México D.F. Miércoles 17 de septiembre de 2003
Presentó en Madrid El porvenir de mi pasado, editado por Alfaguara
Mario Benedetti se dice afligido por ''la muerte de la humanidad''
George Bush y sus aliados la llevan al suicidio, alerta el escritor uruguayo
Con ese libro experimenta por primera vez la creación de cuentos ''fantásticos''
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 16 de septiembre. El escritor uruguayo Mario Benedetti confesó hoy que si bien a sus 83 años siente ''cada vez más cercana" su propia muerte, lo que más le aflige ''es la muerte de la humanidad, que con Bush y sus aliados va hacia el suicidio".
Con la lucidez y humildad de siempre, Benedetti presentó en el Círculo de Bellas de Artes de Madrid su libro de cuentos El porvenir de mi pasado, que publica Alfaguara y en el que ofrece episodios de su biografía, reflexión política, humor y numerosas referencias al ''exilio y desexilio" que le impusieron las dictaduras militares de América Latina en la segunda mitad del siglo pasado.
Con una obra literaria que ya supera los 80 libros, entre ellos algunos títulos que han marcado a varias generaciones de lectores, como La tregua o Inventarios I y II, Benedetti explicó que en El porvenir de mi pasado experimentó por primera vez con la creación de cuentos de ''tema fantástico", como el que cierra el libro y es su predilecto, Túnel en duermevela.
El título del libro es una cita de un verso del poeta mexicano José Emilio Pacheco, al que elogió tras admitir que había estudiado a fondo su obra, pero también es una metáfora de la intención literaria del libro:
''El porvenir de mi pasado está diciendo que hay cosas del pasado que quedaron muertas, que no existen más, como muchas veces la infancia que se ha quedado en penitencia para siempre. Pero hay otras cosas del pasado que sobreviven y que abren una brecha hacia el futuro y ésas son las que yo quiero rescatar: aquellas cosas del pasado que van a tener vigencia en el futuro".
Presencia del humor
Benedetti, quien explicó que la poesía es el género con el que más disfruta, escribió una serie de cuentos que parten, en su mayoría, de sucesos cotidianos y que agrupó en cuatro secciones: El gran quizás, Utopía, Brindis y La tristeza. Los relatos también ofrecen numerosos hechos que él mismo ha protagonizado en sus 83 años de existencia; desde los numerosos trabajos que debió ejercer antes de que pudiera vivir de la literatura -taquígrafo, vendedor, cajero, contador, funcionario público y periodista- hasta la persecución política que sufrió una buena parte de su vida, ya sea en su país natal, en Argentina o en Perú, donde fue sistemáticamente amenazado de muerte.
''En este libro están presentes algunos aspectos que en otros no hay, por ejemplo los temas fantásticos que, a pesar de ser un género que me atrae, no me había sugerido escribirlos. También es el libro en el que está más presente el humor, pues creo que llega una edad en la que más vale reír que llorar y en este libro he intentado divertirme yo primero y después divertir al lector, pero también hay algunos cuentos de la muerte, de la tristeza", explicó.
Benedetti contó que en los años en los que se inició como escritor era muy difícil publicar, pues ''no había editoriales" que se atrevieran a publicar cuento o poesía, por lo que sus primeros siete títulos los editó él mismo con ''operaciones bancarias de mi sueldo", hasta que un catalán exiliado en Uruguay publicó su libro Montevideanos.
Exilio y desexilio
La vida de Benedetti en su país se vio truncada por la dictadura militar, que lo obligó a huir ante la amenaza latente de su detención y casi segura ejecución. ''El exilio lo veo a partir del desexilio, que es cuando después de muchos años vuelvo a mi país. Para mí fue muy importante el exilio, porque fue una cosa empujada por los otros; no fue voluntaria, ya que yo prácticamente fui expulsado. Estuve en Argentina pero me amenazaron de muerte y me dieron un plazo para que me fuera y entonces me fui a Perú, pero allí también me amenazaron de muerte y me metieron preso, así que me fui a Cuba, donde sí podía vivir tranquilo pero estaba muy incomunicado porque, por ejemplo, para poder escribirle a mi familia tenía que mandar una carta a algún amigo a España para que él la mandara a Montevideo, porque si en ese momento en Uruguay, que estaba bajo una dictadura, llegaba una carta desde Cuba iba preso el que la recibía. De ahí me fui a España en donde estuve hasta que se acabó la dictadura y afortunadamente pude volver a mi país".
En cuanto a la situación actual en América Latina, Benedetti se mostró esperanzado en lo que puedan hacer algunos de sus nuevos dirigentes, como Luiz Inacio Lula da Silva, en Brasil, y Néstor Kirchner, en Argentina, al tiempo que volvió a manifestar su postura sobre la situación de Cuba:
''Siempre he mantenido apoyos y objeciones. No he sido un entusiasta ni un fanático, pero sí sé que la Revolución cubana fue muy importante para toda América Latina, porque era la primera vez que un país se rebelaba contra la potencia de Estados Unidos, lo cual ya es bastante, además que ha aguantado ese bloqueo durante tantos años. Eso no quiere decir que Cuba no haya cometido errores, pero en general a los medios no les preocupan los países grandes sino los chiquitos como nosotros."
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