México D.F. Miércoles 15 de octubre de 2003
Raúl Manríquez, autor de la novela La vida a tientas
Los tarahumaras son ajenos a la bonanza en Chihuahua
Primero fue la minería, luego los bosques y hoy el narco
DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL
Monterrey, NL, 14 de octubre. La sierra de Chihuahua ha generado gran riqueza, muchas fortunas, primero con la minería en el siglo XVII, luego con los bosques, después el turismo y ahora el narcotráfico, pero esa bonanza no ha favorecido a los indígenas que siguen siendo el grupo más marginado en el país, dijo el escritor Raúl Manríquez, quien aborda la problemática de los tarahumaras en su novela La vida a tientas.
Entrevistado durante su presentación en la Feria Internacional del Libro que se desarrolla en esta ciudad, el narrador chihuahuense dijo que los tarahumaras y otras etnias del país ''están en una situación muy complicada, porque la sociedad mexicana ha sido incapaz de favorecer su incorporación al desarrollo nacional con dignidad".
Enríquez explicó que los programas de gobierno orientados a los pueblos indios como los de la sierra de Chihuahua, han sido equívocos muchas de las veces y en otros casos insuficientes.
''Tendríamos que encontrar los esquemas y las formas que permitan el desarrollo de esos grupos sin romper con su tradición, con su forma de ver el mundo y la vida", expresó.
Vida comunitaria y narcotráfico
El autor comentó que en su novela La vida a tientas busca reflejar cómo ha sido afectada la vida de las comunidades de la sierra de Chihuahua por la influencia del narcotráfico, actividad que por un lado representa una fuente de ingresos para algunos pueblos, pero por otro los ha vuelto inseguros y violentos ante la complacencia o la complicidad de algunas autoridades.
En la trama del libro, dijo Manríquez, hay un movimiento que busca mejores condiciones para los indígenas, pero tiene que enfrentar al narcotráfico y las autoridades corruptas involucradas con el narco.
Asimismo, la obra tiene mucha intención introspectiva, busca meterse en la vida interior de los personajes, se aborda la soledad y el problema de identidad en el mestizo, por su sangre indígena, y aborda la fuerza de los sueños, de cómo influyen en las decisiones de las personas, concluyó Manríquez.
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