México D.F. Domingo 5 de octubre de 2003
Recurso de inconformidad de la defensa; el plazo vence el día 29
Ultimátum a la PGJDF para ratificar o cambiar tesis sobre muerte de la activista
ALFREDO MENDEZ ORTIZ
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) tiene hasta el próximo 29 de octubre para ratificar que la defensora de derechos humanos Digna Ochoa y Plácido se suicidó o para dictaminar si fue asesinada -como asegura la defensa de los deudos de la occisa-, luego de que la noche del viernes el abogado José Antonio Becerril presentó una inconformidad ante el Ministerio Público (MP).
Asimismo, la PGJDF deberá nombrar, a más tardar el próximo miércoles, un subprocurador especial que se encargará de analizar dicha inconformidad, para lo que tendrá un plazo de 15 días hábiles.
En el documento de 200 cuartillas que presentó la defensa de los Ochoa y Plácido ante la PGJDF se expone una serie de pruebas que pretenden demostrar que la activista no se suicidó.
Entre los argumentos destaca el hecho de que hubo varias omisiones durante la investigación de la muerte de Ochoa y Plácido, mismas que, a decir del abogado Becerril, restan credibilidad a la determinación de la procuraduría capitalina respecto a que se suicidó.
Una de las principales omisiones del Ministerio Público fue que "no hubo un estudio de la sangre encontrada en el lugar de los hechos ni en la ropa de la abogada; además, hay registros de que el arma no tenía sangre ni huellas dactilares; tampoco presentaba restos de tejido cutáneo o de masa encefálica", refiere el recurso de inconformidad al que tuvo acceso La Jornada.
Asimismo, en el documento se indica que la PGJDF no explicó sobre los restos de cabello encontrados en el lugar de los hechos, y que según el MP eran de la ahora occisa. "No se precisó la causa por la que estaban ahí los cabellos, ya que eso pudo ocurrir por desprendimiento natural, debido a un corte ex profeso o por un jalón involuntario", puntualiza el escrito.
Tampoco se habrían analizado los vestigios encontrados en el cadáver de la abogada, como las lesiones provocadas antes de su muerte, y que ni siquiera fueron mencionadas durante la investigación del MP.
Otra de las exclusiones de la procuraduría durante su investigación -según el documento- fue que el cuerpo habría sido movido para desvirtuar los hechos.
Además, la defensa destaca en el documento que hubo contradicción en las investigaciones. En un principio las autoridades capitalinas informaron que la abogada había sido asesinada, pero después concluyeron que se trató de un suicidio.
En tanto, el abogado José Antonio Becerril dijo en entrevista que "si después de analizar el recurso de inconformidad la PGJDF continúa con su versión del suicidio voluntario, acudiremos al amparo ante el Poder Judicial".
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