México D.F. Sábado 4 de octubre de 2003
La pobre expectativa de crecimiento económico
para este año, una de las causas
Sesgo especulativo lanza en picada al peso;
el dólar llega hasta 11.40
El anuncio de Moody's de revisar la capacidad
de pago de Pemex contribuye a la incertidumbre
Connotación política, señalar
transferencias de recursos de la paraestatal al gobierno: Navarrete
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El valor del peso continuó en picada este
viernes, en un mercado de divisas sujeto a gran especulación y en
el que la incertidumbre provocada por la pobre expectativa de crecimiento
y el anuncio de una firma internacional de que puso a revisión la
capacidad de Petróleos Mexicanos (Pemex) de pagar su deuda arrastraron
el valor de la moneda nacional a un mínimo histórico.
El anuncio de Moody's de que puso a revisión la
deuda emitida por Pemex, debido a que los pasivos de la empresa han crecido
por las transferencias al gobierno, lo que impide a la paraestatal contar
con recursos para financiar sus inversiones, tiene una "clara connotación
política". Trata de dar a entender que es necesaria una reforma
fiscal que elimine la dependencia del gobierno hacia los ingresos petroleros,
opinó Rodolfo Navarrete, director de análisis de la casa
de bolsa Vector.
En las ventanillas bancarias y en las casas de cambio
de la capital del país, la cotización llegó ayer a
mediodía a 11.40 pesos por dólar, aunque al cierre de la
jornada se ajustó a 11.05 pesos por dólar a la compra y 11.31
pesos a la venta. Este valor representó un retroceso de tres centavos
respecto del jueves, informó Banamex, el principal operador del
mercado de divisas.
Mientras
tanto, en las grandes operaciones -que involucran un monto mayor a 10 mil
dólares y que son realizadas por las tesorerías de grupos
corporativos y bancos- el valor del peso frente al dólar retrocedió
al nivel más bajo desde que existen registros. En este mercado,
el tipo de cambio concluyó la jornada en 11.25 pesos por dólar,
una pérdida de seis centavos en comparación con el día
previo. Hasta este viernes, la peor cotización había sido
de 11.22 pesos por dólar, registrada el 5 de marzo de 2003, en los
prolegómenos de la guerra de ocupación de Estados Unidos
contra Irak.
El tipo de cambio, indicador que puede ser empleado como
referencia del grado de competitividad de la economía mexicana con
respecto de las otras con que tiene mayor relación de comercio e
inversiones, acumuló ya un ajuste significativo desde el inicio
de la administración del presidente Vicente Fox Quesada, el primero
de diciembre de 2000. Desde esa fecha y hasta ayer, la depreciación
del peso alcanzaba 19.04 por ciento, de acuerdo con indicadores del Banco
de México.
Analistas financieros coincidieron este viernes en que
el reciente ajuste en el valor del peso, que ha ocurrido de manera más
acentuada desde el miércoles pasado, es atribuido principalmente
a la pobre expectativa de crecimiento de la economía este año
y, también, al anuncio de la firma financiera internacional Moody's
de que colocaba a revisión, con posibilidad de reducirla, la calificación
de la deuda de Petróleos Mexicanos, la principal empresa del país
y la fuente de una tercera parte de los ingresos fiscales del gobierno.
Situación complicada
Una de las causas de la reciente depreciación del
peso fue atribuida por analistas a la expectativa de un pobre desempeño
de la economía este año. El miércoles pasado, Francisco
Gil Díaz, secretario de Hacienda, dijo que el gobierno espera para
este año un crecimiento de 1.5 por ciento, la mitad de la meta original,
tasa que resulta inferior a la de la dinámica poblacional, que es
de 1.8 por ciento. El anuncio del funcionario, que fue acompañado
de advertencias sobre la formulación de un presupuesto restrictivo
para el próximo año, reveló la debilidad de la economía
mexicana, que no ha logrado "atarse" al incipiente crecimiento de Estados
Unidos, su principal socio comercial, como esperaba el gobierno del presidente
Fox.
Rodolfo Navarrete, director de análisis de la casa
de bolsa Vector, comentó que la más actualizada información
sobre el mercado laboral, que registró un nuevo deterioro en agosto,
"lleva a concluir que la situación de la economía mexicana
es mucho más complicada de lo que se pensaba".
Este viernes quedó confirmado que los analistas
privados no creen en una pronta recuperación de la economía.
En una encuesta divulgada ayer por el Banco de México, los principales
economistas del sector privado redujeron de 1.73 a 1.60 el pronóstico
sobre el crecimiento de la economía para este año, en lo
que constituyó el sexto ajuste consecutivo a la baja. En cuanto
al tipo de cambio, estimaron un nivel de 10.88 pesos por dólar para
el cierre de año, un ligero ajuste respecto al de 10.81 pesos previsto
en el muestreo de agosto.
El efecto de la calificación
El otro factor que, a juicio de analistas, incidió
en el ajuste del tipo de cambio de esta semana fue que la firma de calificación
de valores Moody's, una de las tres principales del mundo y que en 2000
otorgó el grado de inversión a México, anunció
que había puesto a revisión para una posible baja la calificación
de la deuda de Pemex, tanto la contratada en pesos como la denominada en
moneda extranjera.
Una buena calificación por parte de estas agencias
permite a empresas como Pemex o a gobiernos nacionales contratar deuda
a un costo más bajo, debido a que el riesgo de incumplimiento es
reducido. El argumento de Moody's para poner bajo observación los
papeles emitidos por la paraestatal fue el crecimiento de la deuda de Pemex
para financiar inversión y al hecho de que el flujo de ingresos
de la empresa no se ve beneficiado por el aumento en los precios del petróleo,
dado el régimen fiscal impuesto por la Secretaría de Hacienda.
"El problema de Pemex, al entender de Moody's, no es de
insolvencia de la empresa. Simple y llanamente, se trata de una deficiente
administración de la deuda y de la exagerada transferencia de recursos
al gobierno, situación que la obliga a solicitar créditos
de manera indiscriminada", opinó Rodolfo Navarrete. "La clara connotación
política de este diagnóstico es que es absolutamente necesaria
una reforma fiscal que elimine la exagerada dependencia de las finanzas
públicas de los ingresos petroleros", añadió.
|