Intentaron además desaparecer el cuerpo de Gerardo Mora

Solicita la CNDH al IMSS procesar a implicados en muerte por negligencia

VICTOR BALLINAS

En el Hospital General Regional Número Uno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) -ubicado en Cuernavaca, Morelos-, por negligencia médica y mala atención falleció el menor Gerardo Mora Santos, además que su cuerpo fue rescatado por sus padres en la funeraria Cuernavaca, pues "al parecer se pretendía desaparecer su cadáver". Ante los hechos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 38 de este año al director del IMSS, Santiago Levy Algazi.

En su documento, la CNDH solicitó a Levy Algazi iniciar un procedimiento administrativo contra el personal médico que participó en la atención al menor; otro contra el personal administrativo que participó en la entrega del cuerpo de Gerardo, y que se investigue penalmente esa situación "irregular", además de que se pague a los deudos la indemnización correspondiente.

El organismo destacó que se debe investigar penalmente el hecho que el cuerpo del muchacho "no haya sido entregado de manera oportuna a su familia, sino que haya sido sacado del hospital, oculto entre la mortaja de otro cuerpo en una carroza fúnebre, al parecer con la intención de desaparecerlo".

De acuerdo con la investigación de la CNDH, Gerardo fue llevado por sus familiares el 18 de febrero pasado a las 9:30 horas a la Unidad de Medicina Familiar Número 3 en Jiutepec, Morelos, por presentar vómito y dolor abdominal. "Ahí se le diagnóstico apendicitis, por lo que debía ser llevado al Hospital Regional Uno -Plan de Ayala-, donde ingreso a Pediatría a las 12:40 horas; se le hospitalizó y le aplicaron medicamentos".

Sin embargo, en ese hospital, de acuerdo con la CNDH, los médicos que atendieron al menor "descartaron apendicitis", no obstante que presentaba dolor abdominal agudo, vómito, fiebre de 37.5 grados centígrados, y estaba "quejumbroso, decaído, abdomen con contractura muscular continua y no permitía palpación", como se asentó en las notas médicas.

A las 17:35 horas se encontró que Gerardo presentaba taquicardia y su abdomen "defensa muscular voluntaria". A las 22:30 horas del mismo día, el menor se encontraba inquieto, pálido, con dolor ante la palpación abdominal, con vómito y fiebre. A la 1:40 del día 19 de febrero, el menor seguía sin evacuar, con vómito en dos ocasiones y a esa hora se le diagnóstico que "no había urgencia quirúrgica absoluta".

A las 13:10 horas el menor falleció al presentar "súbitamente crisis convulsiva y sangrado de tubo digestivo alto, con sangre semidigerida abundante que ocasionó broncoaspiración y paro cardiorespiratorio, irreversible a maniobras habituales de reanimación".

La CNDH, luego de evaluar los diagnósticos médicos, de revisar los medicamentos aplicados y la "atención" que recibió el menor, determinó que Gerardo permaneció 23 horas sin que los médicos descartaran el diagnóstico de apendicitis por el que ingresó, y "probablemente este cuadro se cubrió, debido a los analgésicos que recibió, por lo que falleció a consecuencia del shock séptico por peritonitis generalizada consecutiva a apendicitis aguda perforada", indicó la CNDH.

El organismo acotó que la atención fue deficiente, inadecuada, y sobre todo resultó "irregular" que el cuerpo del menor "haya sido entregado a una persona diferente a los deudos".