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México D.F. Domingo 5 de octubre de 2003
El número de jornaleras asalariadas pasó de 58 mil en 1990, a 300 mil en 2000
Crece la migración de mujeres indígenas hacia el sur de Estados Unidos: especialista
Las condiciones de pobreza y marginación que vive el campo mexicano ante la falta de subsidios y la caída de los precios en los productos agrícolas ha impulsado un incremento en el flujo de jornaleros indígenas migrantes que se trasladan hacia el sur de Estados Unidos para laborar en cultivos de hortalizas, los que han tenido un crecimiento estimado de más de un millón 200 mil hectáreas en años recientes, afirmó María Antonia Barrón Pérez, investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ante este nuevo fenómeno migratorio, la investigadora destacó que el incremento de jornaleros indígenas migrantes también se ha extendido a la población femenina. En investigaciones recientes, dijo, "se ha constatado un aumento considerable de mujeres indígenas monolingües que se encuentran laborando en los cultivos de hortalizas de San Quintín, Baja California, esperando que sus esposos regresen de Estados Unidos".
En términos generales, indicó, podemos afirmar que la proporción de mujeres jornaleras asalariadas se incrementó en la década reciente de 58 mil en 1990, a cerca de 300 mil a finales de 2000, debido a factores de precarización de las condiciones de vida, por lo que las mujeres deben integrarse al mercado laboral.
La migración de mujeres indígenas hacia Estados Unidos, afirmó, es parte de un proceso más amplio que afecta a las distintas etnias del país. Al respecto, cifras del Consejo Nacional de Población señalan que de 1998 a 2001 se registró un promedio anual de 320 mil migrantes que regresaron a México después de una estancia temporal en Estados Unidos. De éstos, 6.8 por ciento son mujeres, de las cuales 44 por ciento tiene entre 12 y 24 años de edad, mientras que cuatro de cada cinco afirmaron carecer de experiencia migratoria previa.
Por su parte, Silvia Millán Echegaray, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y especialista en la materia, indicó que al menos 200 mil jornaleros indígenas migrantes se trasladan cada año desde Guerrero, Chiapas, Veracruz y Oaxaca hacia los campos de hortalizas del norte del país y sur de Estados Unidos, la mayoría en condiciones precarias de salud, educación y vivienda, además de enfrentar riesgos laborales extremos, como la contaminación por pesticidas.
Aseguró que entre las etnias más afectadas por este fenómeno se encuentran los mixtecos, triquis, amuzgos, tarahumaras, mayos, coras, huicholes y purépechas, provenientes en su mayoría de los estados del centro y sur del país, quienes laboran a destajo sin percibir un salario fijo. LAURA POY SOLANO
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