México D.F. Martes 7 de octubre de 2003
Mi mejor enemigo, de Werner Herzog, otra
sobresaliente del Festival de Morelia
Presenta Alejandro Gerber Onces; trata sobre
el trabajo de los fotorreporteros de nota roja
JORGE CABALLERO ENVIADO
Morelia, Mich., 6 de octubre. En el primer Festival
de Cine de Morelia las salas del complejo Cinépolis Centro Histórico
han estado repletas, con gente en las escaleras y en las calles; los morelianos
no hacen más que comentar su festival, incluso algún listillo
confeccionó una playera que reza: "Algunos sueñan con Cannes,
yo prefiero despertar en Morelia". Lo cierto es que con este iniciático
festín cinematográfico, las cosas hasta el momento marchan
bien. En el cuarto día del encuentro en la sección de competencia
primera Jornada de Documental Mexicano se han presentado ocho trabajos,
y en la séptima Jornada de Cortometraje Mexicano, 24.
Lo sobresaliente de la Jornada de Documental ha sido la
obra Onces (clave con la que se conoce a los fotorreporteros que
cubren la nota roja), de Alejandro Gerber, del Centro de Capacitación
Cinematográfica (CCC). Es un acercamiento a esos fotorreporteros,
por medio de la obra de Enrique Metinides, decano del fotoperiodismo policial
en México; se trata de ver el lado sensible y humano que subyace
en el mórbido mercado de la sangre.
Gerber
comparte con La Jornada cómo la casualidad lo llevó
al tema: "Trabajaba sobre un documental de las Islas Marías, pero
coincidió con la fuga del Chapo Guzmán y despidieron
a la gente con la que había contactado; se complicó realizarlo.
Cambié; decidí hacerlo sobre la nota roja porque recordé
que el director de mi primaria utilizaba el Alarma para ejemplificar
los alcances de los actos insanos de los alumnos; tenía una colección
con hampones violadores, asaltantes, asesinos... Cuando cometías
una falta, por ejemplo, torteabas a una chica, te mostraba el recorte del
violador, para que vieras en lo que podrías convertirte.
"Al principio la idea era pasar un día con el reportero
de nota roja, pero cuando conocí las fotos de Enrique Metinides
quedé impactado; no me imaginé que encontraría una
obra tan reveladora del lado violento del ser humano. Le hablé y
le propuse que fuera parte del documental. Cuando comencé a trabajar
con él cambió mi enfoque, me di cuenta de que él era
el final del documental, que representaba el verdadero compromiso del periodista
con la información diaria de nota roja."
En Onces, Enrique Metinides lee una carta de un
suicida de hace 25 años Gerber reflexiona sobre ello: "Metinides
muestra la violencia como una característica fundamental de los
seres humanos, en la que uno se puede reconocer con la víctima o
el victimario, ésa es la mayor importancia de la obra de Enrique".
Convivencia fascinante
El joven cinerrealizador también convivió
con los onces: "Fue fascinante, porque algunos los consideran buitres
que cazan tragedias humanas para sacar provecho, pero cuando convives con
ellos, cuando haces una guardia nocturna con ellos y escuchas en el escáner
de la policía todo lo que está sucediendo en la ciudad y
no tienes la imagen para tu periódico, entras a su misma dinámica,
porque es su trabajo".
Por último Gerber mencionó que realizó
su documental en blanco y negro porque: "Everardo González, el fotógrafo,
y yo queríamos una estética que se acercara a la fotografías
de los periódicos, que pareciera que estabas hojeando un periódico
al ver el documental, además reventamos el grano de la película
para que tomara esa textura del diario. También quería ser
explícito con las imágenes, pero sin morbo; el color revela
más los acercamientos a los desmembramientos y cabezas cercenadas
que el blanco y negro. Además, la película en blanco y negro
es más barata".
Más de hora y media de amor y odio
Otro de los actos sobresalientes de este cuarto día
fue la proyección de Mi mejor enemigo, de Werner Herzog,
en la que por una hora 40 minutos el director alemán habla de su
amor/odio con su actor/fetiche Klaus Kinski, sin llegar a una conclusión.
Muestra su relación en los años 50 con Kinski, con quien
compartía departamento y quien destruyó todos los muebles
en 48 horas, así como los altibajos de su relación amistosa/afectiva
en las locaciones y lugares donde coincidieron.
Durante una charla con el director alemán, uno
de los espectadores le pidió que definiera a Kinski en una oración.
Herzog respondió: "Imagínate que en todo este tiempo de película
no pude definirlo. Lo que sí te digo es que fue una relación
gozosa".
Respecto de su reacción ante la muerte de Kinski,
dijo: "Siempre pensé que era una jugarreta, pero cuando asistí
a su cremación y a la reunión para arrojar sus cenizas al
mar tomé conciencia de que ya no lo vería más".
En lo que se refiere a los largometrajes que se estrenaron,
las palmas se las llevó Erase una vez en México, de
Robert Rodríguez, con un reparto sobresaliente: Antonio Banderas,
Willen Dafoe, Johnny Depp, Rubén Blades, Enrique Iglesias y Salma
Hayek, entre otros. En esta tercera parte de la saga el Mariachi regresa
para enfrentarse a nuevos narcotraficantes y paramilitares que intentan
un golpe de Estado. Cinta agradable para que su pareja guarde silencio
por dos horas; lo mejor de todo es que Salmita sólo dice dos oraciones
y una palabra, además de cantar, pero eso es durante los créditos,
cuando ya puede abandonar la sala.
Un largometraje que decepcionó fue El amor cuesta
caro, de Joel y Ethan Coen, pues sus intrincados entrecruzamientos
y gratuidades del destino no surtieron el mismo efecto que sus anteriores
cintas, al contrario, cansaron. Uno de los críticos afirmó:
"Ya se les está secando el cerebro a los Coen". La película
está protagonizada por George Clooney y Catherine Zeta-Jones, que
brindan buenas actuaciones.
|