El árbitro Felipe Ramos Rizo presentó denuncia ante la PGR por espionaje telefónico

Se abre una investigación para ubicar a detractores de la FMF

La federación no vive al margen de la ley, dijo Alberto de la Torre, quien anunció que en los próximos días serán cesadas entre seis y 10 personas por haber filtrado información del organismo

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Mientras el árbitro Felipe Ramos Rizo presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) por espionaje telefónico y violación al secreto bancario, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Alberto de la Torre, anunció que se abrió una investigación para detectar a los responsables de la campaña de desprestigio que vive la institución.

El jerarca del organismo rector del balompié mexicano negó que la FMF viva al margen o fuera de la ley, como se publicó esta semana en un diario, y anunció que en estos días entre seis y 10 personas serán despedidas de la federación, una vez que se compruebe "que filtraron información sobre varios temas, pues consideró que fallaron en su lealtad a la institución".

En conferencia de prensa solicitó a los medios de comunicación que colaboren para detectar a los integrantes del grupo que se ha dedicado a menospreciar el trabajo del actual consejo nacional.

Descartó que sean Alejandro Burillo o Rafael Lebrija los responsables de dichas calumnias y afirmó que sería la persona más feliz del mundo si supiera de quién se trata.

La campaña, según él, la lleva a cabo "alguien que se siente afectado en sus nichos de poder, pero vamos a llevar a cabo una investigación y llegaremos hasta las últimas consecuencias".

Sobre los sueldos de los jugadores que se publicaron en una revista, indicó que "no es información oficial ni fidedigna".

De la Torre comentó que toda la información que desprestigia al organismo ha afectado la firma con patrocinadores y que, por ejemplo, en el costo del Juego de Estrellas del año pasado se ha conseguido únicamente 50 por ciento.

Sobre el coche de lujo que Televisa le dio a De la Torre, el presidente de la federación se defendió diciendo que solamente se lo está tratando de vender al propio organismo. Indicó que él lo usó dos días aunque el automóvil tiene meses en Guadalajara y no se lo ha regresado a los de Chapultepec 18.

Directo a la Libertadores

Por otro lado, la Concacaf anunció las reglas para la participación de clubes mexicanos en la Copa Libertadores, torneo anual de clubes de Sudamérica.

"Estamos contentos con la cooperación entre las autoridades del balompié, porque asegura le entrada directa de los clubes mexicanos", dijo el secretario general de Concacaf, Chuck Blazer.

De acuerdo con las circunstancias extraordinarias que rodean la participación de equipos de una confederación en el torneo de otra, permitido solamente por excepción, la Concacaf ha cambiado su reglamento para permitir la participación de equipos mexicanos en la Copa Libertadores.

El reglamento, base del acuerdo entre Concacaf, Conmebol y la FMF, permitirá que dos equipos mexicanos se clasifiquen para la Libertadores de 2004 y tres para 2005 y 2006.

Previamente los equipos tricolores que habían participado en la justa sudamericana tenían que disputar con equipos de Venezuela dos boletos para el torneo.

Ahora, bajo los términos de la invitación de Conmebol, los equipos mexicanos se clasificarán directamente sin tener que jugar un repechaje contra escuadras de otro país.

Los dos campeones tricolores de cada año continuarán jugando en la Copa de Campeones Concacaf, en la que el ganador se clasificará al Mundial de Clubes de la FIFA. Las reglas permiten que los equipos mexicanos que participarán en la Libertadores se determinen cada año con una serie clasificatoria.

Los tres equipos participantes saldrán de un repechaje entre los dos líderes de las temporadas 2005 (un equipo), un repechaje entre los dos campeones anteriores que hayan participado en la Copa de Campeones Concacaf (un equipo) y finalmente un torneo eliminatorio entre ocho equipos, en el que jugarán los siete que acumularon más puntos en las temporadas, además del perdedor del repechaje de los superlíderes (un equipo).