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México D.F. Martes 23 de septiembre de 2003
FORO DE LA CINETECA
Carlos Bonfil
Frente al abismo (L.I.E.)
Extraño juego de seducción Inusitada
relación homoerótica
PARA SU PRIMER largometraje L.I.E. (Long
Island Expressway), Michel Cuesta, realizador de múltiples cortos
publicitarios y de capítulos de la popular serie televisiva Six
Feet Under, eligió un tema para muchos perturbador: la iniciación
erótica de un adolescente, Howie Blitzer (Paul Dano), de 15 años,
a la deriva luego de perder a su madre en un accidente y de sentirse abandonado
por su padre. A primera vista, el melodrama de una educación sentimental
contrariada por la fatalidad o por circunstancias adversas, en realidad,
mucho más que eso. Con la aparición de un personaje más,
el casi sexagenario Big John Harrigan (Brian Cox, formidable), inicia
un extraño juego de seducción.
HOWIE
DESPLAZA LA fascinación que siente por Gary (Billy Kay), su
compañero de escuela, delincuente y vividor, hacia Big John,
ese inesperado sustituto paterno que desea en primera instancia llevárselo
a la cama. A medida que transcurre el relato, la imagen de este hombre
maduro como corruptor moral (manipulador pederasta) se vuelve compleja,
su comportamiento más impredecible y su personalidad todo un misterio
para el pensamiento políticamente correcto.
B.J. HARRIGAN no corresponde exactamente al cliché
del marginal pervertido. Veterano de guerra, ultranacionalista (en su casa
el timbre es fanfarria militar), le gusta identificarse en las fiestas
con el James Cagney de Yankee Doodle Dandy, la policía lo
respeta y las mujeres lo hallan encantador. Su afición secreta,
disimulada por esa fanfarronería social, son los varones púberes
y adolescentes, recogidos en plena carretera, capturados luego desnudos
en fotos polaroid, protegido alguno de ellos en calidad de secretario personal,
desplazable en cualquier momento por alguna adquisición nueva. Lo
increíble es la impunidad, el disimulo perfecto, con que opera el
infractor en una comunidad pequeña. En estas circunstancias, Howie,
el desamparado, el novicio de deseos ambiguos, es presa fácil, listo
para ser seducido con un simple paseo en auto.
EL DIRECTOR INDEPENDIENTE Michael Cuesta marcha
sin embargo muy a contracorriente del discurso moralista que Hollywood
suele reservar al tratamiento del homoerotismo, especialmente cuando llega
a involucrar a personajes muy jóvenes. En el cine comercial se tolera
la seducción de una adolescente, estilo Lolita, por un raboverde
heterosexual, e inclusive se procura el glamour de dicha situación;
pero si el seducido es un joven como Howie, y el seductor un hombre maduro,
el asunto se vuelve perversión y escándalo.
FRENTE AL ABISMO desarticula esa hipocresía
moral atribuyéndole al personaje seducido una enorme capacidad de
respuesta y entrega emocional. No hay aquí nada explícito
en el terreno erótico, todo es sugerencia y ambigüedad, incluida
la verdadera identidad sexual de cada personaje.
EL TEMA CENTRAL no es la homosexualidad ni la paidofilia,
sino la vulnerabilidad sentimental y el modo en que dos hombres con marcada
diferencia de edades transitan de una posible codicia sexual a una complicidad
afectiva. Howie no respeta en absoluto a su padre mezquino y violento;
su admiración crece, sin embargo, por Big John, ese seductor
autoritario y extravagante que podría ofrecerle, sin embargo, las
claves de su propia realización y con quien puede también
compartir su gusto por la poesía. El escándalo lo suscita
volver tierno y algo simpático al paidófilo que colecciona
fotos de niños, y dotar de respuesta afectiva sincera al joven que
pudiera ser su próxima víctima. Hasta la última secuencia,
tal vez la más débil, la cinta no hace concesión alguna
a la moral dominante. No hay discurso alarmista, paranoia o exhibicionismo,
sólo una mirada inteligente a una inusitada relación homoerótica,
un poco en los terrenos de Gus Van Sant en Mi camino de sueños
(My own private Idaho), con River Phoenix, la personalidad más
cercana a Paul Deno/Howie. Cuesta es un realizador original que promete
mayores sorpresas.
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