañana en la séptima
planta del Ministerio de Cultura palestino, situado a unos 300 metros de
la mukata. Aviones de guerra israelíes sobrevolaron la zona
este jueves.
"Nadie me puede expulsar", replicó Arafat desde
la mukata, su cuartel general en Ramallah, Cisjordania, donde se
encuentra confinado desde diciembre de 2001. En ese entonces, y estando
muy recientes los atentados antiestadunidenses de septiembre, Israel hizo
rodear con tanques las instalaciones por considerar que el líder
palestino fomentaba las actividades de los grupos integristas antisraelíes.
El asedio al presidente palestino continuaba todavía
en abril de 2002, cuando el gobierno israelí habló de "trasladar
a Arafat". En septiembre del mismo año, el ejército volvió
a rodear la mukata para presionarlo a entregar a cuatro hombres
acusados del asesinato, en octubre pasado, del ministro de Turismo israelí,
Rehvam Zeevi, y de un funcionario acusado por Israel de estar involcrado
en un contrabando de armas provenientes de Irán.
El pasado miércoles, en entrevista con La Jornada,
el viceprimer ministro israelí, Ehud Olmert, había anticipado
que su gobierno tomaría la decisión de expulsar al líder
palestino.
Así, la tarde de este jueves más de mil
palestinos se concentraron frente a la mukata, para expresarle su
apoyo. Llevado sobre una silla por sus guardaespaldas hasta la entrada
del edificio fuertemente dañado por los ataques israelíes,
Arafat, de 75 años, se dirigió sonriente a la multitud que
coreaba: "¡Por nuestra sangre, por nuestra alma, te apoyaremos Abu
Ammar!", el nombre de guerra del líder palestino.
A su vez, el primer ministro palestino designado, Ahmed
Qureia, amenazó este jueves con interrumpir los trabajos para la
formación de un gobierno tras la decisión israelí.
El debate de investidura de Qureia como primer ministro de la Autoridad
Nacional Palestina (ANP), previsto para este jueves, fue postergado para
el domingo, aparentemente debido a un desacuerdo relativo a la composición
del nuevo gobierno, dijeron fuentes parlamentarias.
El principal consejero de Arafat, Nabil Abu Rudeina, advirtió
este jueves a Israel que "pagará caro" si expulsa al presidente
de la ANP. La decisión del gabinete de seguridad israelí
"no tiene ningún sentido para nosotros", declaró, al tiempo
que apeló al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones
Unidas para que imponga sanciones contra el gobierno israelí. El
ministro de Relaciones Exteriores palestino, Nabil Chaath, estimó
que expulsar a Arafat, sería "una declaración de guerra".
En Washington, un alto responsable del gobierno recordó
que Estados Unidos se opone a la eventual expulsión de Arafat por
considerar que ese paso no ayudará a la pacificación de Medio
Oriente. "Nuestra posición es conocida, fue establecida hace mucho
tiempo y no ha cambiado", señaló la fuente. "Cuando se planteó
la cuestión en el pasado, siempre dijimos que eso no ayudaría
y no era la solución", agregó.
La administración de George W. Bush había
cortado el diálogo con Arafat y celebró la nominación
de un nuevo primer ministro, el moderado Mahmoud Abbas, en marzo pasado.
Bush le manifestaba públicamente su apoyo en sus
intentos de relanzar las negociaciones de paz con base en el mapa de
ruta y preveía llegar a la creación de un Estado palestino
independiente que conviva en paz al lado de su vecino Israel.
Pero la renuncia de Abbas la semana pasada debido a desacuerdos
con Yasser Arafat volvió a colocar en primer plano al presidente
de la ANP. Uno de sus próximos, Ahmed Qureia, fue designado por
el parlamento para formar un nuevo gobierno tras la renuncia de Abbas.
Estados Unidos teme que la expulsión de Yasser
Arafat suscite nuevas tensionas y condene cualquier avance en las negociaciones,
sin descartarlo del todo.
La decisión israelí suscitó la "fuerte
preocupación" del alto responsable europeo para la política
exterior, Javier Solana, afirmó en Bruselas su portavoz, Cristina
Gallach.
Para el ex primer ministro israelí, Shimon Peres,
expulsar a Arafat fuera de los territorios palestinos sería un "gran
error", porque esto le conferiría cualidades de "mártir"
ante su pueblo.
En Roma, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, estimó
que la expulsión de Arafat sería un "error monumental".
El presidente francés, Jacques Chirac, declaró
por su parte, que Arafat es el representante legítimo de los palestinos.
Varias decenas de personas manifestaron la noche del jueves
delante del Ministerio de Relaciones Exteriores francés en protesta
por la amenaza israelí de expulsar al presidente de Arafat, de los
territorios palestinos.
Desacuerdo francés
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Dominique
de Villepin, declaró en un comunicado que la "la decisión
del gabinete de seguridad israelí de encarar la expulsión"
del presidente Arafat, sería "un recurso tan extremo que sería
un grave error".
El canciller francés pidió al gobierno israelí
que renuncie a tal decisión, "teniendo en cuenta las consecuencias
que la misma no dejaría de tener en los territorios palestinos,
en Israel y en el conjunto de la región", así como en el
terreno internacional.
Por último, la Unión Europea acordó
este jueves poner al brazo armado del grupos integrista palestino Hamas
en la lista de organizaciones terroristas proscritas en la comunidad. La
decisión implica que los estados miembros congelen los activos de
la orgnaización y allanen el camino legal para perseguir a sus miembros.
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