México D.F. Jueves 18 de septiembre de 2003
Miles de estudiantes de secundaria la homenajearon a su llegada a México
Ana Guevara, blanco de la admiración colectiva en el Auditorio Nacional
"No sé hasta dónde vaya a llegar, soy un ser humano", expresó la campeona mundial de 400 m
ABRIL DEL RIO
Ana Gabriela Guevara lo había dicho todo en las pistas y regresó ayer al país como el gran blanco de admiración de las multitudes, reflejadas anoche en vítores de miles de adolescentes en el Auditorio Nacional, previa recepción del presidente Vicente Fox en Los Pinos, bajo un fuerte dispositivo de seguridad desde que llegó al aeropuerto capitalino para evitar tumultos que conllevaran riesgos.
"No sé hasta dónde vaya a llegar. Siempre daré lo mejor de mí, pero soy un ser humano", fue una de las frases más recurrentes durante el breve homenaje que sus principales patrocinadores, autonombrados comité de recepción, organizaron en el gran escenario de Reforma, adonde trasladaron, a bordo de 240 autobuses, a 8 mil 500 estudiantes de secundarias técnicas que durante tres horas se acomodaron en sus butacas, para luego emocionarse con sólo ver a la campeona invicta en 27 carreras, dos campañas completas.
En programa puntual, conforme lo dictaban los tiempos de televisión, Ana apareció en escena hacia las 8 de la noche. Para ella y su entrenador, el cubano-mexicano Raúl Barreda, un sillón blanco desde donde escuchó de la joven Esmeralda Catalán Pérez, ganadora de oratoria estudiantil en el Distrito Federal, un discurso temático a la dedicación y la victoria.
Al igual que cuando subió a lo más alto del podio en el Mundial de París, la reina de los 400 metros planos controló a la perfección las lágrimas que no dejó caer ante el éxtasis de ser objeto de la aclamación.
"A-na, A-na", gritaban los jóvenes al unísono, y en retribución apenas logró agradecerles, porque vendría el mariachi con La Negra, y después Pablo Montero para invitarla a entonar el Cielito Lindo, y otro cantante, acordeón pegado al violín, con una tradicional que le recordara su natal Nogales.
Pero ahí no paraba el paquete de emociones de los recepcionistas, que le anunciaron una comunicación telefónica con su madre, pero cuando se llegó el "Hola, Gaby" en el auditorio, no pareció sorprender mucho a la sonorense.
Parecía suponer que aquello sería un reality show, como resultó al aparecer en escena los padres, las dos hermanas, el hermano menor y la sobrina que lleva su nombre.
Vendría la conferencia de prensa, en la que Ana abordó con mesura y certeza cada tema. Reiteró que camino a la medalla de oro olímpico, la única que le falta, no se guardará ningún esfuerzo.
Imprimió cierto humor ante preguntas como la referente a la solicitud que manifestó la nueva dirigente del deporte capitalino, de ayuda de Guevara para mejorar en ese rubro: "ƑA dónde le llevo la factura?"
Si bien provocaba silencios, extendía sus respuestas: "No estoy de acuerdo con los juegos políticos. Tengo disposición de colaborar con todo lo que yo pueda, siempre y cuando sea una propuesta seria, positiva y ordenada".
Fue escaso su comentario sobre la entrevista con Fox, pues indicó que la reunión fue muy breve por los compromisos del Presidente, pero espera mejores ocasiones.
Ante quienes le hablaron de las presiones que le esperan camino a sus siguientes metas, desde las que podrían ocasionarle los patrocinadores, adelantó que "tengo casi descartado agregar a otro patrocinador, porque no quiero distraer mis objetivos por más dinero".
En cuanto a lo deportivo afirmó: "sólo puedo decir que tengo dos años para disfrutar y decir, una y otra vez, soy la campeona mundial".
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