ASTILLERO

Julio Hernández López

Fuero contra fuero

ƑCardenal o general?
Renunciar o apechugar con los acuerdos de San Cristóbal

AL PONER A Edipo a hacer política el pasado domingo en San Cristóbal, el presidente Fox abrió la posibilidad de que el general Rafael Macedo de la Concha renuncie a su cargo. "Cuando el procurador sienta que hay obstáculos, que no se está respetando su trabajo, en estos casos sé tomar mis decisiones; tengo 30 años en el servicio público y creo saber cuál es el camino a seguir en este tipo de investigaciones, porque no se trata de favorecer la impunidad", dijo ayer el militar en una de las muchas entrevistas periodísticas que ofreció para subrayar que es totalmente ajeno a los acuerdos de San Cristóbal y que no ha recibido línea ni indicación alguna de que frene o acelere la indagación por lavado de dinero que abrió contra el cardenal Juan Sandoval Iñiguez, sus familiares y algunos amigos.

NO SON POCOS, sin embargo, los indicios de que en la nueva película de Fox Productions, Fuero contra fuero (con Juan Pacino y Rafael de Niro), el presidente de la compañía habría hecho compromisos con una de las partes que significarán la salida de la otra o, cuando menos, un desgaste progresivo y políticamente mortal. Su Eminencia, el cardenal Sandoval Iñiguez, al menos así a medio mundo lo ha hecho saber con ese tacto político paquidérmico que lo ha hecho famoso: el "trato", reveló, incluye la "evaluación" de la "filtración" que desde el interior de la PGR se hizo respecto a las indagaciones encomendadas a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores respecto a cuentas de la familia Sandoval y de varios de sus allegados, además de que "está incluida en la promesa del Presidente de que se investigue hasta lo último, y que la ley dé una repasada a los demandados, que somos nosotros, a los demandantes y al proceso mismo". No fue la única indiscreción del jefe religioso con amplias ambiciones futuristas (ayer la agencia Efe retomó la hipótesis que días atrás había sido planteada aquí: que el cardenal jalisciense quiere ser el jefe máximo de la Iglesia católica mexicana, colocándose al frente de la conferencia episcopal y, desde allí, Ƒpor qué no?, aspirar al papado). Según eso, la resolución del caso deberá darse rapidito: "es cosa de ocho, 10 o 15 días", anunció y, ante la posibilidad de que el presidente Fox incumpla sus promesas, el prelado neocristero dijo que no quería ni pensar en ello, porque cree que Fox honrará lo pactado. De cualquier manera, la organización de la marcha dominical de apoyo a Sandoval sigue su curso.

EL PROCURADOR MACEDO está, pues, ante un desenlace anunciado. Su jefe, el Presidente de la República, con la señora madre como anfitriona y figura garante, llegó a acuerdos con el cardenal Sandoval de los que ni siquiera se le informó más que por vía periodística. Ya podrá el titular de la PGR, si acata esos pactos, intentar los malabarismos verbales que quiera para explicar por qué los resultados de sus indagaciones coinciden en tiempo y resultado con lo anunciado por el religioso de Yahualica: lo cierto es que la figura del procurador quedará lastimada y exhibida. El otro camino es el de la renuncia al puesto. Ambos senderos conllevan, sin embargo, y con independencia del nombre y talante del funcionario que circunstancialmente ocupe la PGR, consecuencias muy negativas para la nación y para lo que quede de oficio político republicano y de respetabilidad institucional. Grave es que el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos haya usado un rancho familiar y una fiesta materna adelantada para negociar con el jefe de la ultraderecha mexicana el finiquito de una investigación razonablemente instaurada contra ese religioso por sospechas de lavado de dinero. Grave es también que en sus urgencias de apagar fuegos, el mandatario federal lastime de nuevo a un segmento cada vez más indispuesto contra él como es el militar, varios de cuyos mandos (y no sólo los que no le deben el cargo al Presidente) critican con impaciencia las diarias torpezas gubernamentales, que dañan al país en general y al ámbito castrense en particular. No debe, por último, olvidarse lo mucho que ha costado en sangre la recomposición del mapa del narcotráfico mexicano, a cargo del mismo Macedo de la Concha, y el riesgo de que ese difícil reacomodo del mercado (de rutas, grupos, jefes y cuotas) deba volver a empezar de cero: irónico resultaría que el procurador federal dejase su cargo no por presiones de bandas explícitas de narcotraficantes sino por desayunante fuego interno de Los Pinos avivado por un cardenal acusado de manejar dinero sucio. (Y, ya para dejar el tema, Ƒquién redactará esos lamentables comunicados de prensa en los que se relata cómo la madre del Presidente "departió animadamente con el cardenal Sandoval" y cómo "el sábado por la noche se hizo posible que este domingo se encontraran, en un almuerzo", el religioso y el mandatario civil?)

ASTILLAS: CARLOS SALINAS SABE que un punto débil de López Obrador es su alianza con Carlos Slim, y por ello ayer insertó una entrevista en Crónica en la que con elegante acidez dijo que André Manué "ha madurado mucho, y una muestra de ese proceso de maduración está representada en las alianzas que ha construido con los sectores productivos más pujantes del país para lograr su apoyo en el rescate del Centro Histórico y la construcción del distribuidor vial". El ex presidente de reavivada presencia en los medios (en Reforma ha narrado en dos amplias partes sus más recientes aventuras de salvador de niños secuestrados) también mencionó desde Washington que no percibe una campaña de AMLO contra él, sino que, según le cuentan, el tabasqueño ha hecho "algunas expresiones matutinas cuando le sirven para sortear dificultades propias de un gobierno, nada más". Las palabras de Salinas provocaron airada reacción de López Obrador pero, más allá de adjetivos y retórica, la pregunta que a éste le sigue provocando agruras es la relacionada con su alianza con Slim... El Presidente de la República comió en días pasados con los directivos nacionales y regionales de la Organización Editorial Mexicana que preside Mario Vázquez Raña (quien, por cierto, le dijo al mandatario que "a veces la crítica es buena; es mejor el aplauso y el halago, lógicamente, pero nosotros damos las dos cosas..."). Ya que "hay la confianza" para esos comentarios, Vázquez Raña dijo a Fox, además, que si antes éste decía no leer periódicos, "con Durazo las cosas van a cambiar". Es más: "Ahora sabe mucho más de cuando empezó. Todo esto, señor Presidente, le permite hacer lo que hizo Alfonso Durazo cuando me habló y me dijo: 'Mario, vamos a ayudar al país'"...

Fax: 5605-2099 [email protected]