México D.F. Jueves 25 de septiembre de 2003
Los Cementeros suman seis fechas sin conocer
la victoria en el torneo mexicano
La Máquina sigue descarrilada y Morelia la derrotó
2-0 en el Azul
Reinaldo Navia fue el autor de los goles de Monarcas
El marcador pudo ser más abultado, pero el Conejo Pérez
salvó a su equipo "Parece que se nos olvidó jugar", comentó
el técnico Meza
MIGUEL ANGEL RAMIREZ
Patinó por el fango nuevamente la máquina
de Cruz Azul. Morelia se fue ayer con triunfo de 2-0 del estadio Azul,
y prolongó a seis las fechas sin conocer la victoria de los Cementeros,
al efectuarse la novena jornada del campeonato mexicano de futbol.
La
desconcentración, los errores, la apatía se presentan como
algo invencible en estos momentos para los Cementeros. "Parece ser que
se nos olvidó jugar", resumió el técnico Enrique Meza
al final del encuentro.
Desde el arranque del trámite los capitalinos se
mostraron como acérrimos enemigos del balón. Ellos mismo
propiciaban los peligros que, para su fortuna, no lograban consumar los
visitantes. Al minuto 15 sufrieron un tremendo susto cuando Reinaldo Navia
estrelló un disparo en la base del poste derecho de la meta defendida
por Oscar Pérez.
Y al 18 el zaguero Pablo Campos se hizo el harakiri.
Se empezó a pelear con la pelota cerca del semicírculo del
área y Navia lo supo aprovechar: le robó el balón
y soltó un derechazo cruzado para vencer al Conejo Pérez.
Era el 1-0 sólo porque Morelia no tuvo el empuje necesario.
La Máquina, dentro de su ensalada de desaciertos,
pudo haber emparejado la situación en la agonía de la primera
parte.
Alejandro Corona le filtró un gran pase a Marcelo
Delgado, pero el argentino nunca pudo acomodarse para el disparo y lo único
que hizo fue pasearse por el área. Se merecía algo más
que ya no salir para el segundo tiempo.
El público despidió a los Cementeros con
un abucheo, y para el complemento tuvieron que volverlo a hacer, aunque
ni así reaccionaba el equipo.
En cambio Morelia, sin derrochar un gran futbol, supo
manejar el partido y, aunque tardó un poco, liquidar al rival.
El guardameta Oscar Pérez parecía el único
que desentonaba en esta máquina sin brújula. Salvó
al equipo en más de una ocasión, como al minuto 51, cuando
encaró a Navia y le desvió su remate.
Sin embargo, al 75 se contagió; no calculó
bien su salida, se fue en banda y permitió que Navia violara nuevamente
su meta.
Con el 2-0 todo estaba decidido. Los seguidores cruzazulinos
empezaron con los "!Olés!" cuando se pasaban el balón los
del Morelia, aunque no se olvidaron de los abucheos.
Cerca del final Navia estuvo a punto de coronar su actuación
con una gran jugada personal, pero Oscar Pérez logró impedir
una nueva humillación.
Mientras el técnico Rubén Omar Romano resaltó
que su equipo mostró garra y corazón para seguir levantando,
su colega Enrique Meza señaló que sería un error de
su parte no aceptar que Cruz Azul está en crisis.
Abrió la posibilidad de una llamada de atención,
aunque "de hecho ya se hizo" y se agravó el problema.
Sobre el apoyo de la directiva comentó que siempre
lo ha tenido, pero la marcha del equipo "no es nada agradable" para los
dirigentes.
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