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México D.F. Martes 7 de octubre de 2003
El escritor argentino Horacio Salas presenta
nuevo poemario, en Morelia
Indemne, la cultura de AL ante las crisis
CESAR GÜEMES
Para el escritor Horacio Salas, actual director de la
Biblioteca Nacional de Buenos Aires, la misma que estuvo a cargo de Jorge
Luis Borges, la cultura latinoamericana está a salvo pese a las
crisis económicas y políticas.
''Las crisis pasarán, lo mismo que las dictaduras,
pero en Latinoamérica la cultura se mantendrá actuante, como
ha probado hasta ahora; durante las peores dictaduras, por ejemplo, nació
el boom, cuyos autores se han vuelto clásicos", manifiesta.
El
también director del Fondo Nacional de las Artes de Argentina se
encuentra en México para realizar diversas actividades: hoy las
19 horas, en el Instituto Michoacano de Cultura, en Morelia, se presentará
su nuevo poemario Dar de nuevo (Laberinto), junto con la biografía
que realizó el escritor mexicano Esteban Ascencio: Fragmentos
de una vida, encuentros con el poeta Horacio Salas (Laberinto-Gobierno
de Michoacán); posteriormente, el día 13, Salas ofrecerá
la conferencia Poesía y exilio en la UNAM y el 14, a las
12 horas, leerá parte de su nuevo libro en la librería Gandhi
de Miguel Angel de Quevedo 134.
-Además de la fuerza cultural de Latinoamérica,
¿cuál diría que es el futuro de Argentina en ese terreno?
-El mismo: pese a la crisis, feroz y devastadora, lo único
que ha resistido en Argentina es la cultura. Nunca se dejaron de inaugurar
espacios teatrales o para las artes plásticas. En cuanto a la creación
literaria, acabamos de abrir en la Biblioteca Nacional varios talleres
de novela, poesía, ensayo y cuento, y en sólo tres meses
se inscribieron 940 personas, lo cual me demuestra que la necesidad de
crear está viva.
La profesión de leer
Biógrafo, ensayista, autor en esos rubros de libros
como Homero Manzi y su tiempo y El tango y la poesía en
Buenos Aires, Horacio Salas dice que su profesión ''es la de
lector, y la lectura lleva a la literatura. Ya lo apuntaba Juan Rulfo:
hizo Pedro Páramo y El Llano en llamas para poder
leerlos. De modo que uno escribe para leer lo que desea o para entenderse
por escrito".
-Del mismo modo en que la lectura lleva a la escritura,
¿apreciar el tango lleva a hacer letras o música del género?
-No he podido, será porque le tengo mucho respeto
a los letristas de tango. Esa es ya una profesión aparte dentro
de la literatura. Aunque con algunos poemas míos se han hecho canciones,
sé que no soy un letrista. Hay poetas que se dedican a la canción
y lo hacen bien. Lamento mucho no haber escrito algunas letras, como cierta
línea que dice: ''Hoy vas a entrar en mi pasado". Tan sólo
por ese verso habría dado tres o cuatro libros míos. Además,
considero que esa línea tiene la misma importancia que un verso
de Borges que dice: ''Una mujer me duele en todo el cuerpo". Entonces,
no creo que haya cultura popular y cultura de elite. Para probarlo hice
una biografía de Borges y otra de Manzi, quien para mí es
el mayor poeta dentro del tango. Las dos biografías tienen la misma
estructura, de forma que se puede probar, comparando los dos textos, que
la cultura es sólo una y sencillamente un autor se dedicó
a la poesía y el otro a la canción.
Esteban Ascencio, autor, entre otros libros, de Cuauhtémoc
Cárdenas: el hombre, el político, el líder y Memorias
de un poeta, diálogo con Gonzalo Rojas, presenta junto con Salas
la biografía que hizo de éste: Fragmentos de una vida,
volumen del cual señala Ascencio: ''Rescato ante todo la idea del
propio Salas, quien se reconoce como poeta antes que como biógrafo,
ensayista o conductor de programas de radio y televisión. No era
posible comprimir en un volumen todo lo que ha sido, por eso con la colaboración
del propio Horacio extraje varias de las facetas de su interés y
armé el volumen de forma parecida a como había hecho el de
Me lo dijo Elena Poniatowska. Hace poco Saúl Ibargoyen me
comentó, sin embargo, que Fragmentos de una vida le descubrió
no sólo a una persona, sino a un personaje. Así que el texto
se puede leer no sólo como una serie de declaraciones, sino como
un libro de narrativa".
Del poemario Dar de nuevo, de Horacio Salas, escribe
en el prólogo Gonzalo Rojas: ''Cien páginas de poesía
que yo hubiera querido escribir: alta, libérrima, intensa, contenida.
No hay una pieza que sobre ni que falte en esta máquina de palabras".
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