México D.F. Sábado 27 de septiembre de 2003
La apertura en el sector de la energía
en otros países ha sido un rotundo fracaso
El sistema eléctrico nacional no está
en el filo de la navaja: expertos
El actual modelo garantiza el suministro del
fluido, concluye estudio elaborado por la Facultad de Ingeniería
de la UNAM Advierten que la especulación derriba la teoría
de los mercados
ISRAEL RODRIGUEZ
El polarizado debate nacional en torno a la apertura del
sector eléctrico evidencia que el sistema eléctrico nacional
no está "en el filo de la navaja", como afirman altos funcionarios
públicos. Asimismo, se confirma que el actual modelo jurídico
permite garantizar el suministro de electricidad, además de que
se ha podido evaluar y constatar que los resultados de la apertura en mercados
eléctricos en otros países durante la pasada década
han sido un rotundo fracaso.
Las anteriores fueron algunas de las conclusiones a las
que llegaron los especialistas y académicos Jacinto Viqueira Landa,
Ricardo Mota Palomino, Gerardo Serrato Angeles y Víctor Rodríguez-Padilla,
durante la presentación del estudio La industria eléctrica
mexicana en el umbral del siglo XXI, editado por la Facultad de Ingeniería
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Jacinto Viqueira, ex gerente de planeación de la
Comisión Federal de Electricidad (CFE), al analizar las experiencias
de reforma de la industria eléctrica en Estados Unidos y Europa,
destacó que el concepto de mercado eléctrico que se impulsó
en la última década del siglo pasado está actualmente
en crisis, pero al parecer, afirmó, "nuestros legisladores y nuestros
funcionarios aún no se han enterado, porque quieren imponer el mismo
esquema que se utilizó en Gran Bretaña".
El también maestro emérito de la Facultad
de Ingeniería de la UNAM se refirió a algunas conclusiones
a las que llegó el experto Theo Macgregor, quien señala:
"En Gran Bretaña, así como en California y en cualquier otra
parte en que se ha intentado fijar el precio de la electricidad mediante
un mercado, la teoría ha chocado con la realidad".
En
el mundo real, añadió, los mercados de electricidad se monopolizan
y manipulan muy fácilmente, esto es, se especula, por lo que la
teoría no se sostiene. Sin regulación de los precios, no
existe un conjunto de reglas que pueda prevenir las oscilaciones desordenadas
de los precios y los aumentos que son endémicos a los mercados,
advirtió.
En contraposición al planteamiento de crear un
mercado eléctrico y desintegrar vertical y horizontalmente a la
Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Luz y Fuerza del Centro
(LFC), Faustino Valle, José Luis Apodaca y Víctor Rodríguez-Padilla
se manifestaron por preservar el monopolio público verticalmente
integrado, pero introduciendo cambios que eliminen la discrecionalidad
y aumenten la transparencia en la toma de decisiones.
Por su parte, Rafael Cristerna planteó la segmentación
de los operadores históricos en una serie de empresas públicas
independientes que se encargarían de proporcionar el servicio público,
así como el establecimiento de un mercado en la generación
que combinaría elementos de competencia, planeación centralizada
y despacho de mínimo costo.
En el mismo sentido, un documento interno de la CFE elaborado
en 1998 plantea una reforma gradual en lugar de una restructuración
tipo big bang que acabaría con los operadores históricos.
Rodríguez-Padilla, investigador de la Facultad
de Ingeniería de la UNAM, planteó que antes de proponer una
apertura a la inversión privada en el sector eléctrico nacional
es necesario, preguntarse sobre el papel del Estado dentro del proyecto
de país.
Recordó que hace apenas tres años se proponía
la desaparición de la CFE y de LFC. "Ahora las opiniones convergen
en su necesaria autonomía, pero hay divergencia respecto de su organización
interna, integración vertical, participación en la industria
eléctrica, estrategias empresariales dentro y fuera del sector energético
en el país y en el extranjero. En torno a LFC y el Sindicato Mexicano
de Electricistas el debate encuentra uno de los vértices más
polémicos.
En torno a las tarifas y subsidios, comentó que
los precios de la electricidad dependen de la estructura de costos, del
tipo de organización industrial y del modo de regulación.
En cualquier caso se espera que sean justos y razonables, que cubran integralmente
los costos reales de operación y expansión del sistema y
gratifiquen al inversionistas sea el Estado o el sector privado, con una
rentabilidad razonable, consideró.
Reforma del sistema de subsidios
Rodríguez-Padilla plantea que la restructuración
del sector eléctrico no podría excluir una reforma profunda
en el sistema de subsidios, que en las circunstancias actuales ya no puede
ser un acto discrecional del Poder Ejecutivo, sino producto de la determinación
social sobre el monto de los beneficiarios, las modalidades de entrega
y la manera de fondearlos.
Gerardo Serrato Angeles, jefe del Departamento de Sistemas
Energéticos de la Facultad de Ingeniería, analiza con mayor
detalle lo sucedido en California y la forma en que las principales empresas
se coludieron para manipular incrementos en las tarifas. En tanto, Ricardo
Mota Palomino, consultor de diversos organismos internacionales e investigador
del Instituto Politécnico Nacional, concentra su atención
sobre la problemática de las energías renovables en los mercados
restructurados y enfatiza la necesidad de explorar nuevas alternativas
como la energía eólica.
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