La banca privada mundial criticó el convenio, por considerarlo demasiado "blando"

Pagó Argentina casi 3 mil millones de dólares al FMI, tras lograr un acuerdo

El país cumplió, "sin comprometer la recuperación económica", celebraron empresarios

DPA, AFP Y REUTERS

Buenos Aires, 11 de septiembre. Argentina pagó hoy 2 mil 920 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) y superó una efímera moratoria, pero el presidente Néstor Kirchner advirtió que el acuerdo de refinanciación de la deuda alcanzado con ese organismo, celebrado por los empresarios argentinos y criticado por la banca privada mundial por ser demasiado "blando", está lejos de ser "una panacea" que rescate al país de su profunda crisis.

Kirchner dijo el jueves que "el acuerdo con el FMI es un paso importante, pero no es la panacea ni mucho menos", pese a que "significa un puente de plata para reconstruir paulatinamente Argentina".

El director-gerente del fondo, Horst Koehler, había advertido la víspera que el directorio aprobaría el entendimiento siempre y cuando Argentina estuviese al día con sus vencimientos.

El gobierno de Kirchner consiguió una reprogramación a tres años de unos 21 mil millones de dólares de la deuda multilateral sin firmar un cronograma de aumentos de tarifas de servicios públicos, pese al reclamo del FMI. Logró que tampoco se incluyera en el acuerdo una compensación que demandan los bancos por haber devuelto algunos ahorros bloqueados.

Además, el mandatario consideró que es una meta "absolutamente alcanzable" el superávit fiscal de tres puntos acordado para 2004, pues "creo en el crecimiento de la economía". Sobre su relación con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, reconoció que hay "diferencias", pero aclaró que está "muy conforme con su tarea".

El secretario del Tesoro estadunidense, John Snow, y el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, felicitaron a Argentina por el acuerdo, en tanto la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), con sede en París, se congratuló por el hecho de que no se haya incluido una alza de tarifas de servicios, pues eso "hubiese tenido consecuencias dramáticas" en la población argentina, la mitad sumida en la pobreza.

Pero los bancos privados, en cambio, temen que el fondo haya sido demasiado "blando" y esto siente un precedente. "El programa es blando y vago, no defiende efectivamente los intereses de los poseedores de bonos y daña la credibilidad del FMI", expresa el informe diario sobre América Latina del Dresdner Bank Lateinamerika.

Especialistas del Bank of America dijeron que el acuerdo mostró que el FMI "puede ser manipulado fácilmente".

Charles Dallara, director del Instituto de Finanzas Internacionales, que representa a la banca privada mundial, consideró que "es altamente dudoso que este programa aporte una base sólida para una recuperación sostenible".

Para Dallara, hace falta la restructuración del sector financiero, particularmente la banca y el sistema de pensiones, y la revisión de tarifas de los servicios públicos.

En cambio, en Argentina, las entidades del poder económico coincidieron en elogiar el acuerdo. La Asociación Empresaria Argentina, que agrupa a las 70 compañías más importantes del país, aseguró que "es un paso fundamental para honrar las obligaciones de Argentina, sin comprometer la incipiente recuperación económica".

También apoyaron el pacto la Asociación de Bancos Argentinos, la Unión Industrial Argentina, la Cámara Argentina de la Construcción y la Cámara Argentina de Comercio.

De su lado, el ministro de Planificación brasileño, Guido Mantega, afirmó que el FMI exige un menor superávit primario a Argentina que a Brasil (de 4.25 por ciento) porque los argentinos están en una "situación límite". La cancillería a su vez indicó que Brasil dio un "apoyo constante y efectivo" a su vecino y socio del Mercosur en sus negociaciones con el fondo.

Kirchner agradeció la actitud de sus pares mexicano, Vicente Fox; chileno, Ricardo Lagos, y Alvaro Uribe, de Colombia, pero no quiso referirse ante la prensa a su colega brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, quien no se habría comunicado telefónicamente durante el tramo final de las negociaciones.

En el ámbito de los derechos humanos, por otro lado, el fiscal federal Antonio Castaño solicitó hoy al juez Luis Dardanelli que ordene el arresto preventivo del ex capitán y represor de la pasada dictadura militar Alfredo Astiz, cuya extradición solicitó Francia, por la desaparición de dos monjas de ese país.