México D.F. Martes 23 de septiembre de 2003
"No podemos argumentar que hay problemas más
urgentes o importantes", afirma
Insuficiente, la ayuda de países ricos para
combatir el sida: Kofi Annan
Cuando se escriba la historia del VIH se verá
que el mundo no reaccionó a tiempo: Bill Gates
AGENCIAS
Nueva York, 22 de septiembre. Los países
en desarrollo cuentan con menos de la mitad de los 10 mil millones de dólares
que necesitan hacia 2005 para combatir eficazmente la pandemia del VIH-sida,
y la mayoría de los estados miembros de la Organización de
las Naciones Unidas no están invirtiendo ni los suficientes recursos
financieros ni el esfuerzo indispensable para alcanzar las metas en la
lucha contra el síndrome, advirtió el secretario general
del organismo, Kofi Annan, al inaugurar una sesión de la Asamblea
General sobre el tema.
Annan puntualizó que después del foro extraordinario
de 2001, el Fondo Global contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria creado
entonces ha consagrado a esa causa sólo 4 mil 700 millones de dólares,
cuando el objetivo era contar con 10 mil millones anuales para comenzar
a reducir el impacto de la epidemia hacia este año.
"No podemos argumentar que hay problemas más urgentes
o importantes. No podemos aceptar que 'apareció algo más'
que nos obligó a colocar al sida en una posición secundaria.
Siempre aparecerá algo más", subrayó Annan en su discurso
ante 136 representantes y ministros de Salud de igual número de
países.
En
su discurso, Annan reconoció que no se cumplirán las metas
señaladas para 2005, como reducir a la mitad la tasa de infección
de lactantes y disminuir en 25 por ciento el número de jóvenes
afectados por la enfermedad.
En la actualidad, describió el secretario general
de la ONU, "una tercera parte de los países aún no tiene
políticas para asegurar que las mujeres tengan acceso a la prevención
y a la atención, a pesar de que ellas constituyen 50 por ciento
de los infectados en todo el mundo; más de una tercera parte de
las naciones gravemente afectadas aún no tienen una estrategia para
atender al número creciente de niños que han quedado huérfanos,
y en dos terceras partes de los países los grupos que son más
vulnerables al VIH no tienen ninguna protección jurídica
contra la discriminación".
También una de cada nueve personas que desean saber
si son seropositivas no tienen acceso a las pruebas correspondientes, y
en el Africa subsahariana la relación es de una por cada 16. Sólo
una de cada 20 mujeres embarazadas que recibe atención prenatal
tiene acceso a servicios que contribuirían a evitar que transmita
el VIH a sus hijos, o a tratamientos que podrían prolongar su vida.
El lado bueno
Entre las buenas noticias que se dieron a conocer al comienzo
de la sesión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se
comprometió a tratar a 3 millones de enfermos seropositivos en todo
el mundo hasta 2005, con ayuda de una nueva campaña y nuevos medicamentos
antirretrovirales. Esta cifra representa tres veces más de lo que
los actuales programas antisida podrían alcanzar en los dos próximos
años.
Cerca de 6 millones de personas con VIH que viven en los
países subdesarrollados están tan enfermos que necesitan
estos medicamentos "de manera urgente", advirtió la OMS. El objetivo
del organismo es permitir que la venta de drogas genéricas antirretrovirales
haga bajar los precios de mercado de las medicinas que permiten a los pacientes
seropositivos vivir más tiempo. Hasta ahora en las naciones más
pobres son tratados menos de 300 mil pacientes.
En los pasados 20 años cerca de 65 millones de
personas han contraído el virus en todo el mundo y han muerto 28
millones, 15 millones en el Africa subsahariana. Existen comunidades enteras
devastadas y 14 millones de niños han perdido al menos un padre,
según revelaron las cifras de la ONU.
Demanda latinoamericana
En el contexto de esta reunión, los ministros de
Salud y los mandatarios latinoamericanos que participaron en la sesión
de este lunes destacaron la importancia de reducir los costos de los medicamentos
y permitir el acceso de los enfermos a estos fármacos que permiten
mantener sanas a millones de personas seropositivas.
Humberto Costa, ministro de Salud de Brasil, indicó
que "el éxito de las drogas antirretrovirales ha permitido que las
personas (seropositivas) tengan vidas normales y dignas. No dudaremos ante
la posibilidad de utilizar todos los procedimientos y oportunidades para
bajar los precios y permitir que estas drogas sean más accesibles",
advirtió el funcionario brasileño.
Costa alentó a sus homólogos a tomar medidas
en este sentido. Brasil es de los pocos países latinoamericanos
que ha logrado vencer a los grandes consorcios farmacéuticos, al
producir medicamentos genéricos de alta calidad.
Por su parte, el secretario de Salud de México,
Julio Frenk, indicó que la epidemia en el país cuenta con
una de las tasas menores de incidencia del continente americano, y enfatizó
la necesidad de ampliar la acción colectiva e invertir en los programas
para anticipar el curso de la pandemia, así como desarrollar una
tercera generación de investigaciones basadas en el respeto a los
derechos humanos de los pacientes.
Frenk Mora explicó que mediante los cambios legislativos
aprobados en el país este año, mediante el Fondo de Protección
contra Gastos Catastróficos, se logrará asegurar el acceso
gratuito a los antirretrovirales a todas las personas que viven afectadas
por el VIH-sida.
El ministro de Salud de Argentina, Gins González
García, afirmó que su país proporciona gratuitamente
a nivel nacional los medicamentos, pero requiere apoyo financiero internacional
para desarrollar acciones contra la enfermedad de manera continua. Su homólogo
peruano, Alvaro Vidal, comentó, en representación del Grupo
de Río, que el sida constituye una amenaza para la seguridad de
la población de la región.
Por otro lado, en Sudáfrica el magnate estadunidense
Bill Gates criticó que el sida en Africa sea casi "invisible" para
los países ricos, lo que provoca una falta de sensibilidad ante
los efectos de la pandemia. Acompañado por el ex presidente Nelson
Mandela, Gates advirtió que en los próximos 40 o 50 años,
cuando se escriba la historia del sida, se mostrará que el mundo
no reaccionó tan rápido como era necesario.
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