A LA MITAD DEL FORO

León García Soler

Del control político al descontrol anarquizante

SON COORDINADORES Y NO LIDERES. Los del infantilismo democrático decidieron vacunarse contra la tentación autoritaria y los tantos años borregos aprovecharon el vuelco de la transición para rebelarse contra sus pastores. No era broma lo del PRI en la orfandad y sus bancadas en rebeldía parlamentaria al descubrir que gracias a las elecciones internas todos eran iguales. Aunque unos fueran todavía más iguales que otros. Proceder de una elección transformaba al mandón en mandatario. Lo expuso con brillante retórica Beatriz Paredes. Se despedía de la legislatura y sumaba citas poéticas a la lógica parlamentaria. Terca que es la realidad, en la tábula rasa del pluralismo uniforme reapareció el "control político" del priísmo redivivo: el oficio y quien lo ejerce, que así han llamado en todo sistema a dirigentes, líderes, "conductores", guías, "duces" y, en el caso del que llama al voto y al orden: "Whip", el del chicote.

LA MAESTRA MILAGROSA escribió despacio y con buena letra: "control político". Las comisiones y su reparto plural dieron ocasión a la prueba de fuerza, al ejercicio del control, al uso del ábaco que para los políticos equivale al manejo del cayado. Pastoril o de vicario, que males son del tiempo y no de la alternancia episódica. La primera lección para el experimentado Pablo Gómez, por aquello del contrasentido, de haber creído viable "la dictadura de las minorías" que tanto invocaba la representante de Ronald Reagan en la ONU; se impuso la tiranía de la memoria: revivieron los acuerdos parlamentarios PRI-PAN; pusieron el coco únicamente para que Elba Esther Gordillo y Francisco Barrio pasearan entre curules el fantasma de Carlos Salinas. Y pensar que Pablo Gómez se lució en el ágora electrónica y se burló de la inconmensurable pareja.

DIGO INCONMENSURABLE EN estricto sentido filosófico y matemático, con la ilusión de evocar a Isaiah Berlin. En todo caso, el control político de la maestra habría de aplicarse a los suyos, con Roberto Campa como operador del chicotito. Partió y no compartió la coordinadora-controladora. El reparto dejó fuera a Emilio Chuayffet y logró transmutar al combativo Miguel Angel Yunes en constitucionalista que tendrá que acudir a lo compartido con José Luis Lamadrid, con aquel parlamentario de lujo, estudioso generador de la visión política en la que se apoyó Jesús Reyes Heroles para hacer posible la reforma política que se tradujo en la reforma electoral que nos ha traído hasta aquí, hasta el inesperado sufragio efectivo. Lamadrid ya no padecerá el precipitado retorno de los cristeros que a nombre de Cristo Rey aclaman al cardenal Sandoval y reclaman el retorno a la era de religión y fueros.

MENOS MAL. En San Lázaro se impuso el control político y el descontrol cundió en el CEN del PRI, entre los consejeros y en los sectores del partido. A pesar de que el queretano Enrique Burgos preside la comisión laboral correspondiente y de que la numerosa bancada de la campirana vela armas en espera de que vuelva de Canadá Heladio Ramírez. La diputación oaxaqueña se declara fuera del control magisterial. Y Manlio Fabio Beltrones hace sombra por donde pasa. En San Lázaro tendrán que elegir nuevos consejeros del IFE. Grave responsabilidad, sumada a la de precisar, definir y finalmente aprobar o desechar las vagas reformas estructurales.

NO HAY INICIATIVA del Ejecutivo para la del sector eléctrico. Dicen que cada partido tiene la suya. O las suyas. Establecido el control político entre los diputados del PRI, los reporteros acudieron a Miguel Angel Yunes, flamante presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales. La Junta de Coordinación hará la propuesta, Yunes hizo las cuentas: "para elegir a los consejeros del IFE se requieren las dos terceras partes de los miembros de la Cámara y esas dos terceras partes sólo se logran con el voto de los 222 diputados del PRI". Felipe Calderón sabe contar. Vale para la reforma eléctrica. Vale para que los del PRI sepan con quién cuentan, además. Porque el senador de Coahuila Alejandro Gutiérrez Gutiérrez no es nada más personero de su gobernador: personaje menor, éste, dijo despectivamente Manuel Bartlett.

RESULTA QUE EL PALMETAZO de dómine resonó en Insurgentes norte. No hay renuncia y la maestra del control toma, no pide licencia. Roberto Madrazo tendrá que restablecer líneas de mando si no quiere que las elecciones de 2004 concluyan en una desbandada. Bastaría ver a los cuatro gobernadores y un jefe de gobierno que se reunieron con el presidente Fox. Todos del PRD, todos desprendidos del tronco común priísta: Leonel Cota Montaño, Alfonso Sánchez Anaya, Ricardo Monreal y Lázaro Cárdenas Batel, el nieto del Tata. Todos fueron del tricolor, como todos eran "emanados de la revolución" cuando no se hablaba de coordinadores sino de líderes, cuando el control político no era de todos tan temido. A fin de cuentas, con la extrema derecha en el poder, cada gobernador topó con el espacio de poder real desde el cual aspirar legítimamente a la Presidencia de la República, sin caer en la desmesura de exhibirse "ebrios de poder y bacanora" como el cacique proverbial.

TODOS. Y se sumó de inmediato Natividad González Parás, quien ganó en Nuevo León seis años después de haber perdido a manos de Fernando Canales Clariond. Aunque los jefes de los grupos Monterrey, los empresarios y gerentes con quienes comparte espacio en el gabinetazo y, desde luego, los ciudadanos, no lo crean. Todos juegan. Manuel Angel Núñez dice que no aspira a ser candidato; quiere ser presidente. Y tras dar refugio a los huérfanos del PRI, Arturo Montiel se sube al expreso de oriente, vía Ankara-Estambul para abrir la ruta del tren suburbano Buenavista-Huehuetoca. Mientras reclama al Gobierno del Distrito Federal que le paguen al estado de México el agua que les ha entregado, Arturo Montiel pudo presumir en su informe peregrino por la recuperación de la vía electrificada que debiera prolongarse hasta Querétaro. Como estaba proyectado antes de privatizar hasta los durmientes.

CONTROL POLITICO EN San Lázaro y descontrol anarquizante en las marchas rituales de los encuerados de los 400 pueblos. Y, para colmo, en la del 35 aniversario, luctuoso desde luego, aunque haya tontos que "festejen" la matanza del 2 de octubre. César del Angel apareció ante las cámaras para decir que él paga y él manda a la turba lumpen que viene desde Veracruz. Los avezados investigadores de la policía descubrieron que hay provocadores organizados y entrenados para infiltrarse en las manifestaciones políticas y llevar agua a sus oscuros y extranjeros molinos: vimos a los mismos en Cancún. La tragedia del 68 no puede servir para burlas de birlibirloque al filo del milenio y desde el otro lado del espejo.

EN 1994, CUANDO Carlos Salinas y George H. W. Bush, padre del amigo que Fox tenía en la Casa Blanca, festejaban la firma del TLC-Nafta, el millonario Ross Perot se erigía profeta del desastre y hablaba del "gran sonido de succión" que se escucharía al fugarse los "empleos americanos", atraídos al sur, al otro lado de la frontera, a México. Hay desempleo y silencio. De aquel lado de la frontera llegan remesas de dólares. Unas de emigrantes, otras del crudo, aunque importamos gasolinas y gas natural. Aunque Vicente Fox dijera que Pemex se puede ir. No se puede. No cayó Pemex en el desastre anunciado a Miguel de la Madrid por el "líder moral" de entonces. No caerá ahora.

A RAUL MUÑOZ LEOS le preguntaron si Pemex se iba de México. No mientras su negocio sean los hidrocarburos, respondió el ingeniero químico. Y dio cifras: la producción de crudo llegará este año a 3 millones 600 mil barriles diarios. Anunciaron su renuncia. No hay tal, respondió. La renta petrolera y los ingresos de Pemex son, como diría Lázaro Cárdenas, el Tata, "auxiliar" fundamental del fisco, para el ingreso público del Estado mexicano. Lo del Pemexgate es combustible político que no ha alterado la relación institucional con el STPRM. Ni modo, "en tres años... no hemos tenido ningún incidente laboral, hemos tenido negociaciones muy importantes." Menos mal que esos fundos no son de árboles que dan moras. Porque Francisco Gil anunció que este año vamos a crecer apenas la mitad de lo esperado.

Y GUILLERMO ORTIZ ya había dicho que si no funcionaron las recetas de austeridad de la nueva ortodoxia fue por culpa de las crisis. De veras, eso dijo el autónomo gobernador de nuestra banca central, pieza clave para preservar la confianza de los dueños y operadores del capital. Y al comparecer ante senadores y diputados, Paco Gil, el vicepresidente económico, actualizó las recetas con las reformas estructurales que nos permitirían, dijo, lograr que el PIB creciera hasta 5.5 por ciento anual. Gil sabe. Pero calla que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) se une a las condenas de las privatizaciones a ultranza. Advirtió el organismo de Naciones Unidas que "el intercambio comercial ya no es el motor del desarrollo como ocurrió en los 90". Otra opción que se nos va.

GIL Y ORTIZ no ignoran que "si México sigue fincando sus expectativas de crecimiento económico en bajos salarios y despido de empleados, difícilmente va a tener un mercado interno dinámico que pueda atraer inversión extranjera y generar tecnología de punta que sume valor agregado a sus productos". The Economist, biblia de los neoliberales que no temen decir su nombre, ya nos había dicho que los capitales y los empleos se han ido a China no por los bajos salarios (ni prestaciones que les dan a los chinos, dice la visión aldeana de los gerentes foxianos) sino por que allá hay reglas claras, regulación eficaz y seguridad pública. Ni siquiera es ventaja nuestra cercanía afamada con el gran mercado: cuesta casi lo mismo transportar mercancía desde China a Estados Unidos que desde México.

SOMOS VECINOS DISTANTES. Y sin embargo, los que vitorean los acuerdos y reclaman reformas sin definir, engordan las cuentas de nuestras décadas de vacas flacas con las remesas de dólares enviados por los mexicanos nómadas. De privatizaciones, ni hablar, dice la UNCTAD: "no traerán flujo de capital porque ya se vendió todo lo que se podía vender". Ojo, dice "lo que se podía vender". Nadie vendería sus rentas. No van a vender Pemex. No se va a poder. No van a sumar los votos necesarios para "privatizar" las redes de transmisión y dejarle a la CFE nada más los pequeños consumidores.

FELIPE CALDERON reconoció que sin el PRI no habrá reforma alguna, que el tricolor tiene más diputados, más senadores, más gobernadores, más congresos locales y más ediles. Ni modo: control político donde ya empeñaron sus bienes. Y silencio en Los Pinos por la multa que viene. Los amigos hacen mutis. El vocero dice que es asunto del partido. Fox calla: šmilagro!