México D.F. Miércoles 1 de octubre de 2003
Inviable despedir médicos; hay que invertir
más en salud: Samuel Ponce de León
La muerte de bebés en hospitales, común
e inaceptable, dice experto
Los casos recientes en el Primero de Octubre, "punta
del iceberg" de una problemática más compleja
ANGELES CRUZ
En los países desarrollados las muertes de recién
nacidos en los hospitales son excepcionales, mientras en México
es un problema común, inaceptable, estrechamente ligado a la carencia
de recursos económicos y de personal médico especializado,
afirmó Samuel Ponce de León, investigador nacional y experto
en epidemiología hospitalaria.
Resaltó
que los hospitales son lugares de alto riesgo para contraer infecciones,
pero existen mecanismos para evitarlos y no se requieren análisis
sofisticados para identificar sus causas.
En entrevista, el experto se refirió a la bacteria
Pseudomona aeruginosa que desde el pasado 8 de septiembre ha causado
la muerte de siete bebés en el Hospital Primero de Octubre del Instituto
de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Dijo que la solución no radica en despedir a los médicos
o cerrar los nosocomios, sino en invertir los recursos económicos
necesarios para terminar con la sobresaturación de las unidades
hospitalarias, capacitar adecuadamente al personal, contratar médicos
y enfermeras en cantidades suficientes, además de garantizar el
abasto de medicamentos y material de curación.
Absoluta pulcritud
Resaltó que estudios científicos en México
y en otros países han concluido que las infecciones hospitalarias
adquieren particular relevancia en las unidades de cuidados intensivos
neonatales, a donde llegan bebés en condiciones críticas,
con bajo peso y deficiencias orgánicas diversas. El mal manejo de
las soluciones, las líneas que van a las venas y arterias, así
como los cuidados que requieren los pequeños, condiciona el desarrollo
de las bacterias. Para evitar la contaminación se necesita absoluta
pulcritud. La contaminación se da muy fácilmente, apuntó.
Las bacterias residen de manera habitual en los hospitales,
por lo que ni siquiera tienen que entrar por vías extrañas
o ser transportadas por alguien. Tampoco brincan del suelo ni bajan de
los techos. Llegan al torrente sanguíneo de los menores por las
manos de médicos y enfermeras que tienen contacto directo con los
pacientes, explicó.
En otras áreas de la unidad de internamiento la
infección puede pasar inadvertida o generar alguna enfermedad compleja,
como la neumonía, pero se vuelve una situación crítica
y grave en las áreas neonatales.
Al referirse a la presencia de las infecciones hospitalarias
en otros países, el experto dijo que efectivamente el problema existe
en todos lados. La diferencia está en la magnitud. Si nos comparamos
con Centroamérica y las naciones latinoamericanas, de Asia o Africa,
"diría que estamos igual o quizá un poco mejor, pero si nos
atenemos al desarrollo económico que tiene México y que supuestamente
lo ubica en el noveno lugar de las economías mundiales, la situación
es incomparable". En México el problema es "mucho más grave
por la insuficiencia del sistema hospitalario", afirmó.
Lo peor es que el asunto de las infecciones en los nosocomios
ha sido señalado de tiempo atrás por los especialistas. Sin
embargo, "por alguna razón el presupuesto de salud está limitado
para ahorrar, pero lo que resulta en un hospital es que la cantidad de
complicaciones que se presentan hacen necesario un gasto mayor al que debería
haberse ejercido desde un principio".
Para Ponce de León, las defunciones de recién
nacidos ocurridas en el ISSSTE constituyen apenas la "punta del iceberg"
de un problema más complejo. Refirió que en sus investigaciones
se ha encontrado con hospitales que trabajan en condiciones muy precarias
y en los cuales la frecuencia de infecciones es alta.
Recordó el caso del hospital civil de Comitán,
Chiapas, donde entre diciembre de 2002 y enero de 2003 murieron más
de 20 bebés, pero también ha pasado en Tijuana, Guadalajara,
Michoacán, Chiapas y el Distrito Federal, y en todas las instituciones
públicas de salud y de seguridad social.
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