México D.F. Viernes 12 de septiembre de 2003
Descartan aplazar referéndum sobre adopción
del euro, moneda que ella apoyaba
Conmueve a la comunidad mundial el asesinato de la
canciller de Suecia
La policía dice tener en su poder el arma homicida
y la chaqueta militar del asesino
DPA, AFP Y REUTERS
Estocolmo, 11 de septiembre. Gran conmoción
causó aquí y en las restantes capitales europeas, así
como en Estados Unidos, en otras partes del mundo y en la Organización
de Naciones Unidas (ONU), la confirmación del asesinato de Anna
Lindh, ministra sueca del Exterior, víctima de un atentado a cuchilladas
perpetrado por un individuo no identificado.
La ministra de 46 años, madre de dos niños
y ferviente partidaria del referéndum en favor de la adopción
por Suecia del euro como moneda única, fue apuñalada en estómago,
pecho y brazos el miércoles por la tarde en un tienda del centro
de Estocolmo, donde hacía compras sin escoltas.
Al conocerse el fallecimiento de la diplomática
en la madrugada de este jueves, tras ser sometida durante horas a intervenciones
quirúrgicas, Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea
(CE), y Javier Solana, alto representante de la Unión Europea (UE)
para la Política Exterior y de Seguridad, se declararon consternados.
"Nosotros
la recordaremos como una política comprometida, valiente e inteligente,
pero sobre todo como una persona cálida y generosa", declaró
Prodi en Bruselas. A su vez, Solana calificó a Lindh de "auténtica
europea y buena amiga". Europa y la CE "han perdido a una personalidad
impresionante y comprometida", agregó.
Kofi Annan, secretario general de la ONU, se declaró
"conmocionado y profundamente entristecido" por la muerte de la canciller
sueca, a quien consideró amiga personal. Dijo "compartir su pesar
y dolor ante esta trágica pérdida".
George W. Bush, presidente estadunidense, se dijo "impactado
y entristecido" por el asesinato de Lindh, quien era "portavoz enérgica
de la libertad y la paz". La Casa Blanca añadió: "Estados
Unidos comparte la tristeza del pueblo sueco tras esta pérdida",
y expresó solidaridad a la familia de la ex ministra.
También hubo manifestaciones de dolor, conmoción
y condena del presidente francés, Jacques Chirac; del primer ministro
italiano, Silvio Berlusconi; del canciller alemán, Gerhard Schroeder;
del presidente del gobierno español, José María Aznar,
y del ministro británico del Exterior, Jack Straw, entre otros.
El caso de Olof Palme, sin resolver
Las banderas de todos los edificios de la CE ondeaban
este jueves a media asta en señal de duelo, en tanto que la habitualmente
apacible Suecia es hoy una nación conmocionada por el atentado,
sólo comparable con el ocurrido la noche del 28 de febrero de 1986,
cuando fue asesinado a tiros a quemarropa el entonces primer ministro,
Olof Palme. Este último caso permanece irresuelto.
Correspondió al ministro Goran Persson dar a conocer
esta madrugada la noticia sobre el fallecimiento de Anna Lindh, quien como
él era miembro del Partido Socialdemócrata y apoyaban el
"sí" en el referéndum programado para el domingo en Suecia
sobre la incorporación del país nórdico a la zona
euro.
A pesar de esta tragedia, dijo Persson, se mantiene la
fecha del domingo para la cita en las urnas, descartando cualquier aplazamiento.
Al llamar a los 7 millones de compatriotas a que acudan a sufragar, aseveró:
"es fundamental que el proceso democrático no se vea interrumpido
por una acción criminal".
A pesar de que Lindh era muy popular y favorecía
el euro, todos los sondeos de opinión arrojan que los opositores
a la moneda común europea cuentan con una clara ventaja sobre quienes
favorecen el ingreso de Suecia en la Unión Monetaria Europea.
"Anna Lindh nos ha dejado. La familia ha perdido a la
madre y compañera. La socialdemocracia ha perdido a una de sus políticos
más capaces. El gobierno ha perdido a una ministra talentosa y a
una
buena colega. Suecia ha perdido la cara ante el mundo",
expresó Persson, interrumpido por lágrimas.
La policía dijo tener en su poder el arma del atentado
y la chaqueta militar del asesino, con la sangre de la víctima,
que logró arrebatársela. Las primeras descripciones señalan
que se trata de un hombre nórdico de alrededor de 1.80 metros y
unos 30 años. El servicio secreto sueco aceptó que este crimen
constituye un fracaso para esa oficina, pues no se asignó escolta
a Lindh pese a la tensa situación política en vísperas
del referéndum. Pero ahora, dijo, se están utilizando todos
los medios para dar con el asesino, que logró darse a la fuga.
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