México D.F. Martes 23 de septiembre de 2003
Cirugía plástica, cada vez más popular en México
No sólo restauramos el físico, también el alma: especialistas
CAROLINA GOMEZ MENA
Si hablamos con la verdad, nadie quiere ni disfruta ser feo. Por naturaleza el ser humano busca verse lo mejor posible, porque la apariencia es la primera carta de presentación. Algunos son privilegiados, otros se defienden, pero hay otros que no caen en ninguno de estos dos apartados. Por ello recurrir a la cirugía plástica suele ser una opción, pero nunca hay que olvidar que ''de un Volkswagen no se puede hacer un Cadillac", advierten los especialistas.
Quizás en este problema se vería el protagonista de una historia que circula en Internet, la de "un feo, pero šmuy feo!; tanto así, que cuando nació el doctor le dijo a su padre: 'hicimos lo que pudimos... pero salió', mientras que su progenitora 'no sabía si quedarse con él o con la placenta'''.
Esta narración puede ser hilarante, pero hay quienes realmente "sufren" por su aspecto. Aquellos que han padecido quemaduras, que han nacido con malformaciones genéticas o que, en busca de la perfección estética, han caído en manos de charlatanes que les inyectan desde los aceites comestibles hasta vaselina o aceite de motor, que destruye piel y músculo, en el mejor de los casos.
Para muchos la cirugía plástica es sinónimo de vanidad, pero para quienes la practican este es un ''término peyorativo y mal empleado, porque a la gente no sólo le restauramos el aspecto físico, les reparamos el alma, la autoestima y, por ende, les damos mejor calidad de vida".
"Vienen padres con sus hijos con labio y paladar hendido, angustiados porque no pueden alimentarlos y porque el estigma del señalamiento social los agobia, o mujeres para que les pongamos un seno que les arrebató el cáncer, o gente que ha sido desfigurada por el fuego; los ayudamos a verse mejor, eso no es vanidad", consideró el cirujano Jorge René Oropeza Morales, presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, para quien los cirujanos plásticos no sólo son especialistas con 13 años de estudios médicos, sino también "verdaderos artistas" que dan armonía al cuerpo.
Y si de eso se trata en México hay mucho por hacer, según el especialista. Las diferencias entre mujeres brasileñas, colombianas y venezolanas con las mexicanas son obvias, "a ellas la mezcla de la raza blanca y negra les proporcionó un biotipo que les da mejor figura y proporciones", expresó.
En el territorio nacional, además de la proclividad a la gordura, "el seno es pequeño, hay poca cintura, escaso chamorro y glúteos discretos", comentó el especialista. Tal vez por esta última característica es que "somos líderes mundiales" en este renglón, pues las técnicas y los implantes que se utilizan para mejorar el contorno de la región glútea son en su mayoría de cirujanos plásticos mexicanos. Incluso dos implantes llevan el nombre de expertos nacionales.
La cirugía plástica es de las especialidades que mayor avance tecnológico han experimentado en las últimas décadas, como el desarrollo del láser, la cirugía endoscópica, la microcirugía, el desarrollo de materiales absorbibles, los bancos de piel, y en el futuro se perfila la cirugía en útero para corregir malformaciones genéticas antes de nacer.
Son dos sus ramas: la cirugía estética o plástica de embellecimiento, a la que se someten quienes no tienen problemas, pero desean mejorar; la otra es la reconstructiva. Pero para los expertos "es lo mismo hacer cirugía plástica que reconstructiva, siempre buscamos que quede funcional y bonito".
La infidelidad femenina motivó el auge de la cirugía estética
Esta es una disciplina tan vieja como la historia del hombre. La publicación más antigua es el papiro egipcio de Ebers, del año 3 mil 500 antes de Cristo, y en él se describen formulas cosméticas y trasplantes hísticos. También está el papiro de Edwin Smith (egiptólogo estadunidense), en el que esta civilización describe el tratamiento de fracturas faciales. Pero es en India, dos milenios antes de Cristo, donde tuvo gran auge.
En el libro sagrado Rig-Veda se describen reconstrucciones de nariz. La razón es simple: los hindúes castigaban a las mujeres infieles amputándosela. Esto hizo surgir al gremio que las reconstruía, que tomando colgajos de la piel contigua borraba la ignominiosa marca. También la cirugía plástica fue practicada por los griegos, pero su popularidad la ha adquirido en las últimas cinco décadas, en especial en lo que se refiere a su faceta de embellecimiento, debido a la tendencia a querer verse mejor.
"Cuando le hace falta pintura a la casa, la pintamos; si el carro está rayado, lo llevamos a componer. Si arreglamos las cosas materiales con las que convivimos, Ƒpor qué no mejorar nuestra apariencia? Además una mejor estética corporal cambia la actitud", señaló José Antonio León Pérez, jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Instituto Nacional de Pediatría (INP).
En ocasiones los deseos de verse mejor hacen pedir imposibles y vienen los reclamos. "Hay pacientes que llegan con una revista y nos dicen: quiero que me opere la nariz y me la deje como ésta, pero olvidan que de un Volkswagen no se puede hacer un Cadillac. Sin embargo, hay cirujanos que aceptan y viene la insatisfacción", comentó.
Estas son las consecuencias más leves, pero también están las de los "tejidos necrosados, las reacciones inesperadas o la pérdida de alguna estructura" refirió León Pérez, quien hizo hincapié en que debido a la proliferación de charlatanes y a que otros especialistas invaden el terreno de los cirujanos plásticos se han dado situaciones críticas.
Datos de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) indican que entre 2002 y julio de este año, de los más de 14 mil casos presentados ante el organismo, sólo se registraron 34 relacionados con cirugía plástica, estética y reconstructiva. En 38 por ciento de ellos "no hubo evidencia de mala práctica médica, en 26 por ciento sí existió y en 35 por ciento no hubo elementos para definir".
De acuerdo con la Conamed, para que una queja proceda se debe comprobar la intervención de personal médico, lo cual no puede ser corroborado por los charlatanes. Esto parece apoyar la tesis de los cirujanos plásticos respeto de que no son ellos los responsables de situaciones críticas. Además -recalcó la Conamed- "en este tipo de intervenciones plásticas la gente se hace corresponsable, asume que no es una cirugía necesaria y tiende a conformarse cuando los resultados estéticos no son los esperados".
En el país hay mil 100 cirujanos plásticos certificados por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica y, según Oropeza, son "suficientes para cubrir las necesidades del país". Aunado a esto el "entrenamiento en cirugía plástica está muy regulado" para evitar caer manos de charlatanes, "los que nos ha hecho mucho daño". Exhortó a los pacientes a exigir las cédulas profesionales.
Cerca de 90 por ciento de los procedimientos en los que se inyectan aceites se hacen en estéticas, otro tanto en gimnasios e incluso en domicilios particulares por gente que carece de conocimiento médico.
También las liposucciones o lipoplastias, pese a ser "uno de los procedimientos más seguros dentro de la cirugía plástica", han ganado mala fama por ser practicadas por "personas ajenas al gremio", comentó León Pérez.
"La ven fácil, las hacen, y vienen las grandes complicaciones, como irregularidades en los contornos de la piel, dejan dormidas ciertas áreas, hacen perder parte de la piel, a veces se meten a la región intrabdominal y aspiran vísceras o les prometen que bajarán muchos kilos, cuando no es un método para bajar de peso, sino para moldear. Nunca se deben aspirar más de dos o tres litros de grasa", explicó.
Otro procedimiento en el que puede haber complicaciones es el tratamiento facial con rayos láser de bióxido de carbono, expuso el doctor Angel Carranza. Este se utiliza para desaparecer manchas y a veces produce reacciones inesperadas, como enrojecimientos que permanecen un tiempo prolongado.
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