MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Viejas recetas de los expertos de siempre: ni curan ni convencen

A no llorar, hay plan B: apretarse el cinturón

CUANDO LAS COSAS NO MARCHAN bien en el país y, por ende, el sudor escurre por la frente de millones de mexicanos, suele saltar a la palestra un experimentado funcionario público especializado en el tema que motiva tal secreción, con el fin de explicar a su nervioso auditorio el origen del fenómeno y la puntual cuan eficaz intervención del gobierno federal para amainar la tormenta.

ASI, POR EJEMPLO, EN los últimos meses -por remitirnos a lo inmediato-, el avance del desempleo, la falta de crecimiento económico, el fortalecimiento del sector informal, los millones de "emprendedores" que circulan por doquier en busca de ingreso fijo y demás temas que afectan gravemente al país, han sido diseccionados por los secretarios de Comercio, Fernando Canales Clariond, y de Trabajo, monseñor Carlos Abascal, no sin el decidido apoyo del presidente Fox, para llegar a la conclusión de que la pérdida de la fuente laboral es "temporal", que no es motivo de vergüenza y que "hasta en las mejores familias" se dan esos casos.

EN ESTE CONTEXTO, POR estos días el sudor fluye abundantemente como resultado de la vertiginosa depreciación del peso mexicano frente al dólar, por lo que raudos y veloces saltaron al escenario el gobernador del Banco de México y el secretario Gil Díaz para actuar en consecuencia y explicar -para que todos lo entiendan- enfermedad y remedio.

EL PRIMERO tranquilizó a muchos cuando explicó que "la volatilidad (del tipo de cambio) que hemos visto en los últimos días no es exclusiva del peso; el dólar se ha depreciado también de manera significativa contra el euro y el yen en las últimas dos semanas, y en general hay bastante volatilidad en los mercados... Creo que en el pasado hemos visto también episodios de volatilidad, de depreciación acelerada y luego movimientos en sentido contrario, así que esto no es motivo de gran alarma... Hemos llegado anteriormente a estos máximos y el peso ha regresado... No hay ningún factor que haya cambiado drásticamente en los últimos días, o sea no ha habido nada nuevo, digamos".

SI EN SU MOMENTO Canales Clariond y Abascal explicaron el deterioro de los indicadores laborales desde el punto de vista económico y social, respectivamente, ahora el gobernador del Banco de México lo hace desde la óptica financiera, tranquilizando el ambiente de inmediato: la vertiginosa depreciación de una moneda sucede hasta en las mejores familias. Ese fue el análisis de la enfermedad y ofreció el remedio, es decir, el chantaje de moda: "Lo que sí puedo decir es que, en caso de que se aprueben las reformas, que están en el Congreso, hay una probabilidad muy alta, muy alta, de que el peso puede apreciarse nuevamente".

LASTIMA QUE OTROS gobiernos no conocieron a tiempo la receta del doctor Ortiz, porque de haber sabido que dando luz verde a las "reformas estructurales que el país necesita" la reacción inmediata es la apreciación del tipo de cambio del peso frente al dólar, lo más seguro es que los últimos cinco presidentes priístas hubieran actuado en consecuencia y evitado, así, una macrodevaluación que, como comentábamos ayer en este mismo espacio, roza ya el 100 mil por ciento.

TIEMPO ATRAS, EL PROPIO Guillermo Ortiz declaró que "no hay condiciones ni elementos para que se dé una nueva devaluación del peso, cuya cotización oscila libremente en el mercado... Cualquier especulación responde al cálculo de los interesados... El sistema financiero de México se está reforzando con capital y medidas de organización interna y no he escuchado a nadie, aquí, que exprese dudas sobre la solidez de nuestro programa". Esta declaración no se aparta de la hecha ayer por el gobernador del Banco de México. El problema es que fue difundida en octubre de 1996, al participar, como secretario de Hacienda de Ernesto Zedillo, durante la reunión conjunta del FMI y del Banco Mundial. (Moraleja: durante el zedillato, el peso se devaluó cerca de 270 por ciento frente al dólar.)

A SU VEZ, EL SECRETARIO de Hacienda -siempre con el propósito de enfriar el tenso ambiente creado por la debilidad de la moneda mexicana- ha defendido la tesis de que la depreciación del tipo de cambio del peso es consecuencia de la debilidad del dólar estadunidense frente al euro.

SIN EMBARGO, DE SER correcta la versión difundida y defendida por el secretario Gil Díaz, habría que ponerse a temblar, porque ayer el presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, advirtió que "es inevitable una corrección a la baja del tipo de cambio del dólar y, ante lo inminente, la expectativa es que esa devaluación se produzca en forma lenta y paulatina... El retroceso de la divisa estadunidense (y del peso, diría el funcionario mexicano) sólo tendrá lugar frente al euro, de acuerdo con los datos de que se dispone hasta el momento".

LA INSTITUCION FINANCIERA europea consideró desde hace tiempo el desequilibrio en la balanza de pagos de Estados Unidos como el mayor riesgo para la recuperación de la economía mundial, de tal suerte que Duisenberg señaló que ese país "puede soportar el desequilibrio un año o dos años, cinco a lo sumo, pero la corrección tendrá lugar tarde o temprano" y junto a ella la depreciación del dólar (y del peso).

A SU TESIS, FRANCISCO Gil agrega la debilidad del sector exportador como factor devaluatorio: "Tenemos un tipo de cambio flotante. En la medida que se va confirmando que las exportaciones no han respondido y toda vez que la forma de pagar por las importaciones es a través del ingreso de divisas, es natural que el tipo de cambio refleje esa debilidad... El tipo de cambio flota y refleja los aspectos fundamentales de la economía, y eso es lo que está pasando" (Por cierto, si de algo han presumido el presidente Fox y Gil Díaz ha sido, justamente, de "la fortaleza de los aspectos fundamentales de la economía". ¿Entonces?)

Las rebanadas del pastel:

FAVOR DE RELAJARSE Y NO LLORAR: "Sí hay plan B del gobierno federal, en caso de que no se aprueben las reformas estructurales... Siempre tenemos que tener alternativas (y una de ellas) es la que mencionó el señor Presidente, que es tener que apretarse muy duro el cinturón" (Gil Díaz en declaraciones a Joaquín López Dóriga)... Jorge Mendoza fue relecto presidente de la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión.