Prevé la dependencia ajustes en programas para mejorar atención a marginados

Ser pobre es no tener para comer, define sondeo de Sedeso

ENRIQUE MENDEZ

La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) anunció que ajustará sus programas en algunas áreas y fortalecerá su política en otras, luego de que la encuesta "Lo que dicen los pobres" -levantada en zonas marginadas del país- reveló que si bien es necesario que el gobierno otorgue ayuda económica a las familias de menos recursos, también se atribuye al gobierno la responsabilidad de que la pobreza no se supere.

En ese sentido, la titular de la dependencia, Josefina Vázquez Mota, planteó que otros sectores del gobierno federal también deben contribuir al fortalecimiento del patrimonio familiar.

"Es claro que junto a la política social sí requerimos fortalecer las (políticas) económicas. Es decir, en la medida que fortalezcamos al mercado interno y se reactive el empleo, habrá muchas más posibilidades y oportunidades para los pobres", declaró.

Luego de que se presentó la encuesta, Vázquez Mota dijo que se tomaron en cuenta las opiniones de las personas consultadas para poner en marcha el programa que sustituirá al Paquete Alcance, el cual tendrá recursos por 300 millones de pesos para atender a 300 mil familias, en lo que resta del año, mientras que para 2004 el universo será de 700 mil familias.

La intención del estudio, practicado en agosto entre 3 mil familias, fue para conocer los problemas que enfrentan las personas marginadas, qué soluciones plantean e identificar su percepción sobre la pobreza, según se explicó.

Con esa intención, la primera pregunta que se formuló fue "ƑQué diría usted que es ser pobre?" La respuesta mayoritaria (68.84 por ciento) fue "no tener para comer y la falta de recursos para salir adelante". Sólo 12 por ciento contestó que esa condición implica no tener casa y 8 por ciento definió ser pobre como no tener empleo.

Entre los resultados del estudio se encontró que la pobreza es asumida con un sentido fatalista y se considera insuperable, pues 37 por ciento opinó que en México existen pobres porque "es la voluntad de Dios", porque "siempre hay ricos y pobres" o porque quienes la padecen "han tenido mala suerte". No obstante, también se atribuyó el fenómeno a que "el gobierno no funciona bien" o que "ninguna institución les ayuda", como respondió 29 por ciento.

La creencia de que la pobreza es un destino ineludible aumenta en las zonas rurales, donde 43 por ciento consideró que la sufren por designio divino, porque les tocó ser pobres y no ricos, y a la mala suerte.

La siguiente pregunta fue "ƑQué se necesita para acabar la pobreza?" Cuarenta y ocho por ciento dijo que son necesarios más empleos y mejores salarios, mientras que 22 por ciento consideró que se requieren más y mejores apoyos del gobierno.

En la elección de las 3 mil familias se incluyó a quienes reciben algún tipo de ayuda económica gubernamental, vía la propia Sedesol, y a otras que carecen de respaldo. Durante la presentación no se precisó el número de miembros de cada grupo.

La siguiente pregunta validó los programas para combatir la pobreza de la dependencia. El cuestionario planteó: "De las siguientes acciones de gobierno, Ƒcuál considera que es la mejor para ayudar a las familias de menos recursos?"

La respuesta de 28,8 por ciento fue "dar ayuda económica a la familia"; 27.9 por ciento dijo que "apoyar la alimentación y salud de los niños"; 25.7 por ciento consideró que "procurar que se generen más empleos", y 13.1 por ciento opinó que "buscar que las familias tengan vivienda".

También se buscó definir cuáles son "los problemas y los miedos de los pobres". Sobre este punto 48 por ciento respondió que a no tener trabajo, a morir o que fallezca un familiar, y a enfermarse.

A partir de los resultados de la encuesta, Josefina Vázquez Mota dijo que se fortalecerá la política de ingreso, el programa Oportunidades y que se reorientarán otros objetivos de la dependencia "para atender de manera más sólida a este sector".