México D.F. Sábado 4 de octubre de 2003
Libro de relatos publicado por Anagrama que
pronto circulará en México
Antes de morir, Bolaño dio a su editor el original
de El gaucho insufrible
Anuncian edición póstuma de la pentalogía
2666, obra que el escritor dejó inconclusa
La última parte de la saga tiene como fondo los
asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez
MONICA MATEOS-VEGA
El día que el escritor chileno Roberto Bolaño
ingresó al hospital, donde falleció en espera de un trasplante
de hígado, entregó un manuscrito de relatos ''magnífico"
a su editor Jorge Herralde. Se trata del libro El gaucho insufrible,
el cual se pondrá a circular en pocos días en libre-rías
mexicanas, bajo el sello Anagrama.
Cinco cuentos y dos conferencias conforman ese volumen,
''sutiles entramados de historias contadas al oído e incendiadas
por la poesía. Los cuentos de Roberto Bolaño son divertidos,
imprevisibles, fascinantes", señala la presentación.
La
serie de relatos se inicia con Jim, la historia del estadunidense
''más triste del mundo"; enseguida El gaucho insufrible,
en el que ''se perciben los efluvios nada santos de Macedonio Fernández
y Gombrowicz, seguimos en su insólita aventura a Héctor Pereda,
un ejemplar abogado argentino y padre de familia, que se convirtió
en gaucho de las pampas".
En El policía de las ratas, ''Pepe el
Tira, detective, sobrino de la mítica Josefina la Cantora, que
nos descubrió a Kafka, nos informa sobre la política siniestra
de las alcantarillas''. Luego viene El viaje de Alvaro Rousselot,
en el que ''resuenan ecos de Bioy Casares y de Resnais, el raro destino
de un escritor argentino de los años 50, autor de una novela en
la que todos los personajes menos uno están muertos, inesperadamente
filmado -o plagiado- por un cineasta francés".
Quehacer contra el tiempo
Dos cuentos católicos, relato ''deslumbrante
en su ironía y su negrura, da cuenta del azaroso encuentro entre
un adolescente arrojado a la incomodidad del mundo y un asesino en serie,
poseídos ambos por la religión".
De las dos conferencias, la propia reseña del libro
señala que ''Literatura + enfermedad = enfermedad, nos sobrecoge
con su humor y su inteligencia, y en Los mitos de Chtulu Bolaño
hace rodar unas cuantas cabezas en la escena literaria contemporánea
con una ironía a veces sutil, y otras bastante sanguinaria".
Bolaño supo que su enfermedad hepática era
grave a mediados de los años 90, cuando comenzó a ser reconocido
como escritor. Su amigo Ricardo Cuadros recuerda que ''Roberto trabajaba
contra el tiempo, y cuando terminó Los detectives salvajes,
en 1998; en una de sus cartas me hablaba de su cansancio, después
de tamaño esfuerzo. Decía: 'Terminé mi novela. 720
páginas. Un verdadero infierno. Y tras la corrección, algo
por lo menos he aprendido: nunca más escribiré un libro tan
extenso'. Como sabemos hoy, se recuperó pronto del agotamiento y
ese nunca más (en mayúsculas en la carta) pasó al
olvido: la novela que dejó inconclusa al fallecer, titulada 2666,
iba ya por las mil páginas".
Esta obra se encuentra en manos de Herralde y se publicará
como una pentalogía, cada una de lectura independiente. La cuatro
primeras están terminadas, la quinta quedó sin concluir y
tiene, como fondo, los crímenes de Ciudad Juárez.
Bolaño, quien tenía 50 años cuando
murió el pasado julio, era fuerte candidato a recibir el Premio
de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo que otorga la Feria
Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
En Anagrama se han publicado sus libros de cuentos Llamadas
telefónicas (Premio Municipal de Santiago de Chile); Putas
asesinas, y las novelas Estrella distante, Amuleto, Monsieur
Pain, Nocturno de Chile, Amberes y Los detectives
salvajes (Premio Herralde de Novela y Premio Rómulo Gallegos,
ambos por unanimidad).
Acerca de la obra de Bolaño, el periódico
Le Monde ha opinado que su lenguaje ''vigilante y lleno de gracia,
su manera de construir unos textos a la vez desconcertantes, brillantes
e infinitamente próximos, es una forma de resistir al mal, a la
adversidad, a la mediocridad."
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